Un poste de Telefónica de Argentina con múltiples cables adheridos se encuentra caído, desde hace poco más de dos meses, en un terreno baldío ubicado sobre Pasaje Constitución Nacional, entre Avda. Sarmiento y Roberto Pérez, a menos de 50 metros de la arteria principal y a poco más de 200 de la plaza pública.
Como es obvio suponer, varios vecinos domiciliados en las inmediaciones, desde esa data padecen de total incomunicación en sus teléfonos fijos.
Estos se han sumado así a una larga lista de clientes de esta empresa multinacional quienes experimentan toda clase de deficiencias en la prestación de este servicio y efectúan repetidos y rutinarios reclamos de los cuales no obtienen, en el mejor de los casos, mucho más que un número de trámite cuando no son condenados a dialogar con una máquina con sus frías e impersonales respuestas.
Una vez más queda demostrado que las privatizaciones no resultaron ser la cura de todos los males argentinos y que, antes bien, los ciudadanos de a pie seguimos siendo rehenes de los prestadores de servicios, sean éstos estatales o privados.
Afortunadamente, en General Pico existe una delegación de la Comisión Nacional de Comunicación que, por lo menos, puede intervenir para que -aún cuando tarde y en cuotas- a los afectados se nos devuelvan los importes que nos obligan a abonar religiosamente antes de protestar porque el servicio no está siendo prestado.
Fuente: DiarioLaReforma.com.ar
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