Pablito Castillo no es sólo un nombre que resuena en los algoritmos de las redes sociales; es un fenómeno que ha logrado lo que pocos creadores de contenido consiguen: una conexión orgánica y masiva con su audiencia. Con una trayectoria de 15 años creando contenido, este humorista que comenzó imitando a sus compañeros mientras trabajaba como bachero, hoy ostenta una comunidad digital impactante. Con 9,1 millones de seguidores en TikTok; 7,1 millones en Instagram, y cuatro millones en Facebook, Castillo ha dejado de ser una promesa para convertirse en un referente del humor cotidiano.
Su estilo, marcado por la observación de situaciones familiares y por el uso de una vasta colección de pelucas, lo ha llevado a colaborar hasta con figuras de la selección argentina de fútbol. Ahora, este influencer da el paso más ambicioso de su carrera al trasladar su universo al “mundo real” del teatro en Villa Carlos Paz.
–Estás viviendo un momento bisagra en tu carrera con tu desembarco en el teatro. ¿Cómo te sentís con esta transición de las redes al escenario real?
–Estoy viviendo una experiencia nueva e increíble. Pasar de hacer videos en Instagram o en TikTok a subirme a un escenario es algo totalmente nuevo para mí. Estoy superfeliz y, sobre todo, ansioso por el debut el próximo 5 de enero en el teatro Holiday. Aunque ya de grande empecé a estudiar teatro para formarme, encontrarme con este desafío me genera mucha adrenalina. Es un cambio grande porque en las redes uno está acostumbrado al formato corto, de alto impacto y rápido, mientras que acá planteamos un espectáculo de 80 minutos.
–La obra se titula “La risa que me parió”. ¿Qué es lo que el público se va a encontrar cuando se siente en la butaca?
–Es un resumen de mi vida a través de mis personajes. Vamos a contar mi experiencia desde que arranqué, los trabajos por los que pasé y también un poquito de mi historia familiar, especialmente con mi mamá. La idea es que la gente pase por un montón de sensaciones: risas, llantos y muchas emociones. Pero no queremos que sea sólo una obra de teatro convencional; lo estamos armando como una experiencia integral. El público se va a encontrar con personajes y sorpresas desde que le cortan el ticket en la puerta hasta que se retira del teatro.
–¿Qué es lo que más te cuesta o te sorprende de la dinámica teatral comparada con la creación de videos?
–Es un mundo diferente. En los videos, uno tiene el tiempo de equivocarse, editar, cortar y decir: “Esto no me gustó, lo vuelvo a hacer”. En el teatro eso no puede pasar; donde me equivoco, sigo. Por eso llevamos meses practicando y puliendo cada detalle. Por suerte, no estoy solo. Tengo un equipo increíble que me ayuda en todo: Manu, que es el director de la obra; mi pareja, que es la productora general, y Pardo Producciones, que se encarga de toda la logística completa. Siempre digo que las cosas no se pueden hacer solo; el éxito es el resultado del trabajo en equipo.
–Tu carrera no empezó ayer. Llevás 15 años de trabajo y en ese tiempo pasaste de ser bachero a vivir de esto.
–Empecé hace 15 años imitando a mis compañeros: al chef, al mozo… ellos me decían “hacete videítos y pasanos”. En el colegio, yo era de los más tranquilos, no era el chistoso de la clase, el gusto por hacer reír me vino de más grande. En 2015, me tiré un piletazo a Facebook y a YouTube. En ese momento casi no había creadores de contenido y no se trabajaba con marcas como ahora. Recién en 2018 sentí que hubo un cambio real y que podía vivir de esto. Hoy le dedico entre 14 y 15 horas por día; nunca suelto el teléfono porque siempre estoy viendo ideas o innovando, ya que en las redes todo pasa muy rápido.
–Has logrado hitos personales muy fuertes, como comprarle la casa a tu mamá. ¿Cómo fue ese momento?
–Ese fue un sueño cumplido, tanto para ella como para mí. Nosotros alquilamos toda la vida. Gracias a lo que generé en YouTube y a un plan de pago que pude acordar con el intendente de mi localidad, logré comprarle su casa propia. Cuando le entregué los papeles, ella no lo podía creer; me preguntaba de dónde había salido la plata y si era algo legal. Fue un momento muy emocionante que incluso compartí en mis redes.
–También has sido muy valiente al hablar sobre salud mental. ¿Por qué decidiste abrirte sobre tu experiencia con la depresión?
–Me salió del corazón. Al principio me lo iba a guardar para mí, pero, cuando vi la repercusión, entendí que estuvo bien hacerlo. Muchos me escribieron diciendo que estaban pasando por lo mismo y no se animaban a hablar. Hablar salva vidas; es fundamental pedir ayuda y no guardarse los sentimientos. A veces la gente ve el éxito, pero detrás hay una persona atravesando situaciones difíciles como cualquiera.
–¿Por qué elegir Carlos Paz para este debut?
–Córdoba es un lugar que me abraza mucho. Venía de vacaciones acá cuando era chico y ahora verme del otro lado, en el escenario, es increíble. Es la cuna del humor, y para mí es el desafío más grande presentarme ante este público que sabe tanto de lo que es hacer reír. Me crie viendo a Olmedo, a Yayo y a Pichu, y estar hoy aquí es cumplir un sueño.
Para ver
Pablito Castillo presentará La risa que me parió desde el 5 de enero en el teatro Holiday, todos los lunes y martes. Tickets en autoentrada.com.
Pablito Castillo no es sólo un nombre que resuena en los algoritmos de las redes sociales; es un fenómeno que ha logrado lo que pocos creadores de contenido consiguen: una conexión orgánica y masiva con su audiencia. Con una trayectoria de 15 años creando contenido, este humorista que comenzó imitando a sus compañeros mientras trabajaba como bachero, hoy ostenta una comunidad digital impactante. Con 9,1 millones de seguidores en TikTok; 7,1 millones en Instagram, y cuatro millones en Facebook, Castillo ha dejado de ser una promesa para convertirse en un referente del humor cotidiano. Su estilo, marcado por la observación de situaciones familiares y por el uso de una vasta colección de pelucas, lo ha llevado a colaborar hasta con figuras de la selección argentina de fútbol. Ahora, este influencer da el paso más ambicioso de su carrera al trasladar su universo al “mundo real” del teatro en Villa Carlos Paz. View this post on Instagram –Estás viviendo un momento bisagra en tu carrera con tu desembarco en el teatro. ¿Cómo te sentís con esta transición de las redes al escenario real?–Estoy viviendo una experiencia nueva e increíble. Pasar de hacer videos en Instagram o en TikTok a subirme a un escenario es algo totalmente nuevo para mí. Estoy superfeliz y, sobre todo, ansioso por el debut el próximo 5 de enero en el teatro Holiday. Aunque ya de grande empecé a estudiar teatro para formarme, encontrarme con este desafío me genera mucha adrenalina. Es un cambio grande porque en las redes uno está acostumbrado al formato corto, de alto impacto y rápido, mientras que acá planteamos un espectáculo de 80 minutos.–La obra se titula “La risa que me parió”. ¿Qué es lo que el público se va a encontrar cuando se siente en la butaca?–Es un resumen de mi vida a través de mis personajes. Vamos a contar mi experiencia desde que arranqué, los trabajos por los que pasé y también un poquito de mi historia familiar, especialmente con mi mamá. La idea es que la gente pase por un montón de sensaciones: risas, llantos y muchas emociones. Pero no queremos que sea sólo una obra de teatro convencional; lo estamos armando como una experiencia integral. El público se va a encontrar con personajes y sorpresas desde que le cortan el ticket en la puerta hasta que se retira del teatro.–¿Qué es lo que más te cuesta o te sorprende de la dinámica teatral comparada con la creación de videos?–Es un mundo diferente. En los videos, uno tiene el tiempo de equivocarse, editar, cortar y decir: “Esto no me gustó, lo vuelvo a hacer”. En el teatro eso no puede pasar; donde me equivoco, sigo. Por eso llevamos meses practicando y puliendo cada detalle. Por suerte, no estoy solo. Tengo un equipo increíble que me ayuda en todo: Manu, que es el director de la obra; mi pareja, que es la productora general, y Pardo Producciones, que se encarga de toda la logística completa. Siempre digo que las cosas no se pueden hacer solo; el éxito es el resultado del trabajo en equipo.–Tu carrera no empezó ayer. Llevás 15 años de trabajo y en ese tiempo pasaste de ser bachero a vivir de esto.–Empecé hace 15 años imitando a mis compañeros: al chef, al mozo… ellos me decían “hacete videítos y pasanos”. En el colegio, yo era de los más tranquilos, no era el chistoso de la clase, el gusto por hacer reír me vino de más grande. En 2015, me tiré un piletazo a Facebook y a YouTube. En ese momento casi no había creadores de contenido y no se trabajaba con marcas como ahora. Recién en 2018 sentí que hubo un cambio real y que podía vivir de esto. Hoy le dedico entre 14 y 15 horas por día; nunca suelto el teléfono porque siempre estoy viendo ideas o innovando, ya que en las redes todo pasa muy rápido.–Has logrado hitos personales muy fuertes, como comprarle la casa a tu mamá. ¿Cómo fue ese momento?–Ese fue un sueño cumplido, tanto para ella como para mí. Nosotros alquilamos toda la vida. Gracias a lo que generé en YouTube y a un plan de pago que pude acordar con el intendente de mi localidad, logré comprarle su casa propia. Cuando le entregué los papeles, ella no lo podía creer; me preguntaba de dónde había salido la plata y si era algo legal. Fue un momento muy emocionante que incluso compartí en mis redes.–También has sido muy valiente al hablar sobre salud mental. ¿Por qué decidiste abrirte sobre tu experiencia con la depresión?–Me salió del corazón. Al principio me lo iba a guardar para mí, pero, cuando vi la repercusión, entendí que estuvo bien hacerlo. Muchos me escribieron diciendo que estaban pasando por lo mismo y no se animaban a hablar. Hablar salva vidas; es fundamental pedir ayuda y no guardarse los sentimientos. A veces la gente ve el éxito, pero detrás hay una persona atravesando situaciones difíciles como cualquiera.–¿Por qué elegir Carlos Paz para este debut?–Córdoba es un lugar que me abraza mucho. Venía de vacaciones acá cuando era chico y ahora verme del otro lado, en el escenario, es increíble. Es la cuna del humor, y para mí es el desafío más grande presentarme ante este público que sabe tanto de lo que es hacer reír. Me crie viendo a Olmedo, a Yayo y a Pichu, y estar hoy aquí es cumplir un sueño.Para verPablito Castillo presentará La risa que me parió desde el 5 de enero en el teatro Holiday, todos los lunes y martes. Tickets en autoentrada.com. La Voz

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