El Barrio Malvinas Argentinas es uno de los más afectados cada vez que las precipitaciones son abundantes, tal como ocurrió el domingo pasado y en muchas otras oportunidades, ya que el cuenco que hay en la zona se desborda y provoca la inundación de calles y viviendas. Pero las últimas gotas caídas el domingo fueron las que colmaron la paciencia de un grupo de vecinas de esa barriada, que evidentemente molestas e indignadas por la repetición del problema que padecen desde siempre, anunciaron que realizarán una demanda a la Municipalidad por los daños y perjuicios que vienen sufriendo.
Vanesa Campo, en diálogo con La Reforma, contó a media mañana de ayer, que las calles aledañas al cuenco continuaban con unos 40 centímetros de agua y varias casas inundadas, no en su caso particular, porque al conocer el problema de la zona, tomó la precaución de levantarla un metro desde el nivel de la vereda, pero eso no le impide tener problemas, ya que no puede salir del barrio y tampoco usar el baño, porque las cloacas están colapsadas.
La mujer indicó que junto a algunas vecinas realizarán un relevamiento de las consecuencias que las lluvias acarrean para los vecinos, y con ese material demandarán al municipio, porque, entienden, han pasado varias gestiones con intendentes de distintos partidos políticos y las obras para mitigar los efectos de las inundaciones nunca aparecieron.
Campo vive en el Barrio Malvinas Argentinas, en la calle Vaira a no más de 40 metros del cuenco de ese barrio. “La lluvia fue intensa, fuerte, se cortó la luz y al no haber electricidad las bombas del cuenco no funcionaron, y por más que desde Asuntos Vecinales diga lo contrario, eso es una gran mentira, porque cuando vinieron desde el municipio con los grupos electrógenos la luz ya había vuelto”, indicó.
A las 11 de la mañana de este lunes, la mujer relató que “recién ahora está bajando un poco el nivel” del cuenco, y para dar una idea de la situación, contó que su casa está casi un metro elevada sobre la calle, y de todas formas le ingresó agua.
Otros vecinos, en tanto, tuvieron menos suerte, y llegaron a tener más de 30 centímetros de agua en el interior, y no solo de agua, sino de líquidos cloacales, dijo, porque al inundarse la zona, colapsa el sistema cloacal.
Acciones legales
“Algunos vecinos se autoevacuaron, y esto es lo que nos pasa con cada lluvia. Lo que más nos preocupa hoy es que esto pasó con 67 milímetros, y en 2017 pasó con 500, entonces qué va a hacer el gobierno, porque a nosotros como vecinos no nos sirven 5 mil pesos (el subsidio dispuesto por la Municipalidad para los afectados), no nos sirve que anden ahora en el barrio repartiendo colchones y lavandina, más allá de que no estoy en contra de que la gente que lo necesita reciba esa ayuda, pero lo que necesitamos son obras, infraestructura para que cuando caigan 50 milímetros no nos inundemos”.
Indicó que más allá de los vecinos que tienen las casas inundadas, lo concreto es que al estar las calles de bote a bote, muchos tampoco pueden salir del barrio a trabajar, dijo la mujer, y en ese camino remarcó que con un grupo de vecinas “hemos decidido que vamos a iniciar acciones legales contra el municipio”.
“Somos un grupo de vecinas que la primera acción que vamos a tomar es recopilar lo que viene pasando en los últimos ocho años que vivimos en el barrio, porque tuvimos gestión Larrañaga (PJ), gestión Altolaguirre (Cambiemos) y la de di Nápoli que está en curso y ninguno hizo nada”.
Recordó que justamente lo único que se ha hecho durante la gestión del dirigente radical fue establecer una quita en las tasas municipales “para que no hincháramos más, para que nos calláramos la boca”, pero, insistió “lo que queremos son obras, y obras de verdad”.
“Acabo de escuchar al intendente que dice que lo que van a solucionar ahora es el tema de la calle Santa Cruz, y a nosotros durante estos diez años nos han mentido en la cara todos los que pasaron, porque todos nos dijeron que el problema de los cuencos se iba a solucionar cuando hicieran la obra de la calle Santa Cruz, y ahora di Nápoli dice que eso no va a ser la solución para nuestro barrio, entonces, qué solución nos dan a nosotros”, enfatizó.
La mujer recordó, para graficar la situación que viven, que en la inundación de 2017 “nosotros fuimos evacuados en un bote a las 11 de la noche, y mi hijo al día de hoy es que ve una gota de lluvia y tiene miedo”. “Acá –dijo-, más allá de lo material está lo emocional, porque el que no lo vivió no puede magnificar lo que se siente”.
fuente:La Reforma
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