La Justicia local, a través de un fallo dictado por el juez de audiencia Florentino Rubio, condenó ayer con una pena de ‘tres meses de prisión en suspenso y costas’ a una joven identificada como Romina Saavedra por un delito de ‘daño simple’ que se registró en un incendio intencional de un automóvil Chevrolet Corsa, propiedad de un hombre identificado como Hugo Urquiza.
Contra Saavedra, de 28 años de edad, también se dictó en horas del mediodía del miércoles el cumplimiento de reglas de conducta, por un plazo de dos años, que consisten en “fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato; abstenerse de mantener cualquier tipo de contacto con Hugo Urquiza y su grupo familiar”.
La resolución de Rubio coincidió con lo solicitado por el fiscal Alejandro Gilardenghi y el defensor oficial Walter Vaccaro en el marco de un Juicio Abreviado que días atrás se realizó en Tribunales.
El hecho por el cual fue sancionada penalmente la joven Saavedra tuvo lugar durante la madrugada del día 19 de noviembre de 2013, en un domicilio de calle 12 entre 29 y 31.
La Justicia estableció que sobre la 1:40 de dicha jornada la imputada ‘arrojó intencionalmente una botella con combustible’ hacia un automóvil Chevrolet Corsa (color blanco y dominio FJW-026), que se hallaba estacionado en una vereda.
Como consecuencia del accionar de la joven se incendió el espejo retrovisor, el paragolpes y la puerta delantera y trasera del lateral izquierdo del mencionado automotor, propiedad de Hugo Urquiza.
Reparaciones
Cabe apuntar que el vehículo en realidad se encontraba a cuidado de otro masculino identificado como Alfredo Britos, quien tenía previsto realizarle reparaciones mecánicas.
Al llegar al lugar personal policial Britos se mostró sorprendido por lo sucedido y explicó que ‘no tenía problemas con nadie’ y que el rodado era propiedad de Hugo Urquiza, quien se lo había dejado a su cargo para repararlo.
Al momento de denunciar el hecho, Urquiza indicó que se enteró de lo sucedido a través de un llamado telefónico que atendió su señora; y apuntó que al escuchar lo sucedido ‘inmediatamente pensaron que la persona que lo había hecho era algún familiar’ del fallecido Julio Gualpa, ya que ‘había tenido problemas con estas personas’, se indica en el fallo que ayer conoció La Reforma.
Durante la investigación el damnificado explicó que conocía a Romina Saavedra y que ésta ‘tenía problemas’ con su familia, y añadió que anteriormente había ‘amenazado’ a su mujer.
Fuente: DiarioLaReforma.com.ar
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