La vice busca imponer al nuevo secretario administrativo. El anterior renunció porque no le dejaba manejar los recursos.

Victoria Villarruel acelera la designación de un secretario administrativo que ocupe el cargo que dejó vacante su amigo personal Emilio Viramonte Olmos apenas asumió.

Las razones del alejamiento del fugaz funcionario del Senado se explican porque la Vicepresidenta no le delegaba la administración de los recursos, pese a haber impulsado con fuerza su nombramiento. «No le dio la lapicera y le renunció», dijo un senador aliado.

El apuro de Villarruel para que se vote su relevo en el recinto se debe a la posibilidad de conseguir el apoyo de la bancada peronista después de las próximas elecciones pero antes del recambio parlamentario. Por eso, explora la posibilidad de postular al director de comisiones, Alejandro Fitzgerald, un empleado de la casa que fue asesor de la senadora chaqueña María Inés Pilatti Vergara.

Sin embargo, fuentes parlamentarias revelaron a LPO que el hombre estaría acusado de abuso por trabajadoras del Senado.

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En la bancada de Unión por la Patria, dijeron a LPO que «a la hora de respaldar ‘nombres’ el bloque no funciona de la misma manera que con iniciativas políticas, hay un poco más de debate, de prescindencia y de autonomía». «En el peronismo algunos creen que es conveniente, otros le desconfían muchísimo por aspectos de calidad personal», comentaron.

Todos los bloques reconocen que la cámara no puede funcionar bien sin un secretario administrativo. La objeción de opositores y aliados es que la Vicepresidenta concentra las decisiones y las decisiones menores quedan en manos del prosecretario administrativo, Lucas Clark.

» En el peronismo algunos creen que es conveniente, otros le desconfían muchísimo por aspectos de calidad personal .»

LPO publicó en mayo pasado que los senadores radicales planeaban arrebatarle a Villarruel el control de los recursos de la Cámara Alta, tras la renuncia de Viramonte Olmos, quien había sido designado en su cargo en la sesión del 7 de mayo pasado. El calendario electoral planchó esa iniciativa y ahora sería la Vicepresidenta, junto con un sector del peronismo, la más interesada en ocupar ese vacío.

Desde el kirchnerismo reconocieron el vínculo laboral con Pilatti Vergara pero se encargaron de aclarar que no terminó bien esa relación. Desde el entorno de la Vicepresidenta, por su parte, alegaron que no tenían información.

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