La Voz

En una sesión donde el suspenso y la tensión se estiraron hasta el final, el oficialismo sancionó en el Senado la primera ley de Presupuesto del presidente Javier Milei. El proyecto finalmente se aprobó sin cambios con 46 votos a favor, 25 en contra y una sola abstención, de la schiarettista Alejandra Vigo. El resultado marcó un verdadero hito para el gobierno libertario, que gestionó estos dos años mediante prórrogas presupuestarias.

El Gobierno logró el objetivo gracias al apoyo del PRO, la UCR y los oficialismos de Tucumán, Misiones, Chubut, Neuquén y Salta, además del bloque provincial de Santa Cruz. Incluso acompañaron tres senadores del interbloque peronista: la tucumana Sandra Mendoza, la jujeña Carolina Moisés y el catamarqueño Guillermo Andrada, que responde al gobernador Raúl Jalil.

La schiarettista Alejandra Vigo, que tenía duras objeciones con el proyecto, se abstuvo tanto en general como en particular. Los votos en contra fueron del kirchnerismo, con las excepciones de Mendoza, Moisés y Andrada.

Tras frenéticas negociaciones de las que participaron senadores, funcionarios y gobernadores, La Libertad Avanza logró evitar la caída de un polémico capítulo donde se eliminaban pisos de inversión en educación y en Ciencia y Tecnología, y se condicionaba el envío de fondos a universidades nacionales. Ese capítulo finalmente recibió 42 votos afirmativos, 28 negativos y dos abstenciones, de Vigo y la neuquina Julieta Corroza.

La jefa del bloque La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, en la sesión por el Presupuesto 2026 en el Senado (Foto: Comunicación Senado)

En su primera sesión como jefa del bloque libertario, Patricia Bullrich estuvo hiperactiva. La exministra trabajó duro para aprobar ese capítulo y así impedir que el debate volviera a la Cámara de Diputados, donde no había certezas de un tratamiento inmediato. El regreso del proyecto en segunda revisión hubiese significado un durísimo revés para el Gobierno.

Durante todo el debate, Bullrich se dedicó a caminar por pasillos y oficinas, de aliados y también de opositores, en busca de blindar la sanción de la ley. Preocupados, también desfilaron por el despacho de la exfuncionaria el ministro del Interior, Diego Santilli, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el presidente de la Cámara baja, Martín Menem.

Diego Santilli y Martín Menem, ministro del Interior y presidente de Diputados, en la votación del Presupuesto 2026

Los oficialistas prendían velas para que el proyecto no retornara a Diputados, donde reconocían que muchos “ya se fueron” de vacaciones. El próximo 30 de diciembre terminan las sesiones extraordinarias y Menem no tenía garantizado el quórum ahora, ni tampoco en enero. Por eso, intensificaron la “rosca” para que el proyecto saliera sin modificaciones.

Uno de los “ganadores” de esas tratativas fue el gobernador chubutense, Ignacio Torres. En plena sesión, se reunió con Santilli y acordó avanzar en una auditoría conjunta con la Nación por la deuda con la caja previsional provincial, que según precisó, ronda los $50 mil millones. Las dos senadoras alineadas a Torres, Andrea Cristina (PRO) y Edith Terenzi (Despierta Chubut) votaron a favor del Presupuesto.

La tensión giraba alrededor del Capítulo II, que elimina o condiciona fondos para las áreas de educación, ciencia y técnica, y defensa. Además del kirchnerismo, lo votaron en contra tres radicales: el bonaerense Maximiliano Abad, el catamarqueño Flavio Fama y el pampeano Daniel Kroneberger

Uno de los artículos controvertidos de ese capítulo es el 30, que elimina pisos de inversión en relación al PBI para educación y para Ciencia y Tecnología. El mismo artículo suprime el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional, y desmantela el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF).

“El oficialismo sostiene una tesis falsa y peligrosa: que el conocimiento y la innovación no tienen nada que ver con el desarrollo”, alertó Abad. “El artículo 30 es el ‘artículo escoba’, porque barre los pisos de inversión en educación y en Ciencia y Técnica. La justificación que he escuchado, que es que los pisos nunca se cumplieron, me parece ridícula”, disparó el titular de la UCR bonaerense.

Otro artículo cuestionado era el 12, que faculta al Ministerio de Capital Humano a interrumpir las transferencias de fondos a universidades nacionales si no envían “en tiempo y forma” la “información necesaria para asignar, ejecutar y evaluar los recursos que se les transfieren por todo concepto”.

“La Ley de Administración Financiera ya establece los mecanismos de rendición de cuentas. Yo he sido rector y he rendido cuentas toda la vida. Entiendo que se quiera hacer hincapié en el control de los fondos, pero no entiendo por qué esa facultad tiene que descansar sobre un funcionario”, objetó el catamarqueño Fama.

El objetivo del Gobierno era que el Presupuesto fuera sancionado este mismo viernes para no estirar más el debate y evitar más incertidumbre en Diputados. De hecho, Bullrich se resignó días atrás a reincorporar en el proyecto el famoso Capítulo XI (suprimido por la oposición), donde se derogaban las leyes que otorgaban más fondos a universidades y el sistema de discapacidad.

A pesar del revés sufrido en Diputados con ese capítulo, en el Gobierno terminaron reconociendo que el proyecto girado al Senado no distaba demasiado de las pretensiones originales. Reafirman que, pase lo que pase, se mantendrá el objetivo de obtener un resultado financiero “equilibrado o superavitario”, tal como se proyecta en el artículo primero.

“Este Presupuesto cumple con algo lógico que no se cumplió en los últimos 13 años: el déficit cero”, dijo el presidente de la comisión homónima, Ezequiel Atauche. “Este es un punto de quiebre para nuestra historia: no vamos a gastar más de lo que nos ingresa. Vamos a ordenar nuestras cuentas”, remarcó el jujeño.

Al cierre del debate, Bullrich destacó que “el Presupuesto explica un rumbo económico claro y concreto”. “No es lo mismo vivir con inflación que sin inflación. No es lo mismo vivir con superávit que con déficit eternos. No es lo mismo vivir oprimidos por un Estado que se reproducía a sí mismo para tener cada vez más Estado y menos privado, menos trabajo”, enfatizó.

La schiarettista Alejandra Vigo guardó un absoluto silencio, pero ya había dado señales de distancia con el Gobierno. En la Comisión de Presupuesto, la cordobesa no había firmado el dictamen del oficialismo, disconforme con el monto destinado a cubrir el déficit de las cajas previsionales no transferidas, como la de Córdoba. Finalmente se abstuvo, tal como hicieron los diputados de su espacio.

Los otros dos representantes cordobeses, Luis Juez (Frente Cívico) y Carmen Álvarez Rivero (La Libertad Avanza) no dejaron lugar a sorpresas y acompañaron al Gobierno.

​En una sesión donde el suspenso y la tensión se estiraron hasta el final, el oficialismo sancionó en el Senado la primera ley de Presupuesto del presidente Javier Milei. El proyecto finalmente se aprobó sin cambios con 46 votos a favor, 25 en contra y una sola abstención, de la schiarettista Alejandra Vigo. El resultado marcó un verdadero hito para el gobierno libertario, que gestionó estos dos años mediante prórrogas presupuestarias. El Gobierno logró el objetivo gracias al apoyo del PRO, la UCR y los oficialismos de Tucumán, Misiones, Chubut, Neuquén y Salta, además del bloque provincial de Santa Cruz. Incluso acompañaron tres senadores del interbloque peronista: la tucumana Sandra Mendoza, la jujeña Carolina Moisés y el catamarqueño Guillermo Andrada, que responde al gobernador Raúl Jalil. La schiarettista Alejandra Vigo, que tenía duras objeciones con el proyecto, se abstuvo tanto en general como en particular. Los votos en contra fueron del kirchnerismo, con las excepciones de Mendoza, Moisés y Andrada. Tras frenéticas negociaciones de las que participaron senadores, funcionarios y gobernadores, La Libertad Avanza logró evitar la caída de un polémico capítulo donde se eliminaban pisos de inversión en educación y en Ciencia y Tecnología, y se condicionaba el envío de fondos a universidades nacionales. Ese capítulo finalmente recibió 42 votos afirmativos, 28 negativos y dos abstenciones, de Vigo y la neuquina Julieta Corroza. En su primera sesión como jefa del bloque libertario, Patricia Bullrich estuvo hiperactiva. La exministra trabajó duro para aprobar ese capítulo y así impedir que el debate volviera a la Cámara de Diputados, donde no había certezas de un tratamiento inmediato. El regreso del proyecto en segunda revisión hubiese significado un durísimo revés para el Gobierno. Durante todo el debate, Bullrich se dedicó a caminar por pasillos y oficinas, de aliados y también de opositores, en busca de blindar la sanción de la ley. Preocupados, también desfilaron por el despacho de la exfuncionaria el ministro del Interior, Diego Santilli, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el presidente de la Cámara baja, Martín Menem.Los oficialistas prendían velas para que el proyecto no retornara a Diputados, donde reconocían que muchos “ya se fueron” de vacaciones. El próximo 30 de diciembre terminan las sesiones extraordinarias y Menem no tenía garantizado el quórum ahora, ni tampoco en enero. Por eso, intensificaron la “rosca” para que el proyecto saliera sin modificaciones. Uno de los “ganadores” de esas tratativas fue el gobernador chubutense, Ignacio Torres. En plena sesión, se reunió con Santilli y acordó avanzar en una auditoría conjunta con la Nación por la deuda con la caja previsional provincial, que según precisó, ronda los $50 mil millones. Las dos senadoras alineadas a Torres, Andrea Cristina (PRO) y Edith Terenzi (Despierta Chubut) votaron a favor del Presupuesto. La tensión giraba alrededor del Capítulo II, que elimina o condiciona fondos para las áreas de educación, ciencia y técnica, y defensa. Además del kirchnerismo, lo votaron en contra tres radicales: el bonaerense Maximiliano Abad, el catamarqueño Flavio Fama y el pampeano Daniel KronebergerUno de los artículos controvertidos de ese capítulo es el 30, que elimina pisos de inversión en relación al PBI para educación y para Ciencia y Tecnología. El mismo artículo suprime el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional, y desmantela el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF).“El oficialismo sostiene una tesis falsa y peligrosa: que el conocimiento y la innovación no tienen nada que ver con el desarrollo”, alertó Abad. “El artículo 30 es el ‘artículo escoba’, porque barre los pisos de inversión en educación y en Ciencia y Técnica. La justificación que he escuchado, que es que los pisos nunca se cumplieron, me parece ridícula”, disparó el titular de la UCR bonaerense. Otro artículo cuestionado era el 12, que faculta al Ministerio de Capital Humano a interrumpir las transferencias de fondos a universidades nacionales si no envían “en tiempo y forma” la “información necesaria para asignar, ejecutar y evaluar los recursos que se les transfieren por todo concepto”.“La Ley de Administración Financiera ya establece los mecanismos de rendición de cuentas. Yo he sido rector y he rendido cuentas toda la vida. Entiendo que se quiera hacer hincapié en el control de los fondos, pero no entiendo por qué esa facultad tiene que descansar sobre un funcionario”, objetó el catamarqueño Fama. El objetivo del Gobierno era que el Presupuesto fuera sancionado este mismo viernes para no estirar más el debate y evitar más incertidumbre en Diputados. De hecho, Bullrich se resignó días atrás a reincorporar en el proyecto el famoso Capítulo XI (suprimido por la oposición), donde se derogaban las leyes que otorgaban más fondos a universidades y el sistema de discapacidad. A pesar del revés sufrido en Diputados con ese capítulo, en el Gobierno terminaron reconociendo que el proyecto girado al Senado no distaba demasiado de las pretensiones originales. Reafirman que, pase lo que pase, se mantendrá el objetivo de obtener un resultado financiero “equilibrado o superavitario”, tal como se proyecta en el artículo primero.“Este Presupuesto cumple con algo lógico que no se cumplió en los últimos 13 años: el déficit cero”, dijo el presidente de la comisión homónima, Ezequiel Atauche. “Este es un punto de quiebre para nuestra historia: no vamos a gastar más de lo que nos ingresa. Vamos a ordenar nuestras cuentas”, remarcó el jujeño.Al cierre del debate, Bullrich destacó que “el Presupuesto explica un rumbo económico claro y concreto”. “No es lo mismo vivir con inflación que sin inflación. No es lo mismo vivir con superávit que con déficit eternos. No es lo mismo vivir oprimidos por un Estado que se reproducía a sí mismo para tener cada vez más Estado y menos privado, menos trabajo”, enfatizó. La schiarettista Alejandra Vigo guardó un absoluto silencio, pero ya había dado señales de distancia con el Gobierno. En la Comisión de Presupuesto, la cordobesa no había firmado el dictamen del oficialismo, disconforme con el monto destinado a cubrir el déficit de las cajas previsionales no transferidas, como la de Córdoba. Finalmente se abstuvo, tal como hicieron los diputados de su espacio.Los otros dos representantes cordobeses, Luis Juez (Frente Cívico) y Carmen Álvarez Rivero (La Libertad Avanza) no dejaron lugar a sorpresas y acompañaron al Gobierno.  ​

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