Un hombre de 48 años murió en la ciudad de Chennai, en el sur de la India, tras ser atacado por un perro de raza pitbull, un suceso que aviva el debate nacional sobre el peligro de los perros, desatado la semana pasada por la controvertida orden del Tribunal Supremo de retirar a todos los canes callejeros de Nueva Delhi.
El incidente ocurrió en la tarde del martes, cuando Karunakaran, un jornalero, pasaba por delante de la casa de su vecina y el pitbull, que la mujer tenía como perro guardián, se soltó y le atacó, causándole heridas mortales en el muslo y las partes íntimas, informó la policía los medios.
La dueña del animal también resultó herida al intentar controlarlo.
La policía ha detenido a la propietaria, acusada de muerte por negligencia. El perro, por su parte, ha sido retenido por las autoridades municipales y puesto en aislamiento.

El pitbull está en una lista de 23 razas cuya importación, cría y venta fueron prohibidas por el gobierno central en 2024. Sin embargo, la aplicación de esta prohibición se encuentra actualmente suspendida por una orden judicial.
El suceso se produce en un momento de tensión social en la India después de que la semana pasada, el Tribunal Supremo ordenase la retirada y el confinamiento permanente de todos los perros callejeros de Nueva Delhi para atajar la crisis de salud pública por las mordeduras y la rabia.
La decisión desató una tormenta de protestas por parte de activistas y celebridades, y ahora está siendo revisada por el propio presidente de la corte.
Una crisis de salud pública
En la India hay apenas un 15% de perros vacunados, y concentra un tercio de las muertes por rabia del planeta, con unas 20.000 víctimas anuales según la OMS. Solo en Nueva Delhi se reportan más de 100.000 mordeduras al año, y en todo el país los ataques superaron el millón en el primer semestre de 2023.
Según cifras del Gobierno de la India, las muertes humanas sospechosas por rabia registraron un leve aumento en los últimos años: 21 casos en 2022, 50 en 2023 y 54 en 2024, de acuerdo con datos del Centro Nacional para el Control de Enfermedades (NCDC).
La activista señala que los datos oficiales también indican que, en estados como Kerala, la mayoría de las mordeduras graves proceden de perros de compañía, hasta el 76,5% en algunos hospitales, y no de callejeros esterilizados.
La directora de proyectos de incidencia de PETA India, la organización animalista con más influencia del país, Khushboo Gupta explicó que la mayoría de las quejas por mordeduras proceden de apartamentos y nuevas urbanizaciones donde los residentes buscan un espacio libre de perros.
Sin embargo, aclara que estos animales no son callejeros, sino comunitarios, ya presentes en la zona mucho antes de que se construyeran los edificios. “La intolerancia hacia los animales no es la solución. Nuestra compasión y amabilidad, como indica la Constitución y nuestras leyes, sí lo es”, concluye.
Así, la batalla legal y social trata de decidir sobre la responsabilidad del Estado, la convivencia en las megaciudades y la búsqueda de un equilibrio casi imposible entre dos realidades que se cruzan cada día en la misma acera: la mano que alimenta y la cicatriz que teme.
(con información de EFE)
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