En el Día de Reyes, Gran Hermano propuso una divertida actividad para intentar unir a los participantes. El dueño de la casa eligió a Furia, Manzana y Martin como Reyes Magos y el resto de sus compañeros deberían hacer lo que ellos digan.
La que se robó todo el protagonismo fue Furia, que no desaprovechó la oportunidad y le pidió varios favores a Lisandro, con quien no tiene una buena relación.
En medio de la dinámica, Furia vio a Lisandro cocinarse el desayuno y le hizo un desopilante pedido: «Quiero un café, y un poco de esos huevos, de los huevos de Lisandro».
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