La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, transita su presente entre la función pública y la batalla que busca dar dentro del PRO sobre la nueva conducción del expresidente Mauricio Macri. Mientras la primera insiste y trabaja en concretar la fusión de los amarillos con La Libertad Avanza (LLA), el segundo busca darle una nueva impronta a la conducción del partido con un límite claro: no puede haber un cogobierno con Javier Milei.
Ya integrada al Gobierno, y con ello asumiendo todos los costos, la ex candidata a presidenta trabaja para lograr una unión entre ambos espacios, cada vez más cerca de Milei y más alejada de un Macri, al que considera una etapa superada y por quien se sintió traicionada en las últimas elecciones.
Alineada con La Libertad Avanza, desde su entorno aclaran que tanto ella como los amarillos que le responden «no se fueron del PRO», sino que el objetivo es dar la pelea desde adentro y desde allí construir una alianza con los libertarios, con el foco puesto en las elecciones de cara al 2025.
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El panorama electoral del año entrante abre especulaciones sobre el presente y el futuro de la ministra, a quien algunos imaginan en las próximas listas ante la ausencia de figuras de peso dentro del Gobierno. Por el momento, Bullrich pone el foco en la gestión en Seguridad, aunque no descartan ningún escenario.
En el esquema de gobierno, su paso por la función pública le da cierta autonomía en esta gestión, en la que destacan que hoy se mueve más libremente que en épocas de Marcos Peña. También ponderan su buen vínculo con los hermanos Milei, con el ministro de Interior, Guillermo Francos y con el asesor Santiago Caputo, no así con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, cuya continuidad en el cargo fue puesta en duda por el propio Presidente en las últimas horas.
Una alianza fría
Con dudas de ambos sectores, el acercamiento entre el PRO y LLA se instaló al comienzo de la gestión, pero lentamente se fue diluyendo. Cerca del máximo mandatario miran con desconfianza a los amarillos, al tiempo que el PRO ligado a Macri apunta solo a una alianza electoral, midiendo los costos y beneficios de la gestión Milei.
En el marco de esta discusión, el fin de semana la ministra dio un paso más, al participar de un acto en Luis Guillón en Esteban Echverría, por el lanzamiento de la mesa de Apertura Republicana, la pata liberal del PRO en la provincia de Buenos Aires. Allí promovió la unión de ambos espacios, ponderó a Milei por sobre figuras de su espacio y aseguró algo que es claro hace tiempo “Juntos por el Cambio fue”, una marca que solo sigue siendo utilizada por los gobernadores.
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El acto tuvo lugar horas después de que Macri asumiera nuevamente, de forma virtual, la presidencia del PRO. Si bien desde el entorno de la ministra descartan cualquier especulación y aseguran que el encuentro estaba programado hace un mes y medio, reconocen que “se transformó en un acto grande” en el que estuvieron presentes algunos referentes libertarios, en el que se cruzaron las ideas de “libertad” y “república”.
Allí estuvieron presentes, entre otros, el líder de Apertura Republicana y director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Juan Curutchet, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y, entre los libertarios, destacó la participación de Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio urbana y armador político de La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires, un dirigente de íntima confianza de Javier y Karina Milei.
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El Gobierno necesita reforzar su armado en territorio bonaerense, un segmento adverso para Milei. En este sentido, esta semana el Presidente recibió en la Casa Rosada a Pareja y a los integrantes del bloque de senadores de LLA de la provincia de Buenos Aires. Es la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, quien encabeza el armado federal de la fuerza libertaria, con la conformación del partido en varias provincias como Salta, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El avance en CABA, cuna del PRO, demuestra la resistencia de Karina a la fusión con los amarillos.
El encuentro del sábado dejó un claro mensaje para Macri, quien considera que la fusión quedó descartada hace tiempo. Bullrich aprovechó para cuestionar a aquellos sectores que le ponen un freno a Milei, sobre quien destacó que “va al frente” y que eso “le da gobernabilidad”. “Un presidente que tiene ideas claras y las ejecuta”, señaló, en un mensaje con un claro destinatario.
Desde el bullrichismo son contundentes con respecto a que Juntos por el Cambio no existe más y que es momento de trabajar en una alianza amplia del PRO-LLA. Esta línea la vienen impulsando mediante encuentros con dirigentes del PRO de diferentes provincias que comparten el pensamiento de la ministra.
En este mapa, ven a un Macri que forma parte del pasado y que decidió asumir de forma virtual por falta de apoyos. Ese diagnóstico lo trasladan al presente del partido que hasta hace poco conducía la propia Bullrich. “El PRO se transformó en un grupo de amigos y parientes. Perdió modernidad y vanguardia. Es un muñeco de nieve que se derrite cada vez más”, enfatizan cerca de Bullrich. Sin embargo, acentúan que la pelea se tiene que dar desde adentro y que en este esquema: “Un 50 % está con Macri y el otro 50 % con Patricia”.
A pesar de las especulaciones, LLA no deja de ser una fuerza política nueva, con debilidades parlamentarias y falta de gobernadores, por lo cual desde el PRO entienden que al Gobierno “tampoco le conviene romper todos los puentes”. Todos coinciden en que las definiciones se darán en 2025, mientras en simultáneo miran con preocupación las consecuencias del plan económico de Milei, sobre todo en el nivel de desempleo.
Los límites a Bullrich
El acto en Esteban Echeverría despertó molestias en el expresidente, quien rápidamente comenzó a jugar sus piezas como conductor del PRO. Esta semana encabezó una reunión en sus oficinas en Olivos para ordenar la nueva gestión y los pasos a seguir, en particular en la provincia de Buenos Aires. El dato que sobresalió fue la ausencia de Damián Arabia, hombre cercano a Bullrich y vicepresidente segundo del partido.
Del encuentro si participaron los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Nacho Torres (Chubut); el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; los intendentes Soledad Martínez (Vicente López) y Guillermo Montenegro (Mar del Plata); los diputados Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal; y el exsecretario general de la Presidencia macrista, Fernando De Andreis, entre otros.
En la reunión Macri repitió la línea que viene manejando hace meses: establecer los límites a Milei y que los amarillos que forman parte de la gestión lo hicieron a título personal. «Patricia intenta llevar agua al molino de la Libertad Avanza. El PRO quiere conservar la identidad del partido», advierten.
Tras el encuentro y en línea con el expresidente, Torres brindó una entrevista en la cual cruzó a Bullrich. “Yo no estoy para nada de acuerdo con lo que plantea Patricia de fusionar el PRO con el Gobierno”, subrayó, y agregó que ante un escenario de esas características, no dudaría en irse.
El gobernador viene demostrando gestos de autonomía desde que asumió el mandato. Idas y vueltas con Milei, límites a la fusión y buen vínculo con los gobernadores de todo el arco político. En ese sentido, la semana pasada recibió y se sacó fotos con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien viajó a la provincia para entregarle unas ambulancias en forma de comodato.
El último gesto contra Bullrich, planificado en la reunión en Olivos, se dio este jueves cuando 24 de los 33 consejeros del PRO bonaerense renunciaron al Consejo Directivo con el objetivo de generar la salida de la actual presidenta, Daniela Reich, legisladora provincial y esposa del intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela. Al renunciar más de la mitad de los integrantes, el partido quedó acéfalo, por lo que dentro de los próximos 60 días se tiene que convocar a elecciones internas y la idea es que se presente una lista única encabezada por el diputado nacional Cristian Ritondo.
Antes los límites que parte del PRO plantea sobre la alianza, en el mundo de la ministra de Seguridad analizan que cualquier escenario perjudica a Macri, tanto si a Milei le va a bien como si le va mal. “Macri queda chico con un presidente con semejante figura», sentencian.
En el caso de la ministra, el tiempo dirá si su futuro político seguirá en la gestión, en una lista el año que viene o incluso algunos fantasean con una candidatura en la ciudad de Buenos Aires. Las puertas están abiertas.
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