Si bien el Gobierno había acordado con los laboratorios que el nuevo cuadro tarifario comenzaría a regir a partir comienzos de este mes algo que no ocurrió ahora se dispuso que los incrementos corran en forma inmediata, y que oscilen entre el 3% y el cinco por ciento.
La confirmación respecto de este nuevo retoque llegó a través de fuentes del sector consultadas por El Cronista, información que también publicó el sitio especializado Pharmabiz.
Durante los primeros días de enero los laboratorios y el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, mantuvieron un encuentro no sólo para definir el tema, sino también para intentar tener precisiones acerca de por qué los incrementos no se habían dado tal cual lo acordado, aunque no lograron mayores definiciones.
Para el sector, la autorización de un nuevo esquema tarifario era fundamental.
Entienden que durante el año pasado el alza total permitida no llegó ni siquiera a empardar lo que tuvieron que desembolsar para los diferentes ítems operativos. Por sólo citar uno de los más relevantes, resalta el de los acuerdos paritarios.
Por ejemplo, los agentes de propaganda médica recibieron una mejora salarial de 34% este ano, mientras que los operarios de planta enrolados en Fatsa, el 33 por ciento.
Y para este año el temor es que ocurra un desfazaje similar.
De acuerdo con el esquema habitual para estos casos, los incrementos de precios más fuertes que llegarían al 5% correrán para los remedios menos populares, en tanto que los más vendidos serán cargados con un alza de tres por ciento.
En la búsqueda de explicaciones en torno de por qué el Gobierno no cumplió con la aplicación de la suba a partir de comienzos de enero, algunas voces precisan que la relación entre farmacéuticos y Gobierno entró en terreno pantanoso luego de que a comienzos del año pasado los laboratorios se lanzaran sin previa consulta a modificar los valores, algo que no cayó nada bien en la Casa Rosada.
De hecho, esto generó que a meses después se los obligara a retrotraer los precios.
Tal como publicó El Cronista el 22 de enero último, desde la industria farmacéutica se resalta la necesidad de que durante 2015 se redondee un incremento en los valores que alcance, al menos, un 30%, una cifra que aparece como elevada para el Gobierno, pero que la industria entiende que «es lo mínimo que precisamos para no salir perdiendo».
Los precios de los medicamentos habían crecido por última vez en diciembre de 2014.
En aquella oportunidad el incremento que se había aplicado fue del 3%, algo que si bien fue recibido de forma positiva por los empresarios del sector no terminó de convencerlos, ya que esperaban un cinco por ciento.
Así, afirmaron que el año pasado no se llegaron a cubrir las necesidades mínimas que requerían en este sentido.
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