Coincidiendo con el 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, profesionales de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alertaron sobre la difusión creciente de consejos sin sustento científico, entre ellos el consumo de vinagre de manzana sin filtrar para controlar los niveles de glucosa.

El endocrinólogo Cristóbal Morales sostuvo que esta práctica “no tiene respaldo clínico” y puede generar riesgos cuando reemplaza tratamientos indicados por médicos.

Una enfermedad frecuente y de manejo complejo

Morales recordó que la diabetes es una enfermedad crónica. Su abordaje requiere una combinación de plan de alimentación, actividad física, descanso adecuado, control del estrés y medicación ajustada por profesionales.

El especialista remarcó que, por la complejidad del cuadro, muchos pacientes suelen buscar soluciones rápidas en internet.

“Cada vez más vemos personas que abandonan tratamientos tras escuchar a influencers que no son profesionales sanitarios”, indicó. Y reclamó avanzar en una regulación que limite este tipo de mensajes en redes sociales.

El mito del vinagre de manzana

En los últimos años se expandió en plataformas digitales la idea de que el vinagre de manzana sin filtrar ayuda a mejorar el control glucémico. Según Morales, esa atribución se basa en el supuesto efecto del ácido acético, componente presente en el vinagre.

Sin embargo, aclaró que la evidencia disponible es escasa y contradictoria. Los estudios realizados son “muy pequeños”, con mejoras mínimas que “no se aplican en la práctica clínica”. Ninguna guía de manejo de la diabetes recomienda este producto como herramienta terapéutica.

El especialista señaló que el impacto del ácido acético se limita a un “leve enlentecimiento del vaciado gástrico”, lo que podría retrasar la digestión de carbohidratos. “Ese efecto es muy leve y deja de tener valor terapéutico”, precisó.

Riesgos y consecuencias

Además de su ineficacia para el control de la diabetes, el consumo reiterado de vinagre de manzana puede provocar erosión dental y otras molestias por tratarse de un ácido. Pero el principal riesgo, subrayó Morales, es que la creencia en estos métodos lleve a los pacientes a sustituir medicamentos o a modificar pautas indicadas por su endocrinólogo.

“Cualquier cambio, nutricional, de ejercicio o de hábitos, modifica los niveles de glucosa, especialmente en personas que usan insulina”, explicó. Por eso, insistió en que no deben seguirse “pseudoconsejos” promovidos por influencers o vendedores de suplementos.

Las personas con diabetes que hacen ejercicio una o dos veces por semana reducen significativamente su riesgo de muerte, según un estudio de Harvard. (Europa Press)

Qué recomiendan las guías científicas

Las guías internacionales y las recomendaciones de la SEEN apuntan a reforzar la educación nutricional, el ajuste de insulina según consumo de carbohidratos y la actividad física regular como pilares del tratamiento.

Morales concluyó que la diabetes, por su complejidad, requiere acompañamiento profesional permanente. “Lo mejor es confiar en el equipo sanitario, que es quien puede orientar cada decisión. Sólo así se logra una buena calidad de vida y se reducen las complicaciones”, sostuvo.

​Coincidiendo con el 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, profesionales de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alertaron sobre la difusión creciente de consejos sin sustento científico, entre ellos el consumo de vinagre de manzana sin filtrar para controlar los niveles de glucosa. El endocrinólogo Cristóbal Morales sostuvo que esta práctica “no tiene respaldo clínico” y puede generar riesgos cuando reemplaza tratamientos indicados por médicos.Una enfermedad frecuente y de manejo complejoMorales recordó que la diabetes es una enfermedad crónica. Su abordaje requiere una combinación de plan de alimentación, actividad física, descanso adecuado, control del estrés y medicación ajustada por profesionales.El especialista remarcó que, por la complejidad del cuadro, muchos pacientes suelen buscar soluciones rápidas en internet. “Cada vez más vemos personas que abandonan tratamientos tras escuchar a influencers que no son profesionales sanitarios”, indicó. Y reclamó avanzar en una regulación que limite este tipo de mensajes en redes sociales.El mito del vinagre de manzanaEn los últimos años se expandió en plataformas digitales la idea de que el vinagre de manzana sin filtrar ayuda a mejorar el control glucémico. Según Morales, esa atribución se basa en el supuesto efecto del ácido acético, componente presente en el vinagre.Sin embargo, aclaró que la evidencia disponible es escasa y contradictoria. Los estudios realizados son “muy pequeños”, con mejoras mínimas que “no se aplican en la práctica clínica”. Ninguna guía de manejo de la diabetes recomienda este producto como herramienta terapéutica.El especialista señaló que el impacto del ácido acético se limita a un “leve enlentecimiento del vaciado gástrico”, lo que podría retrasar la digestión de carbohidratos. “Ese efecto es muy leve y deja de tener valor terapéutico”, precisó.Riesgos y consecuenciasAdemás de su ineficacia para el control de la diabetes, el consumo reiterado de vinagre de manzana puede provocar erosión dental y otras molestias por tratarse de un ácido. Pero el principal riesgo, subrayó Morales, es que la creencia en estos métodos lleve a los pacientes a sustituir medicamentos o a modificar pautas indicadas por su endocrinólogo.“Cualquier cambio, nutricional, de ejercicio o de hábitos, modifica los niveles de glucosa, especialmente en personas que usan insulina”, explicó. Por eso, insistió en que no deben seguirse “pseudoconsejos” promovidos por influencers o vendedores de suplementos.Qué recomiendan las guías científicasLas guías internacionales y las recomendaciones de la SEEN apuntan a reforzar la educación nutricional, el ajuste de insulina según consumo de carbohidratos y la actividad física regular como pilares del tratamiento.Morales concluyó que la diabetes, por su complejidad, requiere acompañamiento profesional permanente. “Lo mejor es confiar en el equipo sanitario, que es quien puede orientar cada decisión. Sólo así se logra una buena calidad de vida y se reducen las complicaciones”, sostuvo.  La Voz

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