La líder opositora venezolana y ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, rompió un silencio de casi un año al aparecer este jueves en Oslo, Noruega, donde su hija recibió el galardón en su nombre.

En una serie de declaraciones a la prensa, Machado no solo celebró su primera aparición pública en 11 meses, sino que también reafirmó su intención de regresar a Venezuela y analizó la coyuntura política. Dijo que el gobierno de Nicolás Maduro se encuentra en su momento de mayor vulnerabilidad debido a las acciones “decisivas” de Estados Unidos.

Machado, de 58 años, fue honrada con el Nobel de la Paz en octubre por su “lucha incansable” por el cambio democrático y por haber planteado el desafío pacífico más serio al gobierno autoritario de Maduro en años.

Su llegada a la capital noruega fue un acontecimiento. Apareció en el balcón de un hotel en la madrugada del jueves y saludando a una multitud emocionada de seguidores que coreaban “¡Valiente!” y “¡Libertad!”.

El impacto de Estados Unidos

Respecto de la situación actual en Venezuela, Machado enfatizó el impacto de las políticas estadounidenses. “Creo que las acciones del presidente Trump han sido decisivas para llegar a donde estamos ahora, donde el régimen es significativamente más débil”, declaró a los periodistas.

Explicó que esta presión internacional ha cambiado la percepción de impunidad dentro del régimen. “Porque antes, el régimen pensaba que tenía impunidad… Ahora empiezan a entender que esto es serio y que el mundo está observando”, sostuvo.

A pesar de la represión generalizada que ha incluido descalificaciones, arrestos y violaciones de derechos humanos tras las elecciones presidenciales del año pasado, Machado mantiene una posición de lucha inquebrantable.

Acompañada del primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, quien prometió el apoyo de Noruega a una Venezuela democrática, la líder opositora declaró: “Decidimos luchar hasta el final y Venezuela será libre”.

El plan de regreso

Machado había estado escondida desde el 9 de enero, momento en que fue detenida brevemente después de unirse a una protesta en Caracas. Su viaje a Oslo fue complejo y peligroso.

Se negó a detallar cómo logró salir, pero reconoció que el gobierno de Estados Unidos la asistió. Los datos de seguimiento de vuelos mostraron que el avión en el que llegó a Oslo voló desde Bangor, Maine.

La líder opositora agradeció profundamente a quienes le brindaron asistencia: “Quiero agradecer a todos aquellos que han arriesgado sus vidas para que yo pueda estar hoy aquí”, dijo, sin dar más detalles sobre los hombres y mujeres a quienes se refería.

Sobre su retorno a Venezuela, que ha generado gran expectativa, Machado fue clara: su regreso no está condicionado a la salida del poder de Nicolás Maduro. Explicó a los periodistas que regresará a Venezuela “cuando pensemos que son las condiciones propicias en términos de seguridad y no dependerá de la salida o no del régimen”.

Incluso si consigue regresar, anticipó que deberá continuar en la clandestinidad. “Cuando yo regrese, el régimen no sabrá dónde estoy. Tenemos gente para cuidarme y los lugares donde me quede”, indicó.

Machado también se refirió a la controversia sobre si una intervención militar estadounidense es necesaria, aunque evitó responder directamente la pregunta.

En cambio, argumentó que Venezuela ya ha sido invadida de facto por actores ilegales. Al describir la situación de seguridad en el país, afirmó: “Tenemos agentes iraníes y grupos terroristas como Hezbollá y Hamas, que operan junto con el régimen” y agregó que los cárteles de la droga han “hecho de Venezuela un centro criminal”.

Llamado a la acción global

Más allá de las declaraciones, la líder opositora hizo un llamado urgente a las democracias del mundo para que transformen su apoyo en acciones concretas.

Ella busca que los gobiernos amplíen su respaldo a la oposición venezolana cortando las fuentes de financiamiento del régimen que provienen de actividades ilícitas.

“Nosotros, el pueblo venezolano que ha intentado todos los medios institucionales, pedimos apoyo a las naciones democráticas del mundo para cortar esos recursos que provienen de actividades ilegales y apoyar enfoques represivos”, manifestó.

Machado insistió en que el momento exige más que simples comunicados. “Y por eso ciertamente estamos pidiendo al mundo que actúe. No es cuestión de declaraciones, como dicen, es cuestión de acción”.

A pesar de las dificultades —incluida su descalificación para postularse en las elecciones del año pasado, lo que obligó al diplomático retirado Edmundo González a tomar su lugar, y la persecución que llevó a González a buscar asilo en España— Machado se mantiene optimista.

Desde Oslo, y en uno de los “momentos espirituales más extraordinarios” de su vida tras reunirse con sus hijos y su familia después de meses, compartió su visión de futuro.

En su comparecencia, la líder de la oposición venezolana aseguró que el fin de la lucha será la libertad y la restauración de la dignidad. “Diría a todos los ciudadanos del mundo en esta hora y les aseguro que soy muy optimista en que Venezuela será libre y convertiremos un país en un faro de esperanza y oportunidad, de democracia”, concluyó.

Apoyo a la incautación de un buque petrolero

María Corina Machado apoya la incautación de un buque petrolero venezolano por parte de Estados Unidos, considerándola una medida necesaria para confrontar al régimen de Maduro.

La líder opositora calificó esta acción como un “paso muy necesario” para enfrentar lo que considera un régimen “criminal”.

Machado fundamentó su respaldo en la crítica al uso que el gobierno de Maduro da a la vasta riqueza petrolera de Venezuela, que posee las reservas probadas más grandes del mundo.

Según Machado, la dictadura no utiliza estos ingresos para financiar servicios básicos como hospitales, o para alimentar a maestros empobrecidos, o para mejorar la seguridad.

En su lugar, el régimen ha destinado los recursos petroleros a la compra de armas utilizadas para reprimir a sus oponentes.

Al respecto, Machado fue enfática: “Sí, estos criminales tienen que ser detenidos y cortar los recursos de actividades ilegales es un paso muy necesario”, confirmando así su apoyo a la acción de la marina y la guardia costera estadounidenses contra el buque.

​La líder opositora venezolana y ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, rompió un silencio de casi un año al aparecer este jueves en Oslo, Noruega, donde su hija recibió el galardón en su nombre. En una serie de declaraciones a la prensa, Machado no solo celebró su primera aparición pública en 11 meses, sino que también reafirmó su intención de regresar a Venezuela y analizó la coyuntura política. Dijo que el gobierno de Nicolás Maduro se encuentra en su momento de mayor vulnerabilidad debido a las acciones “decisivas” de Estados Unidos.Machado, de 58 años, fue honrada con el Nobel de la Paz en octubre por su “lucha incansable” por el cambio democrático y por haber planteado el desafío pacífico más serio al gobierno autoritario de Maduro en años. Su llegada a la capital noruega fue un acontecimiento. Apareció en el balcón de un hotel en la madrugada del jueves y saludando a una multitud emocionada de seguidores que coreaban “¡Valiente!” y “¡Libertad!”.El impacto de Estados UnidosRespecto de la situación actual en Venezuela, Machado enfatizó el impacto de las políticas estadounidenses. “Creo que las acciones del presidente Trump han sido decisivas para llegar a donde estamos ahora, donde el régimen es significativamente más débil”, declaró a los periodistas. Explicó que esta presión internacional ha cambiado la percepción de impunidad dentro del régimen. “Porque antes, el régimen pensaba que tenía impunidad… Ahora empiezan a entender que esto es serio y que el mundo está observando”, sostuvo.A pesar de la represión generalizada que ha incluido descalificaciones, arrestos y violaciones de derechos humanos tras las elecciones presidenciales del año pasado, Machado mantiene una posición de lucha inquebrantable. Acompañada del primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, quien prometió el apoyo de Noruega a una Venezuela democrática, la líder opositora declaró: “Decidimos luchar hasta el final y Venezuela será libre”.El plan de regresoMachado había estado escondida desde el 9 de enero, momento en que fue detenida brevemente después de unirse a una protesta en Caracas. Su viaje a Oslo fue complejo y peligroso. Se negó a detallar cómo logró salir, pero reconoció que el gobierno de Estados Unidos la asistió. Los datos de seguimiento de vuelos mostraron que el avión en el que llegó a Oslo voló desde Bangor, Maine.La líder opositora agradeció profundamente a quienes le brindaron asistencia: “Quiero agradecer a todos aquellos que han arriesgado sus vidas para que yo pueda estar hoy aquí”, dijo, sin dar más detalles sobre los hombres y mujeres a quienes se refería.Sobre su retorno a Venezuela, que ha generado gran expectativa, Machado fue clara: su regreso no está condicionado a la salida del poder de Nicolás Maduro. Explicó a los periodistas que regresará a Venezuela “cuando pensemos que son las condiciones propicias en términos de seguridad y no dependerá de la salida o no del régimen”.Incluso si consigue regresar, anticipó que deberá continuar en la clandestinidad. “Cuando yo regrese, el régimen no sabrá dónde estoy. Tenemos gente para cuidarme y los lugares donde me quede”, indicó.Machado también se refirió a la controversia sobre si una intervención militar estadounidense es necesaria, aunque evitó responder directamente la pregunta. En cambio, argumentó que Venezuela ya ha sido invadida de facto por actores ilegales. Al describir la situación de seguridad en el país, afirmó: “Tenemos agentes iraníes y grupos terroristas como Hezbollá y Hamas, que operan junto con el régimen” y agregó que los cárteles de la droga han “hecho de Venezuela un centro criminal”.Llamado a la acción globalMás allá de las declaraciones, la líder opositora hizo un llamado urgente a las democracias del mundo para que transformen su apoyo en acciones concretas. Ella busca que los gobiernos amplíen su respaldo a la oposición venezolana cortando las fuentes de financiamiento del régimen que provienen de actividades ilícitas.“Nosotros, el pueblo venezolano que ha intentado todos los medios institucionales, pedimos apoyo a las naciones democráticas del mundo para cortar esos recursos que provienen de actividades ilegales y apoyar enfoques represivos”, manifestó. Machado insistió en que el momento exige más que simples comunicados. “Y por eso ciertamente estamos pidiendo al mundo que actúe. No es cuestión de declaraciones, como dicen, es cuestión de acción”.A pesar de las dificultades —incluida su descalificación para postularse en las elecciones del año pasado, lo que obligó al diplomático retirado Edmundo González a tomar su lugar, y la persecución que llevó a González a buscar asilo en España— Machado se mantiene optimista. Desde Oslo, y en uno de los “momentos espirituales más extraordinarios” de su vida tras reunirse con sus hijos y su familia después de meses, compartió su visión de futuro.En su comparecencia, la líder de la oposición venezolana aseguró que el fin de la lucha será la libertad y la restauración de la dignidad. “Diría a todos los ciudadanos del mundo en esta hora y les aseguro que soy muy optimista en que Venezuela será libre y convertiremos un país en un faro de esperanza y oportunidad, de democracia”, concluyó.Apoyo a la incautación de un buque petroleroMaría Corina Machado apoya la incautación de un buque petrolero venezolano por parte de Estados Unidos, considerándola una medida necesaria para confrontar al régimen de Maduro.La líder opositora calificó esta acción como un “paso muy necesario” para enfrentar lo que considera un régimen “criminal”.Machado fundamentó su respaldo en la crítica al uso que el gobierno de Maduro da a la vasta riqueza petrolera de Venezuela, que posee las reservas probadas más grandes del mundo. Según Machado, la dictadura no utiliza estos ingresos para financiar servicios básicos como hospitales, o para alimentar a maestros empobrecidos, o para mejorar la seguridad. En su lugar, el régimen ha destinado los recursos petroleros a la compra de armas utilizadas para reprimir a sus oponentes. Al respecto, Machado fue enfática: “Sí, estos criminales tienen que ser detenidos y cortar los recursos de actividades ilegales es un paso muy necesario”, confirmando así su apoyo a la acción de la marina y la guardia costera estadounidenses contra el buque.  La Voz

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