Un vestido fabuloso, una reverencia ante su padre y compañero de baile… y mucha actitud. Carolina Lansing (21) se adueñó de la escena con naturalidad, mientras las cámaras de los fotógrafos y los celulares de los invitados apuntaban hacia ella en la pista del elegante hotel Shangri-La. El 29 de noviembre, la nieta de la diseñadora Carolina Herrera –e hija de Patricia Herrera y Gerrit Lansing– fue una de las jóvenes protagonistas de Le Bal des Débutantes, un evento que se celebra cada año en París y que reúne un grupo selecto de jóvenes provenientes de familias influyentes –son hijas de artistas, aristócratas y millonarios– para presentarlas en sociedad.

Carolina espera que una modista haga los últimos ajustes al vestido, bajo la mirada de dos expertas: su abuela, Carolina Herrera, y su madre, PatriciaCarolina con su hermano Magnus, que ofició de cavalier, de impecable frac y con un detalle especial: el moño blanco que eligió pertenecía a su abuelo, Reinaldo Herrera, quien murió en marzo pasadoLa joven hace una reverencia a su padre, Gerrit Lansing, antes de bailar juntos el vals rodeados por las otras debutantes y los invitados

La celebración también es una pasarela de Alta Costura y las debutantes llevan vestidos largos acordes con sus estilos, desde modelos vanguardistas hasta algunos dignos de una corte de Versailles. Carolina lució, por supuesto, un traje de la marca de su abuela, diseñado por el director creativo, Wes Gordon: un strapless blanco con lunares negros con top drapeado y falda con volumen y cola de la colección primavera-verano 2026, al que se le sumó un lazo a la altura de la cadera con un enorme moño en negro con lunares blancos. “Este vestido es un guiño a la primera colección de mi abuela: el blanco y negro y los lunares evocan esa colección inicial y, además, son un sello clásico de Carolina Herrera”, explicó, entusiasmada, Carolina Lansing en una entrevista exclusiva con ¡HOLA!.

Carolina con el fabuloso traje de alta costura de la maison de su abuela diseñado por Wes Gordon. Es parte de la colección primavera-verano 2026 de la marcaAquí, el vestido original, cuando fue presentado en la pasarela. Para que Carolina lo luciera en Le Bal, se le agregó un enorme lazo en la cadera. “Este vestido es un guiño a la primera colección de mi abuela: el blanco y negro y los lunares evocan esa colección inicial y, además, son un sello clásico de Carolina Herrera”, explicó Lansing Carolina descansa en su habitación del hotel Shangri-La, después de la gala

Este año, Le Bal contó con diecinueve debutantes provenientes de doce países diferentes, entra las que estaban la aristócrata Lady Araminta Spencer-Churchill, descendiente de Winston Churchill, y las princesas Isabelle d’Orléans –que llevó una tiara con más de mil diamantes valuada en un millón de euros– y Eulalia de Orléans-Borbón. La tradición del baile creado en 1957 por Ophélie Renouard señala que cada una de las chicas ingrese al salón del brazo de un cavalier, un joven que las acompañe cuando son presentadas y, en el caso de Carolina, fue su hermano Magnus quien asumió el rol, de impecable frac y con un detalle: el moño blanco que eligió pertenecía a su abuelo, Reinaldo Herrera, quien murió en marzo pasado. “Desde los hermosos lunares y lazo gigante hasta Magnus usando la corbata blanca de mi padre, todo se siente como un sueño”, escribió su mamá, Patricia, en su cuenta de Instagram, cuando la noche llegó a su fin.

La tapa de la revista ¡HOLA! Argentina de esta semana

​La joven de 21 años participó en el exclusivo Le Bal des Débutantes, el mismo evento donde Apple, la hija de Chris Martin y Gwyneth Paltrow, brilló el año pasado  

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