En un salón de evento de Toay, se llevó a cabo este jueves la audiencia pública por el desarrollo del Complejo Deportivo La Barranca, ubicado en el barrio Lowo Che de Toay. La actividad forma parte del expediente por el estudio de impacto ambiental del emprendimiento, que corresponde al año 2017. Los representantes del Club detallaron los alcances del proyecto y los vecinos plantearon sus críticas, principalmente por el uso del agua para riego de las canchas.
El complejo está ubicado a 1.800 metros de la Avenida Perón, y cuenta con 5 canchas donde entrenan los equipos de fútbol para ciegos, femenino y masculino, las infantiles del club y, los días sábados, el torneo de fútbol para profesionales.
En la audiencia, a cargo de la Secretaria de Ambiente y Cambio Climático, se realizó en primer lugar un detalle de las características del complejo, el uso del agua y las consecuencias de esas actividades en la zona.
La presentación estuvo a cargo de la Ingeniera Marianella Collazo, quien especificó ubicación distribución, instalaciones e impactos de dichas acciones en la zona. El predio tiene 5 canchas de fútbol operativas, 3 perforaciones de 1.5 Hp cada una, 1 tanque australiano de 100.000 litros de capacidad y un sistema automatizado de riego por aspersores (15 aspersores por cancha).
«La cantidad de riegos diarios son dos o uno, y la duración de los mismos de 10 a 15 minutos, todo según la temperatura promedio del día. En total, se arroja un promedio de 30,6 m3 por día promedio», indicó la ingeniera en el estudio.
En ese sentido, señaló que «no se prevé un uso industrial del recurso (agua), el mismo será para tareas de sanitarios, mantenimiento y limpieza del predio e instalaciones del complejo recreativo» y detalló que «no se verá modificada la calidad de agua subterránea ya que no se registran acciones que tengan la potencialidad de afectar dicho recurso»
Consultas
Luego de la exposición de la ingeniera y del presidente del club, Rodrigo CArallo, los inscriptos en la audiencia pudieron realizar consultas, que quedaron plasmadas en el acta. El principal reclamo fue el riego, que, según los vecinos, afecta a las viviendas de la zona.
Apuntaron al control de la cantidad de agua que se consume y si afecta su calidad. También hubo preguntas sobre la posibilidad de traer el agua para riego desde la Laguna Don Tomás, ubicada a unos 5 km., y no afectar el Acuífero sobre el que está ubicado el predio.
Otra queja recurrente fue el tránsito por la zona, que se incrementa los sábados, y la velocidad en la que circulan los vehículos, generando nubes de polvo que molestan a los vecinos.
Los representantes del club reiteraron que el consumo actual y futuro no afectará al acuífero y que las bajas de caudal que mencionaron los vecinos se deben al consumo excesivo de todos los vecinos, no del predio.
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