El director Carl Erik Rinsch fue declarado culpable este jueves por estafar a Netflix por U$S 11 millones, según informó CNN.
De acuerdo al dictamen de la Justicia, el dinero debía destinarse a la producción de una serie de ciencia ficción llamada White Horse, pero el cineasta terminó financiando gastos personales.
Según la fiscalía, Netflix había entregado en total unos U$S 44 millones para el proyecto, más un refuerzo de U$S 11 millones adicionales luego de que Rinsch asegurara que necesitaba fondos urgentes para completar la producción. La serie jamás se filmó.
Del presupuesto a las compras de lujo
La investigación reveló que Rinsch transfirió los U$S 11 millones a una cuenta personal, donde ejecutó inversiones fallidas que le hicieron perder cerca de la mitad del dinero en pocos meses.
El resto lo puso en criptomonedas, obteniendo ganancias temporales antes de moverlo nuevamente a su cuenta bancaria.
En lugar de avanzar con la serie, el cineasta destinó el dinero a compras extravagantes:
- Cinco Rolls-Royce y un Ferrari
- U$S 652 mil en relojes y prendas de alta gama
- Dos colchones por aproximadamente U$S 638 mil
- Casi U$S 300 mil en ropa de cama y sábanas
- Pago de alrededor de U$S 1,8 millones en deudas de tarjetas de crédito
Ninguna de estas adquisiciones tenía relación con el proyecto acordado.
Reacción y próximos pasos
El abogado del director, Benjamin Zeman, cuestionó el veredicto al considerarlo “peligroso” para artistas en conflictos contractuales con grandes compañías de medios, aunque la Justicia determinó que se trató de fraude deliberado y no de una disputa creativa.
Rinsch nunca entregó el programa a Netflix. La sentencia quedó fijada para abril. La gigante del entretenimiento declinó hacer comentarios sobre el caso.
El director Carl Erik Rinsch fue declarado culpable este jueves por estafar a Netflix por U$S 11 millones, según informó CNN.De acuerdo al dictamen de la Justicia, el dinero debía destinarse a la producción de una serie de ciencia ficción llamada White Horse, pero el cineasta terminó financiando gastos personales.Según la fiscalía, Netflix había entregado en total unos U$S 44 millones para el proyecto, más un refuerzo de U$S 11 millones adicionales luego de que Rinsch asegurara que necesitaba fondos urgentes para completar la producción. La serie jamás se filmó.Del presupuesto a las compras de lujoLa investigación reveló que Rinsch transfirió los U$S 11 millones a una cuenta personal, donde ejecutó inversiones fallidas que le hicieron perder cerca de la mitad del dinero en pocos meses. El resto lo puso en criptomonedas, obteniendo ganancias temporales antes de moverlo nuevamente a su cuenta bancaria.En lugar de avanzar con la serie, el cineasta destinó el dinero a compras extravagantes:Cinco Rolls-Royce y un FerrariU$S 652 mil en relojes y prendas de alta gamaDos colchones por aproximadamente U$S 638 milCasi U$S 300 mil en ropa de cama y sábanasPago de alrededor de U$S 1,8 millones en deudas de tarjetas de créditoNinguna de estas adquisiciones tenía relación con el proyecto acordado.Reacción y próximos pasosEl abogado del director, Benjamin Zeman, cuestionó el veredicto al considerarlo “peligroso” para artistas en conflictos contractuales con grandes compañías de medios, aunque la Justicia determinó que se trató de fraude deliberado y no de una disputa creativa.Rinsch nunca entregó el programa a Netflix. La sentencia quedó fijada para abril. La gigante del entretenimiento declinó hacer comentarios sobre el caso. La Voz

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