“Espero que esta etapa política termine, después de cuatro años de sufrimiento, con un aprendizaje, que le sirva a la gente para pensar un como mejorar en la próxima elección. Entiendo los sentimientos de la gente, que venía de varios malos gobiernos y a veces no quiere perder tiempo escarbando en los antecedentes e intereses que hay detrás de cada candidato. Pero la mayoría votó esto y ahora tendrán que aguantarlo, a ver si tienen las pelotas para aguantar los resultados de lo que votaron en una elección sin alegría, cuando eligieron por bronca, pensando que era el mal menor o porque querían sacarse de encima el gobierno anterior”, advirtió Luis Alberto “Changui” Cáceres.
El histórico dirigente radical dialogó con Radio Noticias desde su Santa Fe natal y fue consultado por el peligro de contar con un presidente que pretende la suma del poder público. “Si estoy dispuesto a aguantarlo yo, que lo anticipé, con más razón tendrán que aguantar quienes lo votaron”, reiteró, y vaticinó que “si bien dentro de cuatro años estaremos en el subsuelo del subsuelo, es necesario garantizar las instituciones republicanas: creo en la Constitución y creo en la democracia, que podrá ser perfectible, pero es el mejor sistema de gobierno hasta ahora”.
Si bien está convencido de que “Javier Milei destruirá el país” aclaró que debemos “garantizar que cumpla su mandato, porque los argentinos no podemos volver a abrirle una puerta a gobiernos inconstitucionales, como en el ‘66 cuando derrocaron a Arturo Illia o en 1976 cuando se instaló la última dictadura”.
“Una aberración”.
Además, a sus “80 años cumplidos”, Changui tiene claro que “no llegamos a una situación como ésta por un error circunstancial, sino por un cúmulo de promesas incumplidas y gobiernos fallidos que dicen una cosa y terminan haciendo otra, con resultados desastrosos”. Según el mítico referente santafesino, “este DNU resulta una aberración porque sobrepasa todos los límites y liquida una división de poderes que, si bien tampoco venía respetándose mucho, es la única garantía republicana: si permitimos que Milei acumule todo el poder en el Ejecutivo eliminando los contralores y los límites, estaremos muy jodidos y muy complicados”.
De todas maneras, “también habrá que observar qué votarán los legisladores de mi propio partido, y del PJ y del PRO, porque estas medidas contradicen todos los principios fundacionales, al menos de la UCR”, alertó. Y consideró que “esta magnitud de autoritarismo no la vimos nunca, ni siquiera en épocas cuando no imperaba la democracia sino gobiernos de facto”, porque “quien aparece combatiendo a la casta en realidad representa lo más rancio de la casta y sus políticas nuevas e innovadoras son tan viejas que ya se aplicaron varias veces en Argentina, con Krieger Vassena, Martínez de Hoz, Alsogaray, Cavallo” enumeró.
“Al abismo”.
Consultado sobre el futuro que se avecina, Cáceres recordó que “resulta obvio y previsible, y además ya lo sabíamos, porque este modelo responde a intereses de grupos muy alejados del bienestar argentino, como el fondo Black Rock y las grandes corporaciones interesadas en el litio y Vaca Muerta”. Según Changui, “esto estaba cantado: antes de las elecciones uno planteaba ‘por ahí no porque vamos al abismo, por ahí no porque desbarrancamos’, y sin embargo alegremente marchamos directo al abismo y al desbarranque”.
Y lamentó que “con más de 60 años de militancia sobre el lomo, ya sé que a poco de andar y en pleno desastre nadie se hará cargo ni aceptará que votó al desastre, y entonces la culpa terminará siendo de aquellos que avisamos anticipadamente: ‘por ahí no, que desbarrancamos”.
“La deuda pendiente”.
Entre 1983 y 1989, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, Changui fue diputado nacional y candidato a gobernador de su provincia. En décadas anteriores fue miembro fundador del Movimiento Universitario Reformista Auténtico (MURA, predecesor de Franja Morada) de la Junta Coordinadora Nacional y del Movimiento de Renovación y Cambio de la UCR. “Mi generación llevó adelante una epopeya, destinada a recuperar el estado de derecho y su vigencia permanente en el país”, recordó.
Cuarenta años después la democracia “mantiene una deuda pendiente, con otro compromiso que debían asumir las generaciones posteriores. Pero menospreciaron el esfuerzo realizado para recuperar la democracia y olvidaron que el ‘se cura, se come y se educa’ de Alfonsín tenían que llevarlo ellos adelante”. Dice Cáceres que “Alfonsín señalaba esto con claridad y advertía que, sin unidad nacional estas cosas resultarían imposibles. Pero la unidad nacional es como el tango, se necesitan dos para bailar. Y si vos convocás a la unidad nacional y nadie te da pelota, es natural que al final, caigas al abismo”.
Fuente El Diario
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