Con un vestido blanco ceñido, María Belén Ludueña (39) recibe a ¡HOLA! Argentina en su departamento de Palermo Chico. El look no es casual. Hace apenas unas semanas empezó a “asomarse” su panza de embarazada, por lo que está feliz de lucirla y compartir la noticia más esperada. “Todavía no puedo creer que voy a tener un hijo”, cuenta emocionada la conductora de Tarde o temprano, quien, tras realizarse un tratamiento de fertilización asistida, hoy espera la llegada de su primer hijo junto a su marido, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri (60). “ Ya llevo dieciocho semanas de embarazo y lo estoy disfrutando un montón. Los primeros meses fueron más difíciles porque con el tratamiento tuve que tomar muchas hormonas todos los días y eso afectó directamente mis estados de ánimo. Me cambió muchísimo el humor”, dice.

Todavía no armó
la habitación, pero ya tiene los
primeros regalos para su bebé:
ropa y algunos muñecos

–¿Cómo fue el momento en que te enteraste?

–Me llamó por teléfono una de mis médicas, Florencia Nodar, justo diez minutos antes de entrar al programa. Lo primero que hice fue llorar de emoción y llamar a Jorge. “Estoy embarazada”, le dije. Y de ahí, tuve que salir al programa. Me acuerdo que tenía puesto un vestido colorado y todos me decían lo linda y radiante que estaba. Hay algo de la mirada, de cómo el otro te perciba, que no se puede disimular.

–¿Siempre tuviste el deseo de ser madre?

–En realidad, fue un sueño de más grande. De todas maneras, siempre tomé todos los recaudos y a los 36 congelé óvulos.

En el balcón, con una espectacular
vista de la ciudad de Buenos
Aires. “Me entrego mucho a lo que
tenga que ser, como que me voy
guiando de acuerdo a lo que siento
y necesito. Veremos a medida que
pasa el tiempo si es parto natural
o cesárea”, explica la mujer del
jefe de Gobierno porteño, Jorge
Macri

–Fuiste previsora.

–[Se ríe]. En realidad me empezó a pasar que mis amigas se lo estaban haciendo porque muchas ya casi no tenían reserva ovárica. Es algo que ahora se está recontra recomendando. Yo recién me había casado, y si bien en ese momento no estaba pensando en ser madre, sí sentí que al congelar óvulos compraba un poco más de tiempo.

–¿Cuándo empezaron a buscar?

–El año pasado. Jorge fue clave porque vio que yo estaba muy tranquila con el tema y me empezó a apurar un poco. [Se ríe]. Me dijo: “Vamos a hacerlo”. No fue “te acompaño”, sino que se involucró por completo.

–La paternidad era un proyecto de los dos.

–Exacto, él lo toma así. Es muy bueno tener un compañero que a los 60 me diga: “Che, yo también quiero ser padre”. Yo lo escuchaba entusiasmado en sus charlas con amigos donde contaba que quería tener un hijo y no lo podía creer.

–¿Te costó tomar la decisión de hacerte ese lugar para la maternidad?

–No, no tenía dudas… Tal vez algunos miedos. Empecé terapia porque quería prepararme para el momento de ser mamá, para tomar la decisión y darle espacio también a eso. En algún punto, necesitaba preparar mi camino. Me acuerdo que mi psicólogo en un momento me firmó un certificado y me dijo: “Ya estás lista para ser mamá”… Una manera de decir también: “Bueno, basta de excusas. Empecemos con esto”.

En su estudio con vista a la avenida Libertador,
María Belén Ludueña, conductora de Tarde o
temprano, termina de organizar su día. A un lado,
una imagen de la Virgen de Lourdes, de quien
es devota. “Cuando quedé embarazada fui a
agradecerle porque realmente creo que también
tuvo mucho que ver en todo esto”, dice

–¿Y ahora estás nerviosa?

–No. Pero sé que lo que se viene es fuerte. Cuando lo pienso, entiendo que vale la pena cada cosa que hice para llegar hasta acá, cada paso que di, cada estudio que hice, cada inyección, cada frustración en el camino… a todo eso le encontré un sentido cuando vi la primera ecografía del bebé. Me emocioné muchísimo. Ni hablar cuando en la misma transferencia, ves cómo el embrión se va abriendo camino a través de una pantalla. Me acuerdo que me pusieron música mientras Jorge me agarraba de la mano. Y yo me había llevado además la Virgen de Lourdes. Cuando salí le dije: “Creo que voy a quedar embarazada y es un varón”. Rarísimo.

–¿Fueron muchos tratamientos que tuviste que hacer?

–Y fue un camino largo. Sé que hay historias mucho más duras, pero a nosotros nos costó un año por lo menos. Después de unos meses de buscar me puse un límite. Si no se daba, iba a tomarme un tiempo de descanso antes de volver a intentarlo. Someter el cuerpo a un tratamiento también tiene su costo. La frustración también es dolorosa, el cuerpo te cambia, las emociones están a flor de piel.

Junto a Jorge Macri en
la final del Abierto Argentino de
Polo en Palermo

–¿Tenías miedo de no quedar embarazada?

–No, siempre tuve la esperanza de que lo iba a lograr, siempre supe que algún día iba a ser mamá. Soy muy católica, muy aferrada a la fe. Rezaba en cada iglesia que iba, especialmente a la Gruta de Lourdes, en Mar del Plata. Cuando quedé embarazada fui a agradecerle a la Virgen porque realmente creo que también tuvo que ver en todo esto.

–¿Eligieron nombre?

–Sí, pero está todavía debatiéndose. El padre no está tan convencido… Igual, ya sabemos que va a terminar siendo el nombre que digo yo, ¿no? [Se ríe].

–¿Le ponés música?

–La verdad es que hasta que no conecté realmente con el embarazo, no hice nada de eso; creo que durante los primeros meses mi cerebro todavía no había hecho el clic. Recién cuando empezó a salir la pancita, ahí fue cuando me cayó la ficha, todo se hizo más real. Empecé a hablarle al bebé. Hoy me toco la panza, pongo canciones de Coldplay, le hablo cuando estoy en la ducha, si estoy medio triste o mal por alguna situación, se la cuento y digo: “Vamos, bebito”.

–Te emocionaste…

–Sí, es increíble lo que estoy viviendo. [Se ríe]. Jorge el otro día me dijo: “¿Vos te diste cuenta de que ya lo amás sin conocerlo?”. Y es así, salgo llorando de todas las ecografías. En todas me pasa lo mismo. Lo veo en la pantalla y pienso que mi bebé va a ser el más lindo del mundo.

–¿Te animás a fantasear esa vida con tu hijo?

–Me imagino siendo una madre muy compañera de mi hijo y él me va a proteger seguro. También me imagino cuidándolo mucho, llevándolo al colegio, viajando con él, siendo una madre buena onda, laburante. Una mamá que le enseñe lo importante del esfuerzo, de mostrarle el camino recorrido y decirle: “Las cosas cuestan”, quiero enseñarle los valores de mi familia también. Por suerte estoy con Jorge, que ya tiene experiencia, con lo cual me siento muy relajada porque tengo un maestro al lado que ya tuvo tres hijos, entonces entiende.

–¿Qué estás descubriendo en esta maternidad?

–Aprendí a correrme de mi centro, algo que ya está sucediendo. Si bien hoy estoy en un muy buen momento profesional, mi foco está puesto en el bebé. Eso para mí es lo más importante. Creo que la llegada de este bebé va a traer mucha alegría a nuestra familia. No sé si voy a tener otro hijo o voy a volver a vivir una experiencia como esta, entonces quiero disfrutarla todo lo que pueda.

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana

​La periodista comparte su felicidad y cuenta cómo transita la maternidad junto a su marido, Jorge Macri  

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