La Voz

El Gobierno nacional anunció que desde el 1° de enero modifica la actualización del techo y el piso de la banda de flotación cambiaria a la par de la inflación y un plan para la compra de reservas internacionales.

La medida era reclamada por el mercado financiero, que mantenía dudas sobre la forma en que el país acumularía dólares para hacer frente al pago de sus obligaciones de deuda. La decisión fue avalada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A partir del primer día hábil de 2026, el precio máximo y mínimo en el que fluctuará el precio del dólar se moverá de acuerdo al porcentaje de inflación de dos meses antes, informado por el Indec.

En la metodología técnica se denomina “t-2”, lo que equivale a que la banda de enero se actualizará con la inflación de noviembre, que es la última comunicada por el Indec, en este caso 2,5%.

Por otro lado, se iniciará un programa para la compra de reservas consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios.

Durante una conferencia de prensa, Bausili subrayó que el gobierno está “convencido” que el esquema de bandas es el mejor sistema para la actual coyuntura del país. Ante una pregunta de La Voz aclaró que el “movimiento” de las bandas seguirá como hasta ahora: ascendente para el tope superior y descendente para el punto inferior, lo cual lo vuelve irrelevante.

La aplicación del porcentaje de ampliación de la banda será día por día, como funcionaba el crawling peg: o sea, en enero día a día se ajustarán los máximos y mínimo para terminar el mes con un 2,5% por total.

En forma paralela, el BCRA anunció un plan de compra de reservas equivalentes a un 5% del volumen diario que se opere en el mercado de cambio. Esta decisión busca que la salida al mercado del Banco Central o del Tesoro Nacional no le imponga una presión adicional al precio del dólar, lo cual luego puede impactar en los precios.

Además, se harán compras en bloque para evitar impactos en los flujos del mercado. Esto implica que si una empresa, provincia o cualquier otro agente tiene para vender un volumen importante de dólares, el BCRA se los comprará en forma directa a un precio pactado, para que ese volumen no se vuelque al mercado directamente y provoque fuertes oscilaciones en el precio.

Estas decisiones también apuntan a la remonetización de la economía, algo fundamental para lograr la recuperación de la actividad.

La autoridad monetaria señaló que el escenario base de remonetización con el que trabaja prevé un aumento de la base monetaria del 4,2% actual a 4,8% del PBI para diciembre de 2026.

Ese objetivo “podría ser abastecido mediante la compra de U$S10 mil millones, sujeto a la oferta de flujos de la balanza de pagos”, explicaron desde la entidad que dirige, Santiago Bausili.

El cálculo oficial estima que en caso de “un aumento adicional de la demanda de dinero de 1% del PBI las compras podrían ascender U$S 17.000 millones, dependiendo de la oferta de flujos de la balanza de pagos. Este aumento podría sostenerse “sin requerir esfuerzos sostenidos de esterilización”.

Esta posibilidad había sido planteada en diferentes discursos que el ministro, Luis Caputo ofreció la semana pasada.

La intención del gobierno es que la compra de dólares mediante emisión monetaria se realice contra la demanda de dinero genuina, lo cual no obliga a retirar los pesos excedentes (esterilización).

El plan monetario para 2026 también incluye operaciones en el mercado de bonos, cambios sobre los encajes y una serie de medidas adicionales para cumplir con los objetivos de inflación.

Argumentos

El BCRA afirmó que la baja de la inflación en los últimos 18 meses fue compatible con el incremento observado en la demanda de dinero, lo cual permitió un marcado aumento en términos reales de los agregados monetarios.

De esta forma, entre abril de 2024 y noviembre de 2025 la base monetaria aumentó de 2,7% a 4,2% del PBI, mientras que el M3 aumentó de 14,5% a 16,7% del PBI en el mismo período. En paralelo, el crédito bancario en pesos al sector privado se expandió de 4,2% a 9,0% del PBI, “apoyado en la liberación de recursos financieros permitido por el equilibrio fiscal sostenido a lo largo de 23 meses”, dijo el BCRA.

Para la entidad que preside Santiago Bausili “la inestabilidad política iniciada en abril de 2025 interrumpió temporalmente este proceso, reflejándose en un colapso de la demanda de dinero”.

En consecuencia, “ese shock derivó en un episodio de dolarización de portafolios y cobertura cambiaria sin precedentes”.

Para el BCRA, una vez que se superó “de manera exitosa” el período de incertidumbre electoral, “se presentan las condiciones para avanzar en una nueva fase del programa monetario”.

“En comparación a parámetros históricos, en los próximos años los agregados monetarios podrían retomar un sendero de marcado crecimiento en términos reales sin generar presiones inflacionarias”, aseguró la autoridad monetaria.

Históricamente, la monetización de la economía argentina (representada por la base monetaria) osciló entre 8 y 9% del PBI y ahora está por debajo del 4%.

Asimismo, para Bausili y equipo “la recuperación de acceso al mercado internacional de capitales por parte del Tesoro de la Nación para refinanciar sus vencimientos en moneda extranjera permitirá que las compras de reservas se acumulen en el balance del BCRA en lugar de ser utilizadas para la cancelación de deudas.

La comunicación del BCRA se conoció luego del cierre de los mercados en Buenos Aires, pero la respuesta en las plazas internacionales fue positiva y el Riesgo País perforó los 600 puntos.

El dólar oficial cerró a $ 1.465 y el mayorista y a $ 1.442 y habrá que observar su evolución desde este martes para descifrar cuál es la lectura de los agentes económicos sobre las modificaciones.

Vale apuntar que estos cambios eran reclamados por el mercado financiero. Hoy el Tesoro compró U$S 300 millones.

​El Gobierno nacional anunció que desde el 1° de enero modifica la actualización del techo y el piso de la banda de flotación cambiaria a la par de la inflación y un plan para la compra de reservas internacionales.La medida era reclamada por el mercado financiero, que mantenía dudas sobre la forma en que el país acumularía dólares para hacer frente al pago de sus obligaciones de deuda. La decisión fue avalada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).A partir del primer día hábil de 2026, el precio máximo y mínimo en el que fluctuará el precio del dólar se moverá de acuerdo al porcentaje de inflación de dos meses antes, informado por el Indec.En la metodología técnica se denomina “t-2”, lo que equivale a que la banda de enero se actualizará con la inflación de noviembre, que es la última comunicada por el Indec, en este caso 2,5%.Por otro lado, se iniciará un programa para la compra de reservas consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios. Durante una conferencia de prensa, Bausili subrayó que el gobierno está “convencido” que el esquema de bandas es el mejor sistema para la actual coyuntura del país. Ante una pregunta de La Voz aclaró que el “movimiento” de las bandas seguirá como hasta ahora: ascendente para el tope superior y descendente para el punto inferior, lo cual lo vuelve irrelevante.La aplicación del porcentaje de ampliación de la banda será día por día, como funcionaba el crawling peg: o sea, en enero día a día se ajustarán los máximos y mínimo para terminar el mes con un 2,5% por total. En forma paralela, el BCRA anunció un plan de compra de reservas equivalentes a un 5% del volumen diario que se opere en el mercado de cambio. Esta decisión busca que la salida al mercado del Banco Central o del Tesoro Nacional no le imponga una presión adicional al precio del dólar, lo cual luego puede impactar en los precios.Además, se harán compras en bloque para evitar impactos en los flujos del mercado. Esto implica que si una empresa, provincia o cualquier otro agente tiene para vender un volumen importante de dólares, el BCRA se los comprará en forma directa a un precio pactado, para que ese volumen no se vuelque al mercado directamente y provoque fuertes oscilaciones en el precio.Estas decisiones también apuntan a la remonetización de la economía, algo fundamental para lograr la recuperación de la actividad.La autoridad monetaria señaló que el escenario base de remonetización con el que trabaja prevé un aumento de la base monetaria del 4,2% actual a 4,8% del PBI para diciembre de 2026. Ese objetivo “podría ser abastecido mediante la compra de U$S10 mil millones, sujeto a la oferta de flujos de la balanza de pagos”, explicaron desde la entidad que dirige, Santiago Bausili.El cálculo oficial estima que en caso de “un aumento adicional de la demanda de dinero de 1% del PBI las compras podrían ascender U$S 17.000 millones, dependiendo de la oferta de flujos de la balanza de pagos. Este aumento podría sostenerse “sin requerir esfuerzos sostenidos de esterilización”.Esta posibilidad había sido planteada en diferentes discursos que el ministro, Luis Caputo ofreció la semana pasada.La intención del gobierno es que la compra de dólares mediante emisión monetaria se realice contra la demanda de dinero genuina, lo cual no obliga a retirar los pesos excedentes (esterilización). El plan monetario para 2026 también incluye operaciones en el mercado de bonos, cambios sobre los encajes y una serie de medidas adicionales para cumplir con los objetivos de inflación. ArgumentosEl BCRA afirmó que la baja de la inflación en los últimos 18 meses fue compatible con el incremento observado en la demanda de dinero, lo cual permitió un marcado aumento en términos reales de los agregados monetarios. De esta forma, entre abril de 2024 y noviembre de 2025 la base monetaria aumentó de 2,7% a 4,2% del PBI, mientras que el M3 aumentó de 14,5% a 16,7% del PBI en el mismo período. En paralelo, el crédito bancario en pesos al sector privado se expandió de 4,2% a 9,0% del PBI, “apoyado en la liberación de recursos financieros permitido por el equilibrio fiscal sostenido a lo largo de 23 meses”, dijo el BCRA. Para la entidad que preside Santiago Bausili “la inestabilidad política iniciada en abril de 2025 interrumpió temporalmente este proceso, reflejándose en un colapso de la demanda de dinero”.En consecuencia, “ese shock derivó en un episodio de dolarización de portafolios y cobertura cambiaria sin precedentes”.Para el BCRA, una vez que se superó “de manera exitosa” el período de incertidumbre electoral, “se presentan las condiciones para avanzar en una nueva fase del programa monetario”.“En comparación a parámetros históricos, en los próximos años los agregados monetarios podrían retomar un sendero de marcado crecimiento en términos reales sin generar presiones inflacionarias”, aseguró la autoridad monetaria.Históricamente, la monetización de la economía argentina (representada por la base monetaria) osciló entre 8 y 9% del PBI y ahora está por debajo del 4%.Asimismo, para Bausili y equipo “la recuperación de acceso al mercado internacional de capitales por parte del Tesoro de la Nación para refinanciar sus vencimientos en moneda extranjera permitirá que las compras de reservas se acumulen en el balance del BCRA en lugar de ser utilizadas para la cancelación de deudas.La comunicación del BCRA se conoció luego del cierre de los mercados en Buenos Aires, pero la respuesta en las plazas internacionales fue positiva y el Riesgo País perforó los 600 puntos.El dólar oficial cerró a $ 1.465 y el mayorista y a $ 1.442 y habrá que observar su evolución desde este martes para descifrar cuál es la lectura de los agentes económicos sobre las modificaciones.Vale apuntar que estos cambios eran reclamados por el mercado financiero. Hoy el Tesoro compró U$S 300 millones.  ​

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