Este lunes se inició el juicio oral y público a la jueza Ana Clara Pérez Ballester y a la asesora Elisa Alejandra Catán, acusadas de mal desempeño en la tramitación de los expedientes por la tutela y el cuidado personal del niño Lucio Dupuy, asesinado el 26 de noviembre de 2021. Si son halladas culpables, serán destituidas de sus cargos. Hoy, por lo pronto, prefirieron no declarar.
En el inicio de la jornada –que arrancó puntualmente a las 8– se escucharon verbalmente la acusación de la Procuración General y las contestaciones de las defensas.
Pérez Ballester estaba a cargo del Juzgado de la Familia, Niñas, Niños y Adolescentes N° 1 de General Pico, y de Catán, de la Asesoría de Niñas, Niños y Adolescentes N° 2 de esa ciudad, cuando se gestionaron ambos expedientes. El pequeño de cinco años falleció el 26 de noviembre de 2021 y por el homicidio fueron condenadas su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez, a prisión perpetua. Ambas permanecen suspendidas preventivamente “mientras dure la tramitación del juicio”.
El proceso se rige por la ley provincial 313 de Jurado de Enjuiciamiento y el tribunal está compuesto por su presidente, Fabricio Luis Losi, titular del Superior Tribunal de Justicia; las diputadas María Silvia Larreta y María Andrea Valderrama Calvo; y las abogadas por la matrícula, Silvina María Garro y María Natalia Gaccio.
La acusación contra Pérez Ballester y Catán fue redactada por el procurador general, Mario Oscar Bongianino, aunque este luego se excusó de continuar interviniendo en el jury ¬tras un planteo de recusación de la asesora, y fue reemplazado por su subrogante, el fiscal general Guillermo Sancho.
También intervienen en el debate el defensor particular, Pablo Rodríguez Salto, en representación de Pérez Ballester; y la defensora general Carina Ganuza (hoy ausente por motivo personal), y la defensora oficial Ana Carolina Díaz, en nombre de Catán.
Los que declararon fueron varios testigos. Entre ellos, familiares de Lucio.
- La palabra del padre
Christian Sebastián Dupuy, papá de Lucio, fue uno de los principales testigos: dijo que estuvo de acuerdo que el nene se fuera con la madre, Magdalena Espósito Valenti, porque la situación era insostenible. “Estuve de acuerdo con que se fuera con la madre, no se podía hacer más nada. Mi cuñada no lo podía tener más, yo creí que estaba bien que se quedara con la madre”, dijo.
“Por lo que me contaban mi papá, mi hermano y mi cuñada, ella (Magdalena Espósito Valenti) siempre los amenazaba”, sostuvo.
“Yo tengo mucho remordimiento, mucha culpa de poder haber hecho algo más; pero nunca me imaginé (que lo iban a maltratar y asesinar)”, dijo.
Dijo que nunca fue citado para dar el okey a la tenencia por parte de su ex. “Jamás me citaron de ningún lado en ninguno de los dos expedientes”, expresó.
“Contraté a una abogada (Yamila Isoardi) para establecer un régimen de visitas (con Lucio)”, dijo. Ello ocurrió en 2021, cuando Espósito Valenti ya tenía otorgado el cuidado personal. “En esa mediación pregunté por el cuidado personal y no me lo dieron porque era una mediación por el régimen de visitas. Yo firmé el acuerdo y ella no y ese acuerdo nunca se cumplió porque me impedían ver a Lucio y no me atendían las videollamadas. Por eso hice, en Santa Rosa, una denuncia por impedimento de contacto”.
Además, le preguntaron si veía a Lucio durante el lapso que estuvo con su hermano y su cuñada, en Pico. “Trataba de ir de muy de a poco en relación con Lucio, paso a paso para que no se volviera loco. A veces les daba mercadería, cuando podía”, manifestó.
También lo consultaron sobre por qué no insistió con el pedido del cuidado personal, luego de que no se lo aceptaran en la mediación por el régimen comunicacional. “Porque era una situación que había que tomar con pinzas. Si hacía algo mal, ellas me prohibían ver a Lucio. Me bloqueaban las videollamadas. ¿Si eso se lo dije a mi abogada? No, porque no tuve más contacto con ella”, respondió.
-¿La mamá amenazó de muerte a Leticia o su hermano?
-No tengo conocimiento.
-¿Sospechó que la madre ejerciera violencia sobre el niño?
-Si lo hubiera visto, hubiese hecho algo.
La defensora Díaz pidió que se le de vista fiscal por entender que pudo existir un falso testimonio ya que Hidalgo afirmó que el padre no tenía contacto con ella ni hacía aportes económicos y Christian Dupuy aseguró que entregaba “dinero y mercadería” para la manutención de Lucio.
- La tía que lo cuidó
Otro de los testimonios fue de Leticia Noemí Hidalgo, tía de Lucio. “Todo fue normal hasta que la mamá pidió tener otra vez a Lucio. Ahí me empezó a amenazar, me decía que me iba a pasar de todo… Lucio no era un nene que pidiera irse con su mamá. Yo le dije que no se lo iba a devolver. Mi marido también le dijo que no, entonces ella fue a denunciarnos y la policía nos sacó al nene”, dijo.
La testigo dejó en claro que la defensora oficial Fernanda Coronel -quien tramitó la tutela- le aconsejó que no entregara a Lucio (“no tengo nada que decir de ella”) y que el acuerdo de cuidado personal lo firmaron el asesoramiento de la abogada particular Adriana Mascaró. “¿Por qué cambiamos de defensora? Creímos que era una opción mejor”, dijo.
“Mascaró nos dijo que era su mamá. No tuvimos opciones (para no entregarlo). No teníamos a quién preguntar, qué hacer, no teníamos ayuda… Lo entregamos por cansancio”, sostuvo.
Prefirió no responder cuando le preguntaron por qué Lucio no pudo ir a vivir con su padre. “Eso preguntáselo a Cristian”, dijo. Y aceptó que el padre no reclamó por su hijo.
¿Sospechaba que la madre maltratara a Lucio? “Teníamos que ir a buscarlo (a Santa Rosa), pero no nos dejaban pasar (por las restricciones existentes por la pandemia por coronavirus)”, dijo.
-¿Alguna vez sospechó que la madre ejerciera violencia sobre Lucio?
-No. No sé… no.
- Los abuelos paternos
Lucio Ramón Dupuy, abuelo paterno de Lucio, fue el tercer testigo. “A Lucio no se lo devolvieron a la madre. Ella fue y se lo trajo a Santa Rosa cuando existía un régimen de visitas y no podía traérselo a Santa Rosa”, dijo.
“Ella denunció que el nene estaba golpeado cuando lo tenía mi hijo Maximiliano. Por eso la policía fue hasta la casa de Maxi y le hizo un montón de preguntas a Lucio”, sostuvo.
“Yo contraté a Mascaró para que Lucio retornara a su centro familiar, paterno y materno, porque eso se demoraba mucho y porque sospechábamos que se lo traerían a Santa Rosa. A Mascaró le mostramos un montón de pruebas. Fotos donde ellas hacían cosas delante de Lucio, de plantas de marihuana en macetas, de chats con agresiones a Christian… todo eso no sirvió para nada. Esas pruebas se las llevó Mascaró a la jueza Pérez Ballester”, expresó.
-¿Le consta que esas pruebas fueron entregadas al juzgado?
-No sé.
-¿Alguna vez se acercó al juzgado o a la asesoría?
-No.
El testigo también afirmó que no vio situaciones de violencia.
“¿Por qué si contrató a una abogada para que Lucio vuelva con su hijo y su nuera, se terminó entregando a Lucio a la madre de común acuerdo? ¿Qué pasó en el medio?”, preguntó la propia Catán. “Mascaró dijo que la jueza le dijo que no iba a estar mejor que con la mamá”, respondió Ramón.
Díaz también pidió que se le de vista del testimonio del abuelo a la fiscalía de turno porque él aseguró que su hijo Christian le pasaba dinero a Hidalgo para la manutención de Lucio.
Silvia Noemí Gómez, abuela paterna de Lucio, fue la cuarta testigo. Le formularon pocas preguntas. Cuando la interrogaron si sospechó de situaciones violentas, contestó que no. “No, sino la historia hubiera sido otra”, dijo.
Al final, sin que mediaran preguntas, expresó: “La familia no maltrató a Lucio. Consideramos que hubo alguien detrás de su escritorio que no hizo bien su trabajo”.
- El tío paterno
Maximiliano Exequiel Dupuy Gómez, tío paterno de Lucio, explicó que cuidaron de Lucio desde fines de 2018 y que, si bien tenían una autorización de la madre para que temporariamente se hicieran cargo de sus cuidados, en los primeros meses de 2019 iniciaron los trámites de la tutela porque legalmente se lo exigieron desde el jardín de infantes donde concurría el niño. La gestión la hicieron a través de la defensora oficial Fernanda Coronel.
“¿Cuando la madre empezó a reclamar por su hijo? En octubre o noviembre de 2019 y le dijimos que no. No queríamos que volviera porque ella no tenía una vida fija. Veíamos publicaciones con drogas… Legalmente nunca hicimos nada, más allá de la tutela. Hasta ese momento no habíamos tenido ningún problema. Después de eso aparecieron las denuncias de Magdalena. Yo sabía que, si al nene le pasaba algo, la responsabilidad era mía porque teníamos la tutela (NdeR: en realidad la tutela estaba a nombre de su esposa). Por eso tuve que ir a la comisaría cuarta. La policía me sacó a Lucio por una denuncia de la madre. Cuando llegué, el nene ya no estaba y la policía no sabía adónde se lo habían llevado. Yo hice una contra denuncia para defenderme. Ahí dije que temía que podía hacer con Lucio cuando lo tuviera a solas. Lo dije porque ella venía de una vida de consumismo de drogas y de no estar con Lucio. Ella dijo (en la denuncia ante la Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia de General Pico) que el nene tenía la cola colorada, pero hasta que estuvo conmigo estaba sano”.
“En la comisaría me dijeron que la madre podía hacer lo que quería. La abogada Mascaró también me decía que era la mamá. Adonde iba me decían lo mismo. Magdalena y Abigail (Páez) se presentaron en mi casa y me dijeron ‘si tus hijas se quedan sin papá es porque no nos das a Lucio’”. En ese momento, Hidalgo estaba embarazada.
Como había un régimen comunicacional acordado con la madre, el testigo aseguró que “un viernes (de 2020) que no se podía circular (por las restricciones de la pandemia) vino desde Santa Rosa a General Pico a buscar a Lucio y el lunes, que tampoco se podía circular y tenía que devolverlo, dijo que no podía circular. O sea, el viernes pudo salir y el lunes no. Cuando pasó eso, con mi esposa dijimos ‘ya está’”, y en ese contexto fue que Hidalgo firmó el acuerdo de cuidado personal.
El testigo afirmó que su hermano Christian tenía “más o menos” contactos cotidianos con Lucio, que no pasaba alimentos y que le dijo que “no podía” cuidar a Lucio.
Sancho le preguntó que hubiera hecho si hubiese estado mejor asesorado y si le hubieran dicho que podía pelear por la tenencia. “No lo hubiera entregado. Hoy sé podría haber hecho más por la tutela, pero en ese momento no lo sabía”.
Díaz le preguntó qué asesoramiento les había dado Coronel sobre la tutela. “La que nos asesoró fue Mascaró porque justo en ese momento fue cuando cambiamos de abogada”.
- La tía materna
Marilín Espósito Valenti, hermana de Magdalena y tía materna de Lucio, también pasó por Diputados para declarar. La testigo contó que al principio Lucio se quedó con ella y su mamá en General Pico y luego con Magdalena en un departamento que le había alquilado la abuela materna. Y agregó que se lo dio a los tíos paternos cuando se fue a trabajar a Córdoba.
“Hidalgo era reacia a que Lucio tuviera contacto con su mamá y su familia materna. Ese fue el disparador de la situación conflictiva. Mientras vivió con ella, mi mamá y yo fuimos todos los sábados a buscarlo, aunque nunca dejó que se quedara a dormir con nosotros. Incluso cuando ella (Hidalgo) tuvo que irse a Bahía Blanca durante el embarazo, Lucio quedó al cuidado de la familia paterna aunque nosotras estuviéramos disponibles”.
“Cuando Magdalena estuvo en Córdoba, no digo a diario, pero siempre mantuvo contacto con Lucio. Siempre pedía por su mamá, siempre quería hablar con su mamá. Los sábados, cuando lo teníamos con mi mamá entre las 13 y las 21, siempre hacíamos videollamadas. Es mentira que ella había perdido el contacto con su hijo”.
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