La Voz
Al amanecer del jueves 18 de diciembre, en el último punto de la maratónica sesión, la mayoría de los legisladores aprobó el pliego de Carlos Lezcano, el actual juez de Control N°5 de la ciudad de Córdoba que asumirá como fiscal General en marzo, cuando reemplace a Juan Manuel Delgado.
Los legisladores opositores Gregorio Hernández Maqueda (Mejor Futuro) y Gerardo Groso (Encuentro Vecinal) se expresaron en el recinto en contra de la designación de Lezcano. Cuestionaron tres puntos importantes: 1) Su vínculo expuesto con el peronismo provincial.
2) No haber hizo críticas al funcionamiento del llamado fuero anticorrupción (penal económico).
3) Haber admitido durante la entrevista previa que su rol será “ordenar” la interna en el Ministerio Público Fiscal.
El pliego de Lezcano fue avalado por mayoría: levantaron la mano el bloque oficialista, pero llamó la atención que también lo hiciera el Frente Cívico, lo que le dio robustez política a la designación del propuesto por Martín Llaryora para la Fiscalía General.
Walter Nostrala, presidente de bancada juecista, dijo que entendían que Lezcano no era un militante del peronismo y que no hacían una valoración de la pelea que tuvieron el designado fiscal General y Luis Juez en 2003, cuando los exsocios del estudio jurídico rompieron y Lezcano entró a Tribunales como juez de Control.
En la sesión de la primera mañana del jueves, Hernández Maqueda, Groso, Patricia Botta (de Soher El Sukaria) y los 20 radicales de los bloques UCR y Construyendo Córdoba lo rechazaron. Los dos de PRO y la legisladora de la Izquierda, Luciana Echevarría, se abstuvieron. De todos modos, no hay acta de la votación y a esa hora de la mañana no andaba en tablero electrónico, por lo que se votó a mano alzada.
El apoyo del juecismo a Lezcano provocó un cortocircuito en la oposición, que proyecta integrarse en una mesa no peronista para intentar arrebatarle el poder al peronismo en 2027. “Si vamos a converger en un proyecto político común, no podemos tener una descoordinación en un tema crucial como lo es la votación del fiscal General”, señaló un importante integrante del bloque radical.
Antecedentes políticos
En el ámbito político, Lezcano fue asesor del bloque peronista en la desaparecida Cámara de Diputados provincial y director en el Tribunal de Cuentas de la Provincia. Además, integró el grupo de abogados que orbitaban en torno a Domingo Carbonetti en el partido y actuó como apoderado en distintas instancias. En la interna de 1999, cuando se enfrentaron por la candidatura a intendente de la ciudad de Córdoba Germán Kammerath, Juan Schiaretti y Luis Juez, Lezcano fue el apoderado de la lista de Juez , con quien compartía el estudio jurídico.
En el PJ también trabó amistad con Héctor David, actual fiscal General Adjunto. En 2003, en el marco de la emergencia judicial decretada por José Manuel de la Sota, fue designado juez de Control.
Al amanecer del jueves 18 de diciembre, en el último punto de la maratónica sesión, la mayoría de los legisladores aprobó el pliego de Carlos Lezcano, el actual juez de Control N°5 de la ciudad de Córdoba que asumirá como fiscal General en marzo, cuando reemplace a Juan Manuel Delgado. Los legisladores opositores Gregorio Hernández Maqueda (Mejor Futuro) y Gerardo Groso (Encuentro Vecinal) se expresaron en el recinto en contra de la designación de Lezcano. Cuestionaron tres puntos importantes: 1) Su vínculo expuesto con el peronismo provincial. 2) No haber hizo críticas al funcionamiento del llamado fuero anticorrupción (penal económico).3) Haber admitido durante la entrevista previa que su rol será “ordenar” la interna en el Ministerio Público Fiscal.El pliego de Lezcano fue avalado por mayoría: levantaron la mano el bloque oficialista, pero llamó la atención que también lo hiciera el Frente Cívico, lo que le dio robustez política a la designación del propuesto por Martín Llaryora para la Fiscalía General. Walter Nostrala, presidente de bancada juecista, dijo que entendían que Lezcano no era un militante del peronismo y que no hacían una valoración de la pelea que tuvieron el designado fiscal General y Luis Juez en 2003, cuando los exsocios del estudio jurídico rompieron y Lezcano entró a Tribunales como juez de Control. En la sesión de la primera mañana del jueves, Hernández Maqueda, Groso, Patricia Botta (de Soher El Sukaria) y los 20 radicales de los bloques UCR y Construyendo Córdoba lo rechazaron. Los dos de PRO y la legisladora de la Izquierda, Luciana Echevarría, se abstuvieron. De todos modos, no hay acta de la votación y a esa hora de la mañana no andaba en tablero electrónico, por lo que se votó a mano alzada. El apoyo del juecismo a Lezcano provocó un cortocircuito en la oposición, que proyecta integrarse en una mesa no peronista para intentar arrebatarle el poder al peronismo en 2027. “Si vamos a converger en un proyecto político común, no podemos tener una descoordinación en un tema crucial como lo es la votación del fiscal General”, señaló un importante integrante del bloque radical. Antecedentes políticosEn el ámbito político, Lezcano fue asesor del bloque peronista en la desaparecida Cámara de Diputados provincial y director en el Tribunal de Cuentas de la Provincia. Además, integró el grupo de abogados que orbitaban en torno a Domingo Carbonetti en el partido y actuó como apoderado en distintas instancias. En la interna de 1999, cuando se enfrentaron por la candidatura a intendente de la ciudad de Córdoba Germán Kammerath, Juan Schiaretti y Luis Juez, Lezcano fue el apoderado de la lista de Juez , con quien compartía el estudio jurídico. En el PJ también trabó amistad con Héctor David, actual fiscal General Adjunto. En 2003, en el marco de la emergencia judicial decretada por José Manuel de la Sota, fue designado juez de Control.

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