La nueva gestión que encabeza la intendenta Daniela Fernández dijo que se encontró con una pesada herencia en Anguil. Según sostuvo, el exintendente Héctor Delahaye dejó una municipalidad quebrada.
En su discurso de asunción, Fernández expresó que se encontraron que desde el 14 de mayo, cuando Juntos por el Cambio perdió la comuna, Delahaye incrementó la planta municipal de 46 a 87 empleados, o sea un 80%.
“Muchos tuvieron sus derechos vulnerados durante años como contratados, y por arte de magia pasaron a planta. A ellos se les garantizarán sus derechos. Será difícil pagar tanta cantidad de sueldos, nosotros venimos de caminos difíciles, nada nos va a asustar”, dijo Fernández.
Explicó que recibieron 30 millones de pesos, pero solo 7 millones son de libre disponibilidad ya que hay 5 millones en cheques, 9 millones para pagar la obra de pavimentación y 10 en impuestos.
Pero además encontraron la estación de servicio que debe 2 millones de pesos en combustible y se necesitan 15 millones para ponerla en funcionamiento. “La encontramos vacía”, dijo Fernández.
Finalmente, en pocos días, la municipalidad deberá desembolsar 44 millones de sueldos, sin contar las cargas sociales.
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