“Estamos ante una temporada distinta y Monte Hermoso no escapa a la realidad del resto de la costa atlántica. Terminamos la primera quincena de enero con entre 20 y 25 puntos menos de ocupación hotelera que el año pasado y una brecha todavía más amplia en los niveles de consumo, que es donde más se siente la crisis económica”, afirmó Franco Gentili, director de Turismo de ese balneario bonaerense.
En sendas entrevistas con programas de las radios bahienses Altos y La Brújula, el funcionario aclaró que esperan “una mejoría importante para la segunda quincena, que históricamente resulta la mejor” del verano, pero reconoció que la actividad turística está atravesando “una situación diferente a lo acostumbrado. Veníamos de una pos pandemia con temporadas que se iban superando año tras año en cantidad de turistas y consumo, y ahora observamos todo lo contrario”.Según Gentili, “costó mucho el arranque en diciembre y tenemos un enero complicado, aunque afortunadamente se incrementa mucho la actividad los fines de semana porque está Bahía Blanca a 100 kilómetros, que es nuestro principal centro emisor y nos garantiza un mayor movimiento”. Sin embargo, aunque esos días aumenta la ocupación “hay un consumo menor porque muchos se comportan como residentes más que como turistas, y los más afectados por esta cuestión son los comerciantes y prestadores de servicios”.
En este contexto, advirtió que “los consumos están en un 30, 40 y hasta 50 por ciento por debajo de los registrados el año pasado y eso genera una situación muy preocupante”.
“Somos optimistas”.
De todos modos, el funcionario aclaró que mantienen “la esperanza de que la temporada se acomode y levante durante la segunda quincena” y celebró que Monte Hermoso “se ha convertido en un destino nacional muy apreciado por quienes nos visitan”. Si bien la mayor parte de la afluencia proviene “del sudoeste bonaerense, La Pampa, Córdoba, Mendoza, Neuquén y el Alto Valle”, en los últimos años se registra un aumento de “visitantes de puntos lejanos como Tucumán, Chaco, Misiones, Santa Cruz y Tierra del Fuego, lo que nos identifica como un destino muy federal”.
Aunque la situación actual “resulta menos previsible para los turistas, porque en todo el país se vive con gran incertidumbre, tenemos la esperanza de que la actividad mejore y se sostenga el resto de la temporada, aunque febrero todavía viene complicado en cuanto a reservas”.
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