Como se esperaba, Chile irá a balotaje entre la oficialista Jeannette Jara y el candidato de extrema derecha José Antonio Kast. Y ahora comienza un nuevo juego que definirá el próximo 14 de diciembre quién será la máxima autoridad trasandina a partir del 11 de marzo, cuando asuma para reemplazar a Gabriel Boric.

La primera vuelta, celebrada el pasado domingo, estuvo marcada por una alta participación, del 85,3% del electorado, influenciada por el voto obligatorio en ese país. Con el escrutinio completado, Jara obtuvo el 26,8% de los apoyos, mientras que Kast consiguió el 23,9%. Dado que ninguno de los ocho candidatos alcanzó el 50% de los votos, la presidencia se definirá en el balotaje.

A pesar de que Jara lideró la primera vuelta, su victoria es considerada débil. La candidata oficialista no logró alcanzar la base objetivo del 30%, y la diferencia con Kast resultó escasa. Estos resultados confirman una profunda polarización y el colapso de los bloques tradicionales en Chile.

El tercer lugar fue ocupado por el candidato antisistema Franco Parisi (Partido de la Gente), quien sorprendió al obtener cerca del 19,7% de los votos. Sus votos resultan claves de cara al balotaje. Parisi, un economista pragmático que enfocó su campaña en los problemas cotidianos más que en la batalla ideológica, rechazó respaldar a Jara o a Kast, a quienes definió como de extrema izquierda y de extrema derecha, respectivamente. Les lanzó el desafío de que “se ganen los votos en la calle” y pongan a la gente por delante de la “ideología”. Se destaca que, en elecciones anteriores, el 60% de los votos de Parisi fueron para la izquierda (Boric), por lo que Jara debe tentar a esos votantes.

En contraste, la derecha tradicional sufrió un gran desplome. Evelyn Matthei, quien fue relegada al quinto lugar (12,62%), se vio obligada a ofrecer su apoyo a Kast, una acción que había intentado evitar durante la campaña. Kast también recibió el apoyo de Johannes Kaiser, quien se ubicó en un sorpresivo cuarto lugar con cerca del 13% de los votos.

Perfiles y estrategias

Jeannette Jara (51 años), candidata de ascendencia popular, creció en comunas de bajos recursos. Es la única de sus cinco hermanos que asistió a la universidad, pagando sus estudios de Administración Pública y de Derecho con empleos informales. Miembro del Partido Comunista desde los 14 años, Jara fue ministra de Trabajo en el gobierno saliente de Gabriel Boric. Sus logros como ministra, que usa como carta de presentación, incluyen la intervención al sistema de pensiones, la reducción de la jornada laboral a 40 horas por semana y el aumento del salario mínimo. Sin embargo, la candidata ya no es la favorita. Su desafío principal es conseguir votos fuera de su base y distanciarse del gobierno de Boric. Aunque es comunista, asumió posturas críticas hacia el ala ortodoxa del PC, declarando que “Venezuela y Cuba no son democracias”.

José Antonio Kast (59 años), un abogado católico y conservador, se postula por tercera vez a la presidencia. Identificado con una estricta fe y con nueve hijos, Kast defendió el régimen militar de Augusto Pinochet, período en el que su hermano fue ministro. Su plataforma política, comparada con líderes como Donald Trump, Javier Milei o Nayib Bukele, se centra en el orden y en la seguridad. Propone políticas de mano dura contra el crimen organizado y el cierre de fronteras a la migración ilegal. Manifestó su intención de expulsar a extranjeros sin residencia legal, advirtiendo que, si no lo hacen voluntariamente, “los vamos a buscar para deportarlos”. Se postula como el candidato del cambio y busca unificar a la derecha para evitar que la izquierda convierta el balotaje en un plebiscito sobre sus tendencias radicales.

El nuevo Congreso

La jornada electoral también definió la composición del Congreso, que ahora se caracteriza por una acentuada fragmentación de bloques. La derecha, en su conjunto, aseguró la mayoría en la Cámara de Diputados al sumar 76 representantes (42 del Partido Republicano y sus aliados, más 34 de Chile Grande y Unido). En el Senado, las derechas consiguieron la mitad de los escaños (25 de 50). La coalición de Jara (Unidad por Chile) obtuvo 61 diputados y 20 senadores.

En este contexto de polarización, la criminalidad y la migración ilegal, atribuidas por algunos candidatos a organizaciones como el Tren de Aragua, coparon la atención de la campaña, reflejando que el electorado está cansado de la batalla cultural y busca “nuevas soluciones”. El resultado ajustado entre Jara y Kast refleja un país dividido, donde la seguridad y la economía desplazaron las antiguas agendas progresistas.

​Como se esperaba, Chile irá a balotaje entre la oficialista Jeannette Jara y el candidato de extrema derecha José Antonio Kast. Y ahora comienza un nuevo juego que definirá el próximo 14 de diciembre quién será la máxima autoridad trasandina a partir del 11 de marzo, cuando asuma para reemplazar a Gabriel Boric.La primera vuelta, celebrada el pasado domingo, estuvo marcada por una alta participación, del 85,3% del electorado, influenciada por el voto obligatorio en ese país. Con el escrutinio completado, Jara obtuvo el 26,8% de los apoyos, mientras que Kast consiguió el 23,9%. Dado que ninguno de los ocho candidatos alcanzó el 50% de los votos, la presidencia se definirá en el balotaje.A pesar de que Jara lideró la primera vuelta, su victoria es considerada débil. La candidata oficialista no logró alcanzar la base objetivo del 30%, y la diferencia con Kast resultó escasa. Estos resultados confirman una profunda polarización y el colapso de los bloques tradicionales en Chile.El tercer lugar fue ocupado por el candidato antisistema Franco Parisi (Partido de la Gente), quien sorprendió al obtener cerca del 19,7% de los votos. Sus votos resultan claves de cara al balotaje. Parisi, un economista pragmático que enfocó su campaña en los problemas cotidianos más que en la batalla ideológica, rechazó respaldar a Jara o a Kast, a quienes definió como de extrema izquierda y de extrema derecha, respectivamente. Les lanzó el desafío de que “se ganen los votos en la calle” y pongan a la gente por delante de la “ideología”. Se destaca que, en elecciones anteriores, el 60% de los votos de Parisi fueron para la izquierda (Boric), por lo que Jara debe tentar a esos votantes.En contraste, la derecha tradicional sufrió un gran desplome. Evelyn Matthei, quien fue relegada al quinto lugar (12,62%), se vio obligada a ofrecer su apoyo a Kast, una acción que había intentado evitar durante la campaña. Kast también recibió el apoyo de Johannes Kaiser, quien se ubicó en un sorpresivo cuarto lugar con cerca del 13% de los votos.Perfiles y estrategiasJeannette Jara (51 años), candidata de ascendencia popular, creció en comunas de bajos recursos. Es la única de sus cinco hermanos que asistió a la universidad, pagando sus estudios de Administración Pública y de Derecho con empleos informales. Miembro del Partido Comunista desde los 14 años, Jara fue ministra de Trabajo en el gobierno saliente de Gabriel Boric. Sus logros como ministra, que usa como carta de presentación, incluyen la intervención al sistema de pensiones, la reducción de la jornada laboral a 40 horas por semana y el aumento del salario mínimo. Sin embargo, la candidata ya no es la favorita. Su desafío principal es conseguir votos fuera de su base y distanciarse del gobierno de Boric. Aunque es comunista, asumió posturas críticas hacia el ala ortodoxa del PC, declarando que “Venezuela y Cuba no son democracias”.José Antonio Kast (59 años), un abogado católico y conservador, se postula por tercera vez a la presidencia. Identificado con una estricta fe y con nueve hijos, Kast defendió el régimen militar de Augusto Pinochet, período en el que su hermano fue ministro. Su plataforma política, comparada con líderes como Donald Trump, Javier Milei o Nayib Bukele, se centra en el orden y en la seguridad. Propone políticas de mano dura contra el crimen organizado y el cierre de fronteras a la migración ilegal. Manifestó su intención de expulsar a extranjeros sin residencia legal, advirtiendo que, si no lo hacen voluntariamente, “los vamos a buscar para deportarlos”. Se postula como el candidato del cambio y busca unificar a la derecha para evitar que la izquierda convierta el balotaje en un plebiscito sobre sus tendencias radicales.El nuevo CongresoLa jornada electoral también definió la composición del Congreso, que ahora se caracteriza por una acentuada fragmentación de bloques. La derecha, en su conjunto, aseguró la mayoría en la Cámara de Diputados al sumar 76 representantes (42 del Partido Republicano y sus aliados, más 34 de Chile Grande y Unido). En el Senado, las derechas consiguieron la mitad de los escaños (25 de 50). La coalición de Jara (Unidad por Chile) obtuvo 61 diputados y 20 senadores.En este contexto de polarización, la criminalidad y la migración ilegal, atribuidas por algunos candidatos a organizaciones como el Tren de Aragua, coparon la atención de la campaña, reflejando que el electorado está cansado de la batalla cultural y busca “nuevas soluciones”. El resultado ajustado entre Jara y Kast refleja un país dividido, donde la seguridad y la economía desplazaron las antiguas agendas progresistas.  La Voz

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