La Voz

El juicio de los Cuadernos de las coimas sigue adelante en el Tribunal Oral Federal N°7 (TOF N°7) con la lectura de las imputaciones de la fiscalía en el marco del expediente paralelo conocido en Comodoro Py como “La Camarita”.

El avance del juicio oral en la causa Cuadernos sumó nuevas definiciones sobre la trama de presunta corrupción en la obra pública bajo los gobiernos kirchneristas.

Roberto Herrera, abogado de Víctor Manzanares —excontador de la familia Kirchner—, afirmó a La Voz En Vivo que los testimonios de los arrepentidos coinciden en señalar a Cristina Kirchner como la destinataria final de las coimas recolectadas entre empresarios y funcionarios.

Herrera subrayó que el mecanismo investigado quedó expuesto en la quinta audiencia del debate oral, donde se repasaron las declaraciones de arrepentidos y testigos, incluyendo exfuncionarios y empresarios del rubro de la construcción.

“Lo de los cuadernos ya es secundario, acá ya hay muchas pruebas”, dijo. Sobre Manzanares ya sabe que al ser “arrepentido” será condenado pero con reducción de penas.

“Incluso hasta el propio Manzanares, cuando habla de Daniel Muñoz, cómo se llevaba el dinero a Río Gallegos y cómo entraba ese dinero a la casa de los padres de Néstor Kirchner”, relató el abogado. “Sólo los viernes recibía entre 2 ó 3 millones de dólares” para llevar.

Según la reconstrucción, el secretario privado de los Kirchner, Daniel Muñoz, viajaba semanalmente con dinero en efectivo hacia Río Gallegos.

“Se llevaron muchísimo dinero de la corrupción”.

“Una vez por semana, Daniel Muñoz viajaba a Río Gallegos, mayormente los viernes. Manzanares iba a buscarlo al aeropuerto, llevaban la valija de dinero a la casa de los padres de Néstor Kirchner. Entraba solamente Daniel Muñoz y a la hora, hora y media, salía ya con un bolso de dinero para él. Ese bolso podía ser entre dos o tres millones de dólares, depende de la recaudación de esa semana”, señaló Herrera.

Esos fondos, explicó, se distribuían de modo tal que una parte quedaba en manos de Muñoz como comisión, mientras que el resto permanecía en la residencia de los padres del expresidente.

Clarens, figura clave

La figura central de la jornada del jueves fue Ernesto Clarens, el financista de las coimas, cuya declaración como arrepentido está siendo recitada por los secretarios del Tribunal. El caso, que investiga la cartelización de la obra pública, se centra en el vínculo entre la Cámara Argentina de Empresas Viales y funcionarios como Julio De Vido y José López.

La acusación contra los 52 imputados, que incluye a Cristina Fernández de Kirchner (CFK), se centra en la recolección de coimas que garantizaban retornos de entre un 3% y un 20% sobre el dinero público.

La bóveda, dinero húmedo y el “sistema McPato”

El relato de Clarens, viejo lobo de la escena política de Santa Cruz, incluyó detalles de supuestas maniobras de acopio de dinero en el sur.

El financista recordó conversaciones con Daniel Muñoz, fallecido secretario de Néstor Kirchner. Muñoz le describió que el efectivo estaba guardado en archivos metálicos dentro de una bóveda, ubicada en el subsuelo de la casa del matrimonio Kirchner en El Calafate.

Muñoz, acusado principal en la trama de lavado, comentó que el dinero era transportado los viernes mediante aviones oficiales que partían del sector militar de Aeroparque con destino a El Calafate.

En una ocasión, la cantidad de dinero era tanta que los bolsos tuvieron que ser ingresados por la cocina de la casa, a vista de los cocineros y empleados.

Respecto a Néstor Kirchner, Clarens mencionó que Lázaro Báez lo comparaba con “Rico Mc Pato” por su gusto por el dinero en efectivo.

Juicio Cuadernos: Cristina Kirchner, tuvo que mostrar su cara en plena audiencia virtual. (Gentileza)

Los “listados” aprobados por la cúpula

La acusación leída también incluyó extractos de la confesión de José Francisco López, ex secretario de Obra Pública, quien declaró como imputado colaborador en 2018.

López relató que elaboraba listados de pagos a empresas de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) basándose en el cupo presupuestario fijado por Roberto Baratta y el ministro De Vido.

Afirmó que ese listado era requerido “todos lo meses por Cristina y de Vido”.

López entregaba los listados “en mano y en papel, a cada uno por su lado”. La ex presidenta, según su relato, fijaba los montos que debían cobrar las empresas favoritas —Austral, Electroingeniería y JCR—, y el saldo restante se repartía proporcionalmente.

El ex secretario también detalló el mecanismo para la entrega de los fondos a De Vido: Clarens entregaba a Germán Ariel Nivello, y este a López, quien dejaba los sobres conteniendo entre 100 mil y 300 mil dólares en el baño de la oficina de De Vido, sobre el lavabo o la tapa del bidet.

El castigo por no pagar y la coerción

La dinámica de la cartelización se evidenció a través de los testimonios de los empresarios arrepentidos.

Aldo Benito Roggio, presidente del holding homónimo y acusado del pago de 14 sobornos en este expediente, recordó una frase del exsuperministro De Vido.

Roggio relató que, en una oportunidad, De Vido le dijo: “No se puede hacer política sin plata”.

El empresario cordobés relató que aquellos que no aceptaron contribuir sentían “el rigor” del sistema, con demoras extensas en el pago de certificados y redeterminaciones de precios. Clarens era visto como el gestor para lograr el pago de esos certificados morosos, ante el “apriete” de funcionarios como De Vido, López y Baratta.

La lectura de la voluminosa acusación del caso “La Camarita”, que tiene 420 páginas, continuará su décima jornada el martes 16 de diciembre a las 13.30. El proceso judicial está programado para reanudarse el 2 de febrero del próximo año, tras la feria judicial de verano, cuando iniciarán las indagatorias presenciales de los acusados.

​El juicio de los Cuadernos de las coimas sigue adelante en el Tribunal Oral Federal N°7 (TOF N°7) con la lectura de las imputaciones de la fiscalía en el marco del expediente paralelo conocido en Comodoro Py como “La Camarita”. El avance del juicio oral en la causa Cuadernos sumó nuevas definiciones sobre la trama de presunta corrupción en la obra pública bajo los gobiernos kirchneristas. Roberto Herrera, abogado de Víctor Manzanares —excontador de la familia Kirchner—, afirmó a La Voz En Vivo que los testimonios de los arrepentidos coinciden en señalar a Cristina Kirchner como la destinataria final de las coimas recolectadas entre empresarios y funcionarios.Herrera subrayó que el mecanismo investigado quedó expuesto en la quinta audiencia del debate oral, donde se repasaron las declaraciones de arrepentidos y testigos, incluyendo exfuncionarios y empresarios del rubro de la construcción. “Lo de los cuadernos ya es secundario, acá ya hay muchas pruebas”, dijo. Sobre Manzanares ya sabe que al ser “arrepentido” será condenado pero con reducción de penas.“Incluso hasta el propio Manzanares, cuando habla de Daniel Muñoz, cómo se llevaba el dinero a Río Gallegos y cómo entraba ese dinero a la casa de los padres de Néstor Kirchner”, relató el abogado. “Sólo los viernes recibía entre 2 ó 3 millones de dólares” para llevar.Según la reconstrucción, el secretario privado de los Kirchner, Daniel Muñoz, viajaba semanalmente con dinero en efectivo hacia Río Gallegos. “Se llevaron muchísimo dinero de la corrupción”.“Una vez por semana, Daniel Muñoz viajaba a Río Gallegos, mayormente los viernes. Manzanares iba a buscarlo al aeropuerto, llevaban la valija de dinero a la casa de los padres de Néstor Kirchner. Entraba solamente Daniel Muñoz y a la hora, hora y media, salía ya con un bolso de dinero para él. Ese bolso podía ser entre dos o tres millones de dólares, depende de la recaudación de esa semana”, señaló Herrera. Esos fondos, explicó, se distribuían de modo tal que una parte quedaba en manos de Muñoz como comisión, mientras que el resto permanecía en la residencia de los padres del expresidente.Clarens, figura claveLa figura central de la jornada del jueves fue Ernesto Clarens, el financista de las coimas, cuya declaración como arrepentido está siendo recitada por los secretarios del Tribunal. El caso, que investiga la cartelización de la obra pública, se centra en el vínculo entre la Cámara Argentina de Empresas Viales y funcionarios como Julio De Vido y José López.La acusación contra los 52 imputados, que incluye a Cristina Fernández de Kirchner (CFK), se centra en la recolección de coimas que garantizaban retornos de entre un 3% y un 20% sobre el dinero público.La bóveda, dinero húmedo y el “sistema McPato”El relato de Clarens, viejo lobo de la escena política de Santa Cruz, incluyó detalles de supuestas maniobras de acopio de dinero en el sur.El financista recordó conversaciones con Daniel Muñoz, fallecido secretario de Néstor Kirchner. Muñoz le describió que el efectivo estaba guardado en archivos metálicos dentro de una bóveda, ubicada en el subsuelo de la casa del matrimonio Kirchner en El Calafate.Muñoz, acusado principal en la trama de lavado, comentó que el dinero era transportado los viernes mediante aviones oficiales que partían del sector militar de Aeroparque con destino a El Calafate.En una ocasión, la cantidad de dinero era tanta que los bolsos tuvieron que ser ingresados por la cocina de la casa, a vista de los cocineros y empleados.Respecto a Néstor Kirchner, Clarens mencionó que Lázaro Báez lo comparaba con “Rico Mc Pato” por su gusto por el dinero en efectivo.Los “listados” aprobados por la cúpulaLa acusación leída también incluyó extractos de la confesión de José Francisco López, ex secretario de Obra Pública, quien declaró como imputado colaborador en 2018.López relató que elaboraba listados de pagos a empresas de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) basándose en el cupo presupuestario fijado por Roberto Baratta y el ministro De Vido.Afirmó que ese listado era requerido “todos lo meses por Cristina y de Vido”.López entregaba los listados “en mano y en papel, a cada uno por su lado”. La ex presidenta, según su relato, fijaba los montos que debían cobrar las empresas favoritas —Austral, Electroingeniería y JCR—, y el saldo restante se repartía proporcionalmente.El ex secretario también detalló el mecanismo para la entrega de los fondos a De Vido: Clarens entregaba a Germán Ariel Nivello, y este a López, quien dejaba los sobres conteniendo entre 100 mil y 300 mil dólares en el baño de la oficina de De Vido, sobre el lavabo o la tapa del bidet.El castigo por no pagar y la coerciónLa dinámica de la cartelización se evidenció a través de los testimonios de los empresarios arrepentidos.Aldo Benito Roggio, presidente del holding homónimo y acusado del pago de 14 sobornos en este expediente, recordó una frase del exsuperministro De Vido.Roggio relató que, en una oportunidad, De Vido le dijo: “No se puede hacer política sin plata”.El empresario cordobés relató que aquellos que no aceptaron contribuir sentían “el rigor” del sistema, con demoras extensas en el pago de certificados y redeterminaciones de precios. Clarens era visto como el gestor para lograr el pago de esos certificados morosos, ante el “apriete” de funcionarios como De Vido, López y Baratta.La lectura de la voluminosa acusación del caso “La Camarita”, que tiene 420 páginas, continuará su décima jornada el martes 16 de diciembre a las 13.30. El proceso judicial está programado para reanudarse el 2 de febrero del próximo año, tras la feria judicial de verano, cuando iniciarán las indagatorias presenciales de los acusados.  ​

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