La Copa del Mundo de 2026, que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México entre el 11 de junio y el 19 de julio, tendrá 104 partidos distribuidos en 16 ciudades: 11 estadounidenses, 3 mexicanas y 2 canadienses.

Un reciente informe volvió a encender las alarmas sobre el futuro del fútbol en grandes competencias. Según Pitches in Peril, elaborado por Football for Future, Common Goal y la consultora climática Júpiter Intelligence, 10 de los 16 estadios seleccionados para el Mundial ya superan los límites de seguridad térmica recomendados para la práctica profesional.

El estudio utiliza el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), que combina temperatura, humedad, radiación solar y viento. Superar los 35°C de WBGT coloca a los deportistas en riesgo elevado de golpe de calor y deshidratación, volviendo insegura la realización de partidos.

Con datos recopilados durante 2025, el informe revela que Houston registra 51 días “injugables” al año, seguido por Dallas (33), Kansas City (17), Atlanta y Monterrey (9), Miami (8), Filadelfia (7), Nueva Jersey (3), Boston (2) y Los Ángeles (1).

Para analizar el impacto del calor extremo en la próxima cita mundialista, consultamos al doctor Carlos Ferreyra, especialista en cambio climático y estrés térmico, y a Ignacio «Nacho» Jiménez, jugador del Miami FC de la segunda división de Estados Unidos, quienes compartieron sus experiencias y preocupaciones frente a un escenario climático cada vez más desafiante.

Riesgos para la salud en el Mundial 2026

El doctor Carlos Ferreyra analizó los riesgos que genera el calor extremo para futbolistas, hinchas y cualquier persona expuesta a temperaturas elevadas. Explicó que “el jugador que está en el campo de juego y no está bien climatizado, que está sometido a una temperatura mayor a los 30 grados puede sufrir un golpe de calor por esfuerzo físico”.

Según el especialista en calor extremo, el cambio climático obliga al deporte a incorporar nuevas medidas de protección: “El fútbol tiene que adaptarse, estamos viviendo en la Tierra un momento de supervivencia frente a las temperaturas”. Aun así, sostiene que es posible ganarle al calor si nos preparamos.

El doctor advirtió sobre la necesidad de revisar la estructura del juego ante las altas temperaturas: “Los entretiempos tienen que transformarse en más tiempo además de reducir el tiempo de juego”.

Ferreyra advirtió que los hinchas tampoco están exentos del impacto térmico: “Si un cordobés va a Miami pasando del invierno al verano, se pone a gritar y alentar, se somete a un estrés fuerte aunque el estadio esté climatizado. Si vas a un estadio que no está preparado el riesgo puede ser mayor”.

En carne propia

Nacho Jiménez, actual jugador del Miami FC, contó en primera persona cómo es desempeñarse en el fútbol y vivir el día a día bajo altas temperaturas. “El mundial se va a jugar en la época de mayor temperatura. Durante esos meses, los clubes entrenan más temprano para evitar el calor extremo”, explicó.

El futbolista reconoció que el calor no solo afecta lo físico, sino también la toma de decisiones: “Un poco se siente, en la toma de decisiones, estás más deshidratado lo que hace que la toma de decisiones no sea la mejor. Hablábamos con los chicos muchas veces que jugar con ese calor hacía bajar un poco el rendimiento”.

Cuando se le pidió una síntesis de lo que significa jugar al fútbol en Miami durante el verano, eligió una sola palabra, contundente y reveladora: “Pesado”.

Nacho Jiménez.

Experiencia cercana (Mundial de clubes 2025)

El Mundial de Clubes disputado en Estados Unidos funcionó como un ensayo general para el Mundial del próximo año. Pero también dejó al descubierto otra preocupación central: el clima. El torneo registró demoras prolongadas por tormentas eléctricas y lluvias intensas, mientras que las altas temperaturas obligaron a implementar pausas de hidratación adicionales, entrenamientos reducidos y una situación inédita: el Borussia Dortmund decidió que todos sus suplentes permanecieran en el vestuario durante el primer tiempo debido al calor extremo.

Frente a este escenario, la Fifa respondió habilitando más pausas para la hidratación, instalando ventiladores en los laterales del campo y garantizando un mayor acceso al agua para jugadores y cuerpos técnicos.

¿Qué pasa en Argentina?

En Argentina, los veranos recientes registraron temperaturas récord por encima de los 42 °C, acompañadas de alertas rojas del Servicio Meteorológico Nacional en varias provincias, incluida Córdoba. Frente a estos episodios de calor extremo, la AFA y los torneos locales se vieron obligados a reprogramar partidos o modificar horarios, especialmente durante enero y febrero.

Pronunciamiento de la FIFPRO consejos

El sindicato mundial de futbolistas recomendó extender las pausas de descanso a 20 minutos y establecer paradas de enfriamiento más frecuentes para proteger a los jugadores ante el calor extremo. La FIFPRO plantea que los partidos deben suspenderse o reprogramarse cuando el índice WBGT supera los 28 °C, mientras que la FIFA fija ese umbral en 32 °C.

El 6 de agosto de 2025, Vincent Gouttebarge, director médico de FIFPRO, cuestionó la eficacia de las pausas de enfriamiento en los minutos 30 y 75 y propuso, en cambio, interrupciones más breves cada 15 minutos, una alternativa que considera más efectiva frente al calor extremo. También señaló que un entretiempo de 20 minutos sería más adecuado en estas condiciones.

El mundo estará pendiente del evento deportivo, pero resulta imposible ignorar el impacto que tendrán las condiciones climáticas sobre todos los participantes. El desafío es comprender que la crisis climática ya no es un problema lejano: está ocurriendo ahora, es tangible y condicionará al mundo.

*Por Amir Jorge, Gonzalo Ghirardi, Pedro Madera, Luca Ramos, estudiantes del Colegio Universitario Politécnico (CUP) para una práctica profesional de Periodismo.

​La Copa del Mundo de 2026, que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México entre el 11 de junio y el 19 de julio, tendrá 104 partidos distribuidos en 16 ciudades: 11 estadounidenses, 3 mexicanas y 2 canadienses.Un reciente informe volvió a encender las alarmas sobre el futuro del fútbol en grandes competencias. Según Pitches in Peril, elaborado por Football for Future, Common Goal y la consultora climática Júpiter Intelligence, 10 de los 16 estadios seleccionados para el Mundial ya superan los límites de seguridad térmica recomendados para la práctica profesional.El estudio utiliza el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), que combina temperatura, humedad, radiación solar y viento. Superar los 35°C de WBGT coloca a los deportistas en riesgo elevado de golpe de calor y deshidratación, volviendo insegura la realización de partidos.Con datos recopilados durante 2025, el informe revela que Houston registra 51 días “injugables” al año, seguido por Dallas (33), Kansas City (17), Atlanta y Monterrey (9), Miami (8), Filadelfia (7), Nueva Jersey (3), Boston (2) y Los Ángeles (1).Para analizar el impacto del calor extremo en la próxima cita mundialista, consultamos al doctor Carlos Ferreyra, especialista en cambio climático y estrés térmico, y a Ignacio «Nacho» Jiménez, jugador del Miami FC de la segunda división de Estados Unidos, quienes compartieron sus experiencias y preocupaciones frente a un escenario climático cada vez más desafiante.Riesgos para la salud en el Mundial 2026El doctor Carlos Ferreyra analizó los riesgos que genera el calor extremo para futbolistas, hinchas y cualquier persona expuesta a temperaturas elevadas. Explicó que “el jugador que está en el campo de juego y no está bien climatizado, que está sometido a una temperatura mayor a los 30 grados puede sufrir un golpe de calor por esfuerzo físico”.Según el especialista en calor extremo, el cambio climático obliga al deporte a incorporar nuevas medidas de protección: “El fútbol tiene que adaptarse, estamos viviendo en la Tierra un momento de supervivencia frente a las temperaturas”. Aun así, sostiene que es posible ganarle al calor si nos preparamos.El doctor advirtió sobre la necesidad de revisar la estructura del juego ante las altas temperaturas: “Los entretiempos tienen que transformarse en más tiempo además de reducir el tiempo de juego”.Ferreyra advirtió que los hinchas tampoco están exentos del impacto térmico: “Si un cordobés va a Miami pasando del invierno al verano, se pone a gritar y alentar, se somete a un estrés fuerte aunque el estadio esté climatizado. Si vas a un estadio que no está preparado el riesgo puede ser mayor”.En carne propia Nacho Jiménez, actual jugador del Miami FC, contó en primera persona cómo es desempeñarse en el fútbol y vivir el día a día bajo altas temperaturas. “El mundial se va a jugar en la época de mayor temperatura. Durante esos meses, los clubes entrenan más temprano para evitar el calor extremo”, explicó.El futbolista reconoció que el calor no solo afecta lo físico, sino también la toma de decisiones: “Un poco se siente, en la toma de decisiones, estás más deshidratado lo que hace que la toma de decisiones no sea la mejor. Hablábamos con los chicos muchas veces que jugar con ese calor hacía bajar un poco el rendimiento”.Cuando se le pidió una síntesis de lo que significa jugar al fútbol en Miami durante el verano, eligió una sola palabra, contundente y reveladora: “Pesado”.Experiencia cercana (Mundial de clubes 2025)El Mundial de Clubes disputado en Estados Unidos funcionó como un ensayo general para el Mundial del próximo año. Pero también dejó al descubierto otra preocupación central: el clima. El torneo registró demoras prolongadas por tormentas eléctricas y lluvias intensas, mientras que las altas temperaturas obligaron a implementar pausas de hidratación adicionales, entrenamientos reducidos y una situación inédita: el Borussia Dortmund decidió que todos sus suplentes permanecieran en el vestuario durante el primer tiempo debido al calor extremo.Frente a este escenario, la Fifa respondió habilitando más pausas para la hidratación, instalando ventiladores en los laterales del campo y garantizando un mayor acceso al agua para jugadores y cuerpos técnicos.¿Qué pasa en Argentina?En Argentina, los veranos recientes registraron temperaturas récord por encima de los 42 °C, acompañadas de alertas rojas del Servicio Meteorológico Nacional en varias provincias, incluida Córdoba. Frente a estos episodios de calor extremo, la AFA y los torneos locales se vieron obligados a reprogramar partidos o modificar horarios, especialmente durante enero y febrero.Pronunciamiento de la FIFPRO consejosEl sindicato mundial de futbolistas recomendó extender las pausas de descanso a 20 minutos y establecer paradas de enfriamiento más frecuentes para proteger a los jugadores ante el calor extremo. La FIFPRO plantea que los partidos deben suspenderse o reprogramarse cuando el índice WBGT supera los 28 °C, mientras que la FIFA fija ese umbral en 32 °C.El 6 de agosto de 2025, Vincent Gouttebarge, director médico de FIFPRO, cuestionó la eficacia de las pausas de enfriamiento en los minutos 30 y 75 y propuso, en cambio, interrupciones más breves cada 15 minutos, una alternativa que considera más efectiva frente al calor extremo. También señaló que un entretiempo de 20 minutos sería más adecuado en estas condiciones.El mundo estará pendiente del evento deportivo, pero resulta imposible ignorar el impacto que tendrán las condiciones climáticas sobre todos los participantes. El desafío es comprender que la crisis climática ya no es un problema lejano: está ocurriendo ahora, es tangible y condicionará al mundo.*Por Amir Jorge, Gonzalo Ghirardi, Pedro Madera, Luca Ramos, estudiantes del Colegio Universitario Politécnico (CUP) para una práctica profesional de Periodismo.  La Voz

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