El gobierno de La Pampa continúa trabajando en proyectos vinculados al desarrollo de autopistas en determinadas rutas de la provincia, perjudicadas por el incremento del tránsito pesado a partir del deterioro de la red vial nacional.
El flamante ministro de Obras Públicas, Alfredo Intronati, aseguró que «nosotros no abandonamos los proyectos y siempre que los trabajamos no pensamos en utopías, sino en proyectos que pueden ser realidad en algún momento».
En el programa La Parte y el Todo de la TVP Pampeana, agregó que a pesar de la restricción de fondos nacionales, que llevó a cero el giro de recursos para obra pública, «estamos trabajando en proyectos de autopistas».
En esa línea, el funcionario explicó que «se ha trabajado en proyectos de autopistas, incluso el gobierno de Macri lo anunció para la ruta 5 con las PPP pero no se hizo nada, en La Pampa seguimos con la misma ruta».
«Inercia público-privado»
«Estamos trabajando en proyectos de autopistas. En este caso, puedo tener algún pensamiento que se relacione al gobierno nacional en la inercia de la relación público-privado, nosotros tenemos que buscar esa vuelta», amplió Intronati.
«No creo que el Estado pueda hacer todo, pero tampoco que puede hacerlo el mercado solo como lo piensa el gobierno nacional. Habría que buscar la inercia de lo público y privado en la provincia para lograr estas obras», manifestó.
Además, aseguró que «tenemos un gobernador inquieto, que tiene muchos proyectos y ganas de transformar la realidad de los pampeanos y las pampeanas para mejorar. Es un proyecto que estamos trabajando pero tienen que darse también muchas cosas».
– Son peajes en rutas provinciales que tienen tránsito nacional, como la ruta 15, la ruta de la cría, la ruta 10…
– Esa puede ser una alternativa, también la ruta 20, la ruta 5 es nacional, pero empieza ahí un tema de jurisdicción, le estamos pidiendo continuar con las viviendas nacionales pero no tuvimos respuestas. El panorama es complejo, son proyectos que retroalimentamos en cada gestión y trabajamos en ello, esperamos que en algún momento lo podamos concretar.
Estudio del CFI.
En su análisis para determinar la viabilidad de concesionar y cobrar peajes en una serie de rutas provinciales, que están afectadas por el paso de tránsito pesado, principalmente hacia el yacimiento Vaca Muerta y el deterioro de los caminos nacionales, el gobierno de La Pampa trabaja en un informe junto al Consejo Federal de Inversiones (CFI).
La provincia de La Pampa tiene 2.400 kilómetros de rutas pavimentadas que son provinciales y otros 1.500 kilómetros nacionales. El estudio encargado al CFI se realizó sobre toda la red vial provincial para determinar si se puede cobrar peaje y en qué zonas.
El estudio tiene en cuenta la red formada por las rutas 35, 20 y 152, ese tránsito pasante en la provincia, tanto en sentido este a oeste como norte a sur, aunque cualquier concesión está sujeta a la demanda económica. Lo cierto es que el deterioro de las rutas nacionales y la falta de inversiones, perjudica a la red provincial de rutas, principalmente en aquellos tramos donde circula el tránsito pesado.
El apodo de «cartonero».
Alfredo Intronati, el flamante ministro de Obras Públicas, tiene 43 años y es arquitecto, recibido de la Universidad Nacional de Córdoba. «Empecé a estudiar en 2001, en la crisis, con el corralito, todo, y siempre digo que soy producto de todo ese momento, que nos involucró y nos hizo participar más en política», contó.
Comentó que en su regreso a La Pampa, el entonces vicegobernador Mariano Fernández le dio la posibilidad de ingresar a una planta permanente en la Legislatura provincial y luego fue designado como Intendente de Cámara.
A fines de 2021, «pasando la pandemia, me llamó el gobernador Sergio Ziliotto para cubrir el cargo de subsecretario de Julio Rojo que iba a pasar a ser ministro, y ahora tengo la oportunidad de asumir el Ministerio de Obras Públicas como ministro», explicó Intronati.
«El cartonero».
Por otro lado, el funcionario contó que durante su época de estudiante universitario era apodado «el cartonero», por sus compañeros de cursada. «Llegué a tener el apodo de cartonero porque la crisis hacía eso, de tener que salir a buscar el material para trabajar en maquetas. Arquitectura es una carrera cara como siempre se dice, pero el cartón podías comprar el mejor cartón o sacarlo directamente de la calle, como nos obligaba la realidad», amplió. «Siempre aparecía con un cartón, un vidrio, un metal o algo que me pudiera servir para hacer una maqueta», agregó.
Intronati dijo que se recibió por la ayuda que le brindaron su madre y su hermana, que tenían planes trabajar de $256, «sumado a una beca del gobierno provincial, porque tenía buen promedio y pude recibirme, lo que le costó mucho a mi familia».
Recordó además que su padre era «conocido» en General Pico, donde el flamante ministro nació. «Era constructor de oficio, plomero, gasista, electricista, se dedicaba a esos oficios y le generaba pacer», contó. Incluso, a partir de las crisis económicas, ayudó a su padre en algunas obras.
«Eso me marcó el camino en la profesión, incluso fui a Escuela Técnica en General Pico y el último año lo terminé en la EPET de Santa Rosa, porque mi familia perdió todo allá por malas decisiones económicas y se vino para acá», siguió.
Emocionado, señaló: «Tengo una vida cruzada por la crisis, me estoy dando cuenta». «Incluso en Córdoba iba caminando a la facultad con las maquetas, los bolsos con los tableros, esa es mi historia», cerró Intronati.
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