Un albañil llamado João Ferreira da Silva, había recuperado la libertad este martes luego estar preso por dos decadas por abusar sexualmente y luego asesinar a un niño de 9 años.
Un día después de salir de la carcel, este miércoles, fue asesinado a balazos en plena vía pública en la ciudad de Sinop, en el estado de Mato Grosso, Brasil.
Advertencia: las imágenes pueden herir la sensibilidad del lector.
El crimen por el que pasó dos décadas preso
Ferreira da Silva estuvo 20 años preso por el asesinato de Bruno Aparecido dos Santos, un niño de 9 años, en uno de los casos más brutales registrados en esa localidad.
Según declaró ante la Justicia en su momento, el hombre confesó haber enterrado el cuerpo del menor en una fosa poco profunda, ubicada cerca de una casa en construcción donde trabajaba.
La confesión y las pruebas clave
El albañil no fue arrestado inmediatamente tras el crimen. Recién diez días después fue detenido, luego de intentar agredir a otro niño en una obra cercana. Ese episodio encendió las alarmas de los investigadores.
De acuerdo con el medio local Metrópoles, en el lugar encontraron canicas que pertenecían a Bruno y maderas con rastros de sangre, elementos que resultaron determinantes para avanzar en la causa.
Tras su detención, Ferreira da Silva confesó el crimen y guió a la policía hasta la fosa donde había ocultado el cuerpo, que tenía aproximadamente un metro de profundidad.
Cómo fue el asesinato del menor
Según reconstruyó la investigación, el 28 de octubre de 2005 el acusado atrajo al niño Bruno a una casa en construcción del barrio Nossa Senhora Aparecida. Allí, el menor fue agredido, abusado sexualmente y asesinado.
El cuerpo fue hallado desnudo, con las manos atadas. La ropa del niño estaba guardada en una bolsa junto al cadáver, según detallaron los peritos.
Las condenas y el final violento
En 2008, la Justicia condenó a Ferreira da Silva a 42 años de prisión por el asesinato de Bruno. A esa pena se sumaron otros 10 años por un delito sexual cometido contra otro menor en una causa posterior.
El hombre recuperó la libertad esta semana tras cumplir su condena en la Penitenciaría de Ferrugem. Un día después, fue asesinado a balazos.
La Policía investiga ahora las circunstancias del ataque y analiza si el crimen estuvo vinculado a su historial penal.
Un albañil llamado João Ferreira da Silva, había recuperado la libertad este martes luego estar preso por dos decadas por abusar sexualmente y luego asesinar a un niño de 9 años.Un día después de salir de la carcel, este miércoles, fue asesinado a balazos en plena vía pública en la ciudad de Sinop, en el estado de Mato Grosso, Brasil.Advertencia: las imágenes pueden herir la sensibilidad del lector.El crimen por el que pasó dos décadas presoFerreira da Silva estuvo 20 años preso por el asesinato de Bruno Aparecido dos Santos, un niño de 9 años, en uno de los casos más brutales registrados en esa localidad.Según declaró ante la Justicia en su momento, el hombre confesó haber enterrado el cuerpo del menor en una fosa poco profunda, ubicada cerca de una casa en construcción donde trabajaba.La confesión y las pruebas claveEl albañil no fue arrestado inmediatamente tras el crimen. Recién diez días después fue detenido, luego de intentar agredir a otro niño en una obra cercana. Ese episodio encendió las alarmas de los investigadores.De acuerdo con el medio local Metrópoles, en el lugar encontraron canicas que pertenecían a Bruno y maderas con rastros de sangre, elementos que resultaron determinantes para avanzar en la causa.Tras su detención, Ferreira da Silva confesó el crimen y guió a la policía hasta la fosa donde había ocultado el cuerpo, que tenía aproximadamente un metro de profundidad.Cómo fue el asesinato del menorSegún reconstruyó la investigación, el 28 de octubre de 2005 el acusado atrajo al niño Bruno a una casa en construcción del barrio Nossa Senhora Aparecida. Allí, el menor fue agredido, abusado sexualmente y asesinado.El cuerpo fue hallado desnudo, con las manos atadas. La ropa del niño estaba guardada en una bolsa junto al cadáver, según detallaron los peritos.Las condenas y el final violentoEn 2008, la Justicia condenó a Ferreira da Silva a 42 años de prisión por el asesinato de Bruno. A esa pena se sumaron otros 10 años por un delito sexual cometido contra otro menor en una causa posterior.El hombre recuperó la libertad esta semana tras cumplir su condena en la Penitenciaría de Ferrugem. Un día después, fue asesinado a balazos. La Policía investiga ahora las circunstancias del ataque y analiza si el crimen estuvo vinculado a su historial penal. La Voz

Más historias
Kast y Jara se disputan la presidencia de Chile en segunda vuelta
Trump endurece la ofensiva antidrogas en Venezuela: confirmó bombardeos en tierra
Un niño ucraniano relató cómo vio morir a su madre tras un ataque ruso y su intérprete rompió en llanto