«El truequecito de Castex arrancó por la gran necesidad que existe, porque si comprás una remera no podés comprar un kilo de carne picada. Todo aumenta todos los días, y como tiene un movimiento tremendo aspiramos tener un espacio físico para que la gente se pueda reunir a hacer trueques, porque es mejor que hacerlo por WhatsApp», explicó la castense Natalí Kurtz. La entrevistada consideró que esta iniciativa surgió porque la gente «está desesperada por conseguir trabajo y no le alcanza para comer».
La historia de la joven Natalí Kurtz está atravesada por el trueque. Aún recuerda que era una adolescente cuando su madre, Amanda Rodríguez, fue una de las responsables del entonces denominado «Club del Trueque», que llegó a esta localidad tras la crisis del 2001 desencadenada por la caída del gobierno de Fernando De la Rúa.
Hoy centenares de castenses se sumaron a un grupo de WhatsApp para hacer trueques, y aún no cuentan con un espacio físico y tampoco tienen los «troqueles» de aquellos tiempos dolorosos de nuestro país, donde proliferaban las cuasi monedas, se criaban caracoles (supuestamente para exportar) y se dictaban talleres para enseñar a cocinar con soja, por ejemplo.
Recorrer el grupo permite percibir que hay quienes «no la ven». La gente ofrece -principalmente- ropa y electrodomésticos por mercadería y ahora artículos escolares. Los altos precios de guardapolvos, mochilas y zapatillas para los niños que comenzarán -si Nación gira el dinero adeudado a las provincias- el ciclo lectivo 2024, no resulta fácil de afrontar para las familias.
«¿Hay algún guardapolvo en permuta?», consulta una mujer; mientras que otro ofrece un televisor «de los cuadrados» por «carne y mercadería». En otro posteo permutan un cuaderno de 98 hojas cuadriculadas. Y otra de las usuarias aclara que ofrece ropa para permutar por talles más grandes o directamente «por mercadería».
«Buscamos un espacio».
Kurtz explicó que hace pocos días se habilitó el grupo de WhatsApp y que ya tiene varios centenares de participantes. «La intención es hacer reuniones donde se pueda canjear ropa, mercadería o alimentos, porque hoy la gente que gana 50 mil pesos por semana cuando va al supermercado no compra dos bolsas. Y ni hablar si necesitás comprar un pantalón o una remera, ahí ya no te alcanza», explicó.
Deja tu comentario!