Faltan 17 jornadas para el día “D”: el próximo 5 de julio es la fecha en que tendrá lugar la “madre de todas las batallas” dentro del peronismo pampeano, cuando se enfrenten el sector oficialista que respalda al kirchnerismo -con Oscar Mario Jorge y Fabián Bruna a la cabeza- y al viejo PJ ahora opositor, con las referencias de Carlos Verna, Rubén Marín, Juan Carlos Tierno y Luis Larrañaga, quien se refirió a los propios líderes a los que ahora se alió con un “huelen a cala”.
A medida que transcurrieron las semanas de campaña, se forzó un enfrentamiento que además de ser por espacios de poder terminó alineando a dos bandos ideológicos: el oficialismo que defiende el “proyecto nacional y popular” y la oposición que torpedea al kirchnerismo, que se niega al alineamiento con el Gobierno Nacional y que patalea cada vez que puede contra Cristina.
Desde que se negó al pacto de cúpulas que era costumbre en el PJ, el Gobierno Provincial se fue recostando cada vez más en el Gobierno Nacional, del mismo modo que refrescó la memoria sobre las más visibles actuaciones anti-K de vernistas y marinistas: el voto en contra de la Resolución 125 del actual presidente del PJ, cuando se alineó con Julio Cobos; o el respaldo retaceado para enfrentar a los fondos buitres por parte de Verna, en etapa más reciente.
Viejo enfrentamiento
El ninguneo al kirchnerismo por parte del viejo PJ pampeano es de vieja data: Marín tildó a Néstor Kirchner de ser un “chirolita” de Eduardo Duhalde. Las despectivas referencias de Verna a las “polleras” de Cristina tienen un antecedente de aquel 23 de octubre de 2005 en que Marín usó la sede del PJ pampeano para festejar el triunfo de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires el mismo día en que Cristina le hacía morder el polvo de la derrota a Hilda “Chiche” Duhalde (resultado que los popes del PJ pampeano prefirieron ignorar o relativizar).
El más tenso momento de ese enfrentamiento, antes del proceso actual, se dio en 2011, cuando Cristina digitó las candidaturas nacionales, entrometiéndose en lo que antes los caciques del PJ decidían por su cuenta. Verna dio un portazo y evitó la pelea por la Gobernación; renunció a ser candidato y abandonó al PJ a su suerte, convencido de que esa maniobra le permitiría -como a los soldados que huyen- servir para otra batalla.
Esa “otra batalla” es la del próximo 5 de julio. Por esas mismas razones es que se colaron en la campaña un par de hechos cuyo real impacto solo podrá medirse con los resultados.
El principal de ellos es la visita de la presidenta, programada en principio para el próximo jueves 25 de junio. Desde la Casa Rosada dejaron en claro que Cristina llegará para participar de algún acto oficial y hacer anuncios, aunque es elemental que su sola presencia influirá en la puja interna: es una lectura elemental de cualquiera de los bandos en pugna.
PJ vs FpV
El otro episodio que está en el candelero se juega en los tribunales, pero mucho más que eso en los ámbitos políticos: la decisión nacional de que el PJ pampeano sea parte del Frente para la Victoria fue tan resistida por los viejos caciques, que no quieren mezclarse con el kirchnerismo, que terminó en una pelea en la Justicia Federal.
En esta instancia es un misterio cómo terminará la historia: si la Cámara Nacional Electoral ratifica el fallo de la jueza Iara Silvestre, el PJ pampeano no podrá hacer elecciones por su cuenta ni llevar candidatos a las PASO de agosto. Después -con los resultados de la interna ya puestos- habrá un tiempo para negociar con vistas a las generales de octubre, para determinar si el peronismo de La Pampa puede o no adherir sus boletas provinciales a las candidaturas presidenciales.
La otra opción es que la Justicia Federal habilite al PJ, por su cuenta, a hacer una interna de senadores y diputados nacionales, pero en ese caso está claro que en agosto ese sector irá con una boleta corta, sin las presencias de mayor peso (los presidenciables e incluso la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, si es postulante al ParlaSur).
Hay una tercera posibilidad, quizá la más complicada, y es que se concrete alguna negociación mediante la cual el viejo PJ puede colar algún nombre en las candidaturas del Frente para la Victoria: el marinismo estaba trabajando ese camino, pero no aparece nada simple un arreglo, mucho más desde que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le dijo al propio Marín “ahora te llamo” y ese llamado se sigue esperando porque nunca llegó.
El plazo para la presentación de candidatos vence el sábado a la medianoche.
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