El Parlamento Europeo, en la ciudad francesa de Estrasburgo, quedó en silencio cuando Roman Oleksiv, un nene ucraniano de 11 años, relató cómo sobrevivió a un ataque con misiles rusos. En esa misma ofensivo vio morir a su madre.
El testimonio, registrado en video, generó una fuerte conmoción entre los presentes. Inlcuso, su intérprete rompió en llanto.
Durante su exposición, Oleksiv recordó el bombardeo ocurrido en julio de 2022 en la ciudad de Vinnytsia, cuando tenía apenas siete años. Tres misiles impactaron en un edificio cercano a un hospital, provocando 24 muertes y más de 200 heridos, según datos oficiales de las autoridades ucranianas.
El último contacto con su mamá
Roman contó que ese día había ido al hospital con su madre, Halyna, cuando se produjo la explosión. “Esta es la última vez que vi a mi mamá. También fue la última vez que pude decirle adiós”, dijo ante los eurodiputados, con la voz entrecortada.
La frase fue tan contundente que la intérprete encargada de traducir sus palabras al resto de los idiomas se quebró emocionalmente y tuvo que ser reemplazada por un colega para continuar con la traducción.

El niño relató que pudo ver a su madre bajo los escombros y tocarle el cabello antes de quedar inconsciente. “Logré arrastrarme hasta un lugar seguro”, explicó.
Graves heridas y una larga recuperación
Como consecuencia del ataque, Roman sufrió quemaduras en el 45% de su cuerpo, muchas de ellas profundas, además de heridas por esquirlas y una fractura en un brazo. Permaneció más de 100 días en coma y fue sometido a 35 cirugías.
Primero fue atendido en Lviv, en el oeste de Ucrania, y luego trasladado a un centro especializado en Dresde, Alemania, donde pasó casi un año en tratamiento médico y rehabilitación.
“Cuando desperté tenía yeso en los brazos, las piernas y la cabeza. No sabíamos si iba a poder caminar o mover las manos”, recordó su padre, Yaroslav Oleksiv, quien lo acompañó durante todo el proceso.

La música y el baile como camino de recuperación
La rehabilitación incluyó un fuerte apoyo emocional y artístico. Roman retomó su pasión por el baile y comenzó a tocar el acordeón, actividades que lo ayudaron a recuperar equilibrio, fuerza muscular y movilidad en las manos.
En 2024, ganó un concurso internacional de ese intrumento y se convirtió en una de las voces jóvenes que reclaman atención para los niños afectados por la guerra en Ucrania.
“Cuando estamos juntos, somos fuertes y no hay que rendirse”, expresó ante los legisladores europeos. “Tenemos que seguir ayudando a los chicos de Ucrania”.
El Parlamento Europeo, en la ciudad francesa de Estrasburgo, quedó en silencio cuando Roman Oleksiv, un nene ucraniano de 11 años, relató cómo sobrevivió a un ataque con misiles rusos. En esa misma ofensivo vio morir a su madre.El testimonio, registrado en video, generó una fuerte conmoción entre los presentes. Inlcuso, su intérprete rompió en llanto.Durante su exposición, Oleksiv recordó el bombardeo ocurrido en julio de 2022 en la ciudad de Vinnytsia, cuando tenía apenas siete años. Tres misiles impactaron en un edificio cercano a un hospital, provocando 24 muertes y más de 200 heridos, según datos oficiales de las autoridades ucranianas.El último contacto con su mamáRoman contó que ese día había ido al hospital con su madre, Halyna, cuando se produjo la explosión. “Esta es la última vez que vi a mi mamá. También fue la última vez que pude decirle adiós”, dijo ante los eurodiputados, con la voz entrecortada.La frase fue tan contundente que la intérprete encargada de traducir sus palabras al resto de los idiomas se quebró emocionalmente y tuvo que ser reemplazada por un colega para continuar con la traducción.El niño relató que pudo ver a su madre bajo los escombros y tocarle el cabello antes de quedar inconsciente. “Logré arrastrarme hasta un lugar seguro”, explicó.Graves heridas y una larga recuperaciónComo consecuencia del ataque, Roman sufrió quemaduras en el 45% de su cuerpo, muchas de ellas profundas, además de heridas por esquirlas y una fractura en un brazo. Permaneció más de 100 días en coma y fue sometido a 35 cirugías.Primero fue atendido en Lviv, en el oeste de Ucrania, y luego trasladado a un centro especializado en Dresde, Alemania, donde pasó casi un año en tratamiento médico y rehabilitación.“Cuando desperté tenía yeso en los brazos, las piernas y la cabeza. No sabíamos si iba a poder caminar o mover las manos”, recordó su padre, Yaroslav Oleksiv, quien lo acompañó durante todo el proceso.La música y el baile como camino de recuperaciónLa rehabilitación incluyó un fuerte apoyo emocional y artístico. Roman retomó su pasión por el baile y comenzó a tocar el acordeón, actividades que lo ayudaron a recuperar equilibrio, fuerza muscular y movilidad en las manos.En 2024, ganó un concurso internacional de ese intrumento y se convirtió en una de las voces jóvenes que reclaman atención para los niños afectados por la guerra en Ucrania.“Cuando estamos juntos, somos fuertes y no hay que rendirse”, expresó ante los legisladores europeos. “Tenemos que seguir ayudando a los chicos de Ucrania”. La Voz

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