Instituto ya mira de reojo el 15 de diciembre, fecha marcada para el arranque de la pretemporada bajo el mando de Daniel Oldrá, quien tiene contrato vigente y todo indica que seguirá al frente del plantel profesional.

Mientras la dirigencia define el rearmado del equipo para 2026, hay un grupo de futbolistas que este año jugaron a préstamo en otros clubes y que deberán presentarse nuevamente en La Agustina para resolver su futuro. Entre ellos aparece un apellido conocido: Nicolás Watson.

El volante central, de 27 años, viene de completar una temporada intensa en San Martín de San Juan, donde disputó 27 partidos como titular.

Más allá del descenso del Verdinegro, su nivel dejó conforme a propios y extraños. Tanto, que en un momento el club cuyano evaluó hacer uso de la opción de compra. Pero el golpe deportivo cambió los planes y el mediocampista debe volver a Instituto, dueño de su ficha.

Watson en el partido entre Rosario Central y San Martín de San Juan. (Fotobaires).

En diálogo con La Voz, Watson fue directo, claro, sin vueltas. Como suele jugar él: de frente.

“Me gustaría volver a Instituto y poder ser protagonista. Todavía no me hablaron. Ni el entrenador, ni el manager, ni la dirigencia. No sé si me van a tener en cuenta o no”, confesó.

Sus palabras, cargadas de sinceridad, también dejan entrever cierta incertidumbre. No solo la suya: “Estuve hablando con otros jugadores que están en la misma situación y tampoco les dijeron nada”.

El Clausura 2025 aún no terminó y, en Alta Córdoba, todos repiten la frase “hay que esperar”. Pero Watson, al igual que todos, sabe lo que quiere. Y lo dice.

“Yo quiero seguir jugando en Primera. En San Juan jugué 27 partidos, terminé siendo titular y creo haber cumplido. Me ofrecieron quedarme, pero mi idea es seguir en la máxima categoría. No pretendo que nadie me asegure una titularidad de entrada, pero no me gustaría quedarme si me dicen que voy a ser la cuarta opción. Quiero ir a un lugar donde sepan que me van a tener en cuenta y que voy a poder realmente pelear por una chance”.

El mediocampista también se definió futbolísticamente, con honestidad brutal y sin marketing: “Yo no soy un lírico como Franco —su hermano—. Soy más rústico, de meter, de trabar, de correr. Y los jugadores de mi estilo tarde o temprano tienen sus chances. Todos los equipos necesitan uno así”.

Su cierre estuvo a tono con su postura: firme pero respetuoso. “Solamente quiero saber si entro en los planes. Me tengo que presentar el 15 de diciembre y claro que me gustaría quedarme, pero tenemos que hablar antes para saber si me van a tener en cuenta”.

Mientras tanto, Watson aprovechará unos días de descanso en Córdoba. Desde allí esperará un llamado que todavía no llegó. La pelota, ahora, la tiene Instituto. Y no es una pelota fácil.

​Instituto ya mira de reojo el 15 de diciembre, fecha marcada para el arranque de la pretemporada bajo el mando de Daniel Oldrá, quien tiene contrato vigente y todo indica que seguirá al frente del plantel profesional. Mientras la dirigencia define el rearmado del equipo para 2026, hay un grupo de futbolistas que este año jugaron a préstamo en otros clubes y que deberán presentarse nuevamente en La Agustina para resolver su futuro. Entre ellos aparece un apellido conocido: Nicolás Watson.El volante central, de 27 años, viene de completar una temporada intensa en San Martín de San Juan, donde disputó 27 partidos como titular. Más allá del descenso del Verdinegro, su nivel dejó conforme a propios y extraños. Tanto, que en un momento el club cuyano evaluó hacer uso de la opción de compra. Pero el golpe deportivo cambió los planes y el mediocampista debe volver a Instituto, dueño de su ficha.En diálogo con La Voz, Watson fue directo, claro, sin vueltas. Como suele jugar él: de frente.“Me gustaría volver a Instituto y poder ser protagonista. Todavía no me hablaron. Ni el entrenador, ni el manager, ni la dirigencia. No sé si me van a tener en cuenta o no”, confesó. Sus palabras, cargadas de sinceridad, también dejan entrever cierta incertidumbre. No solo la suya: “Estuve hablando con otros jugadores que están en la misma situación y tampoco les dijeron nada”.El Clausura 2025 aún no terminó y, en Alta Córdoba, todos repiten la frase “hay que esperar”. Pero Watson, al igual que todos, sabe lo que quiere. Y lo dice.“Yo quiero seguir jugando en Primera. En San Juan jugué 27 partidos, terminé siendo titular y creo haber cumplido. Me ofrecieron quedarme, pero mi idea es seguir en la máxima categoría. No pretendo que nadie me asegure una titularidad de entrada, pero no me gustaría quedarme si me dicen que voy a ser la cuarta opción. Quiero ir a un lugar donde sepan que me van a tener en cuenta y que voy a poder realmente pelear por una chance”.El mediocampista también se definió futbolísticamente, con honestidad brutal y sin marketing: “Yo no soy un lírico como Franco —su hermano—. Soy más rústico, de meter, de trabar, de correr. Y los jugadores de mi estilo tarde o temprano tienen sus chances. Todos los equipos necesitan uno así”.Su cierre estuvo a tono con su postura: firme pero respetuoso. “Solamente quiero saber si entro en los planes. Me tengo que presentar el 15 de diciembre y claro que me gustaría quedarme, pero tenemos que hablar antes para saber si me van a tener en cuenta”.Mientras tanto, Watson aprovechará unos días de descanso en Córdoba. Desde allí esperará un llamado que todavía no llegó. La pelota, ahora, la tiene Instituto. Y no es una pelota fácil.  La Voz

About The Author