El exboxeador Gustavo “El Zorrito” Campanino salió a desmentir la denuncia por supuestas “amenazas” y “golpes” que le hicieron dos mujeres, hermanas de su esposa. “Nada de lo que dicen es cierto, está todo en la Justicia y judicialmente ya me dijeron que tengo razón”, destacó.
Campanino estuvo ayer a la mañana en la Redacción de este diario luego de que Adriana Lis Cañete (44) y Mónica Estela Cañete (53) dieran a conocer públicamente que son “amenazadas en forma permanente” y recibieron “golpes en más de una oportunidad” de parte del exboxeador en el marco de un conflico familiar donde está de por medio la propiedad de una vivienda.
“Me quieren sacar de un departamento que yo mismo hice hace 18 años atrás…ese departamento tiene la edad de mi hija más grande. Es más, mi mujer es la única de todas sus hermanas que vive ahí desde que se entregó ese barrio…es decir del año ‘78. Más derecho sobre el inmueble que nosotros no tiene ninguna de las personas que nos acusan”, aseguró.
Campanino reconoció que el conflicto se inició la noche del 24 de diciembre del año pasado y que hasta la fecha han sumado una “importante cantidad de denuncias” de ambas partes.
“En realidad lo que estas mujeres quieren (en referencia a sus cuñadas Adriana Lis y Mónica Estela Cañete) es vender la casa para repartirse esa plata ellas como herencia, pero esa vivienda es un bien familiar y es de mis suegros… tanto ellas como mi mujer, y en este caso yo que construí ahí un departamento hace 18 años, tenemos derechos que no los pueden negar”, argumentó el exboxeador.
La vivienda en disputa es del excomisario general Omar René Cañete, quien hace un par de años atrás sufrió un ACV que le ha dejado varias secuelas. “Nos pusieron en contra a mi suegra, sobre todo, con quién vivimos toda la vida, y ahora mis hijos ni siquiera puede ir a ver su abuelo que está en cama y que no se puede mover…cada vez que vamos es un escándalo que no se puede creer”, indicó.
Campanino también defendió la actuación de la Justicia y de la Policía. “Ellas dicen que no hacen nada, es mentira…nosotros hemos hablado con los fiscales que tienen la causa, con los policías a los que han llamado infinidades de veces, y todos ellos se han portado muy bien. Lo que pasa es que estas mujeres quieren dictarme una restricción de acercamiento a mi propio hogar, eso es rídiculo…sobre todo cuando ellas no viven ahí desde hace años. Ni tampoco hay juez en el mundo que haga un desalojo frente a un tema controvertido como este”, señaló.
El exboxeador contó que dejó de estar de manera permanente en el lugar por “la seguridad de mis hijos…tengo que andar yendo y viniendo para que no me destrocen el lugar. Me cortaron el cable de TV, el gas y hasta la luz. Cómo será que me asiste la razón que la propia Cooperativa Popular de Electricidad ya me aceptó los trámites para volver a conectarme la luz”.
“Lo único que quiero aclarar, sobre todo, es que yo no amenacé a nadie ni le pegué a nadie…simplemente creo que todo se va a aclarar ahora que volvió la feria judicial. Yo confío en la que Justicia va a hacer las cosas como corresponde”, finalizó.
Fuente: ElDiarioDeLaPampa.com.ar
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