Un acto de campaña del presidente Javier Milei en el partido de Tres de Febrero se vio marcado por un serio incidente de seguridad que terminó con la detención de una mujer tras intentar agredir con un cuchillo a un fotógrafo. La sospechosa, de aproximadamente 50 años, había sido previamente demorada por la Gendarmería luego de acercarse peligrosamente al mandatario mientras este ofrecía un discurso desde una camioneta.

El episodio, que causó alarma y reavivó la preocupación por la seguridad en los actos proselitistas, tuvo como uno de sus puntos más críticos la agresión a un trabajador de prensa. Según los informes, tras evadir a la custodia de Gendarmería en un primer momento, la mujer se dirigió hacia un fotógrafo que cubría la actividad, aparentemente con intenciones de apuñalarlo.

Después de este segundo y preocupante intento, la agresora intentó escapar, pero fue interceptada por un policía de civil y arrestada dentro de un supermercado cercano. Las imágenes de su detención, registradas por testigos con sus teléfonos celulares, la muestran visiblemente alterada y gritando que no la filmen.

Si bien no se difundió la identidad del fotógrafo ni la gravedad del ataque, el hecho expone la vulnerabilidad de los trabajadores de prensa durante la cobertura de eventos políticos con alta concurrencia.

Fuentes del caso señalaron que la mujer, pese a la gravedad de los hechos y de haber estado armada cerca del Presidente, así como de haber intentado agredir a un periodista, habría recuperado la libertad, aunque sigue imputada en la causa. Este desenlace generó aún más inquietud en el entorno de La Libertad Avanza, donde se analiza la estrategia de los actos de campaña «cuerpo a cuerpo» y la exposición del Presidente.

Este nuevo episodio de violencia se suma a otros incidentes dirigidos contra periodistas y reporteros gráficos en distintos eventos políticos, y vuelve a encender las alarmas sobre la necesidad de reforzar la seguridad de quienes tienen la tarea de informar.

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