Las autoridades de Finlandia tomó el control de un buque extranjero sospechoso de provocar una rotura en un cable submarino de telecomunicaciones que conecta a dicho país con Estonia a través del mar Báltico.
El incidente, detectado inicialmente por la operadora finlandesa Elisa el pasado miércoles, activó una investigación conjunta ante la sospecha de un nuevo episodio de sabotaje contra infraestructuras críticas en la región.
Interceptación y detención del buque
La Guardia de Fronteras finlandesa identificó la embarcación sospechosa y desplegó una lancha patrullera junto con un helicóptero para interceptarla. Al constatar que el barco navegaba con una de sus anclas sumergidas, las autoridades ordenaron su traslado a un fondeadero en aguas territoriales finlandesas, donde tomaron el control de la nave.
Aunque la policía se negó a revelar el nombre del barco o su nacionalidad, la Fiscalía General ya presentó una acusación formal contra la embarcación por los delitos de sabotaje grave e interferencia agravada en las comunicaciones. En las labores de investigación participan múltiples organismos, incluyendo las Fuerzas Armadas finlandesas, Aduanas y la operadora de red eléctrica Fingrid, además de mantener una estrecha colaboración con las autoridades de Estonia.
Un patrón de incidentes en el Báltico
Este suceso no es un hecho aislado. Desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, los países de la Otan que bordean el mar Báltico se encuentran en alerta máxima tras registrarse diversos cortes en cables eléctricos, conexiones de telecomunicaciones y gasoductos.
- Antecedentes recientes: En diciembre de 2024, Finlandia abordó el petrolero Eagle S, vinculado a Rusia, por un incidente similar donde el arrastre de su ancla dañó conexiones submarinas.
- Dificultades legales: A pesar de las sospechas, un tribunal finlandés desestimó en octubre pasado la causa penal contra la tripulación del Eagle S, argumentando que no se logró demostrar la intencionalidad del daño.
Reacción oficial
El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, manifestó a través de sus redes sociales que el país está preparado para este tipo de desafíos de seguridad y que se encuentran respondiendo “del modo necesario” en cooperación con el Gobierno. Por su parte, el primer ministro Petteri Orpo confirmó que mantiene comunicación directa con su homólogo estonio para coordinar las acciones legales y técnicas.
Las autoridades finlandesas sospechan que estas averías recurrentes podrían ser sabotajes orquestados por el Kremlin, dada la frecuencia de los incidentes en infraestructuras críticas como el gasoducto Balticconnector y diversos cables de alta tensión en los últimos años.
Las autoridades de Finlandia tomó el control de un buque extranjero sospechoso de provocar una rotura en un cable submarino de telecomunicaciones que conecta a dicho país con Estonia a través del mar Báltico. El incidente, detectado inicialmente por la operadora finlandesa Elisa el pasado miércoles, activó una investigación conjunta ante la sospecha de un nuevo episodio de sabotaje contra infraestructuras críticas en la región.Interceptación y detención del buqueLa Guardia de Fronteras finlandesa identificó la embarcación sospechosa y desplegó una lancha patrullera junto con un helicóptero para interceptarla. Al constatar que el barco navegaba con una de sus anclas sumergidas, las autoridades ordenaron su traslado a un fondeadero en aguas territoriales finlandesas, donde tomaron el control de la nave.Aunque la policía se negó a revelar el nombre del barco o su nacionalidad, la Fiscalía General ya presentó una acusación formal contra la embarcación por los delitos de sabotaje grave e interferencia agravada en las comunicaciones. En las labores de investigación participan múltiples organismos, incluyendo las Fuerzas Armadas finlandesas, Aduanas y la operadora de red eléctrica Fingrid, además de mantener una estrecha colaboración con las autoridades de Estonia.Un patrón de incidentes en el BálticoEste suceso no es un hecho aislado. Desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, los países de la Otan que bordean el mar Báltico se encuentran en alerta máxima tras registrarse diversos cortes en cables eléctricos, conexiones de telecomunicaciones y gasoductos.Antecedentes recientes: En diciembre de 2024, Finlandia abordó el petrolero Eagle S, vinculado a Rusia, por un incidente similar donde el arrastre de su ancla dañó conexiones submarinas.Dificultades legales: A pesar de las sospechas, un tribunal finlandés desestimó en octubre pasado la causa penal contra la tripulación del Eagle S, argumentando que no se logró demostrar la intencionalidad del daño.Reacción oficialEl presidente de Finlandia, Alexander Stubb, manifestó a través de sus redes sociales que el país está preparado para este tipo de desafíos de seguridad y que se encuentran respondiendo “del modo necesario” en cooperación con el Gobierno. Por su parte, el primer ministro Petteri Orpo confirmó que mantiene comunicación directa con su homólogo estonio para coordinar las acciones legales y técnicas.Las autoridades finlandesas sospechan que estas averías recurrentes podrían ser sabotajes orquestados por el Kremlin, dada la frecuencia de los incidentes en infraestructuras críticas como el gasoducto Balticconnector y diversos cables de alta tensión en los últimos años. La Voz

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