La previa sexual, o “foreplay”, cumple la función de preparar el cuerpo para lograr una excitación plena. El tiempo, la calidad y el modo de ponerla en práctica dependerá de los gustos personales. Una especialista recomienda cinco opciones para iniciar el encuentro.
“No está bueno hablar de previa si nos referimos a que estamos esperando un acto principal, como la penetración. Es mejor pensar que el acto sexual inicia desde que empezamos a tocarnos y chuparnos”, comenta la psicóloga y sexóloga Denise Regadío (MN: 43.723 @invasiong).
“Foreplay” o previa sexual refiere a todo los actos que realizamos para lograr la excitación: “Es todo aquello que hacemos en el inicio del encuentro que aumenta el deseo y nos acerca al orgasmo”.
La previa puede pactarse antes, o salir espontáneamente, todo depende de los gustos y deseos personales. Tener un espacio para contar las fantasías sexuales, es fundamental para que suceda.
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La importancia de este momento no radica solamente en lograr la excitación, sino que también hay un objetivo desde lo físico. Para que la fase de la excitación suceda, se necesita un considerable aumento del aporte sanguíneo a los órganos genitales. “Es necesario que el cuerpo tenga estas reacciones y respuestas para que podamos llegar al orgasmo”, explicó Regadío.
En el caso del pene, la erección se logra cuando los conductos deferentes, que se encuentran en el tronco, se llenan de sangre. En el caso de la vulva, sucede de la misma manera, teniendo que aumentar la circulación de la sangre para duplicar y hasta triplicar el tamaño del clítoris.
En comparación, la llegada al orgasmo es diferente. “La vagina necesita cinco veces más cantidad de sangre que el pene para poder llegar a un orgasmo. Por ende, es más probable que el hombre llegue antes al orgasmo”, indicó la sexóloga.
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Por eso, no es posible determinar un tiempo de necesario para que la excitación se produzca, ni tampoco un tiempo estándar para que se logre el orgasmo. Los gustos y tiempo son muy personales.
Es importante que el juego previo exista, fundamentalmente, para relajarnos antes del orgasmo. “La excitación de la mujer, por ejemplo, es periférica, va de afuera hacia adentro. Lo último que se debe estimular son los genitales. Por eso, hay que lograr primero estar relajado, para lograr la excitación sexual”, concluyó la sexóloga.
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Cinco juegos de previa sexual: desde el baile a la masturbación
En un vínculo de confianza o bien en un episodio de sexo espontáneo, se puede pactar la previa: “Podemos acordar contando lo que a mí me gusta más, que eso es algo individual de cada persona”. De esta manera, podemos determinar cuál es la previa adecuada para el encuentro.
La sexóloga comenta que estas situaciones activan la imaginación y ejemplifica algunas opciones para hacer con otra persona. Se pueden probar todas e ir identificando cuál les gusto más y por qué. De esta manera, lograrán reconocer los gustos individuales y compartirlos.
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- Vestimenta: Hay muchas variedades de disfraces para calentar e imaginar una situación previa. La disponibilidad en un sex shop es infinita, hay para todos los gustos y géneros. Sin embargo, no es la única manera. Si no te gusta el acting, podés ponerte eso con lo que le gusta verte. Como ponerse su remera, usar lencería que le gusta o esperar a tu pareja sin ropa.
- Masajes: No es necesario ser un profesional ni saber las técnicas del masaje. Se trata de poder tocar el cuerpo de tu pareja de manera que genere relajación y excitación al mismo tiempo. Lo importante es regular la fuerza con la que se realiza y la utilización de aceites par aligerar el tacto de piel con piel. Es importante no olvidarse de los pies, ya que cuenta con miles de terminaciones nerviosas que son estimulantes sexuales. Los masajes deberían cubrir la totalidad del cuerpo.
- Baile: No se trata de ser profesional, sino de que todo el contexto acompañe. Las luces, la música, y por supuesto lo que suceda en el baile. “Se puede hacer un striptease y tocarnos frente a la otra persona”, indica la especialista.
- Masturbación: No se trata únicamente de hacérselo el uno al otro, sino de mirarse mientras ambos lo hacen. Conectando visualmente el placer propio con el placer del compañero. De esta manera, reconocemos su excitación en nuestro cuerpo, vista y al tacto.
- Tacto: “Petting” o sexo con ropa. Se trata de acariciar, apretar, frotar, rozar, lamer y chupar cualquier zona erógena sin realizar penetración.
Todas estas “previas”, son en sí mismas parte del acto sexual. Estas ideas son disparadores para que decidas cómo acomodar el juego, si más fuerte o menos, lo mantengas o lo cambies. La penetración no es la finalidad del sexo.
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