El gobernador Sergio Ziliotto afirmó que «la ley bases va contra la división de poderes. Le da poder una sola persona».
El mandatario mantuvo una entrevista con el periodista y director de Perfil, Jorge Fontevecchia. Habló de todos los temas. Reiteró algunas definiciones contra el gpbierno de Javier Milei.
También le preguntaron sobre el peronismo. Dijo que «no hay que hablar de nombres propios porque divide».
Este es un tramo de la entrevista con periodistas de Perfil.
Alejandro Gomel: Hoy habrá un nuevo intento en el Senado para el dictamen de la Ley Bases. ¿Cuál es su posición con esta ley? ¿Qué significa para su provincia?
Me tocó ser legislador en una época en donde se discutía absolutamente todo y había actividad y discusión todos los días de la semana, creo que en la República Argentina hay que discutir absolutamente todo, pero claramente en espacio y lugar.
No se puede discutir una ley inicialmente de 600 artículos con más de 40 temáticas distintas que nos llevaba a analizar los temas en particular. Ha quedado demostrado en el debate en el Senado que hay que analizar artículo por artículo a partir de que Diputados decidió la votación con el análisis de los capítulos, para ver las cuestiones que no se conocen y no se definen y que son las que impactan directamente en la vida de cada argentino y argentina.
Claramente estamos en contra por una cuestión ideológica, pero también desde el punto de vista de la defensa de la Constitución. Esta Ley Bases es una destrucción de la división de poderes.
La Ley Bases es la concentración del poder en una sola persona. La estructura de la Ley marca que más allá de los artículos que han quedado afuera, el Gobierno Nacional persigue los primeros artículos, con las facultades delegadas el resto de la ley pasa a un escalón secundario, porque el Presidente de la Nación va a poder modificar los principios de la Constitución actual y cambiar el marco socioeconómico del país.
Está a un paso la apertura para que el Presidente, vía decretos delegados, pueda llevar adelante una reforma constitucional. Claramente esta ley, vía facultades delegadas y tomando la emergencia económica y financiera, puede avanzar en una reforma de la coparticipación federal de impuestos, modificando afectaciones específicas que son las que hoy regulan la distribución de los impuestos que integran la masa coparticipable.
José Mayans dijo que, si se acepta la Ley Bases sin cambios, «vamos a tener todas las provincias como Misiones»
AG: Ayer el Gobierno mencionaba el hecho de que a varios presidentes se les dio delegaciones especiales de facultades y, a su vez, se queja de ser el único gobierno en los últimos años al que no le aprueban ninguna ley en los primeros seis meses.
No podemos entrar en los simplismos de analizar estas leyes desde el punto de vista de la matemática. Ni la Ley Ómnibus ni el paquete fiscal se trata de una ley cualquiera. La posibilidad de modificar hasta la Constitución Nacional es algo que no se le dio a ningún presidente.
Se marcó en ambos debates el hecho de que cuando uno establece facultades delegadas, primero determina la materia, o sea crea la emergencia económica, financiera, energética y administrativa. Además, establece bases que fijan límites. La única base que está explicitada es la que tiene que ver con la administrativa. Es decir, no hay límites para que el Presidente tenga facultades legislativas a partir de la emergencia económica, financiera y energética.
Claramente hay un cheque en blanco que no va en el marco de la división de poderes. No puedo comparar esta emergencia con ningún presidente anterior, sea del signo político que sea.
Ley Bases
«La Ley Bases es la destrucción de la división de poderes».
Claudio Mardones: El otro capítulo es el DNU, que va a cumplir casi el mismo tiempo que lleva Javier Milei como presidente de la nación. Dentro de poco la vigencia del DNU va a cumplir seis meses y en ese contexto solamente tuvo rechazo en el Senado. ¿Cree que habrá posibilidad de cristalizar algún acuerdo entre los distintos gobernadores después de que haya pasado la definición de la Ley Bases o cree que no hay forma de frenar el DNU 70/23?
Hemos logrado una mayoría importante en el Senado para rechazar el DNU, porque claramente genera una desregulación económica que como mínimo tiene una gran concentración económica en el poder real, y claramente una desregulación que afecta a la vida.
El ejemplo tangible de lo que puede pasar es el tema prepagas, donde la libertad fue libertad para cobrar lo que quieran y afectar al resto, con un Estado que no proteja al que menos tiene. Y cuando se quiso poner un límite, en vez de anular el capítulo del DNU, se dictó una medida de intervención en el mercado, de una manera contraria a la ideología del Gobierno, y vemos que ahora la devolución es en 12 cuotas con un interés mucho menor al proceso inflacionario.
Claudio Mardones: ¿Usted esperaba que la Corte finalmente fuera un freno para el DNU? Al principio se esperaba que sí, pero finalmente los planteos no fueron caso para la Corte y la posibilidad judicial quedó obturada. ¿Espera algo de la Corte respecto al DNU 70/23?
Como dirigente nacido en democracia que defiende la institucionalidad, sigo confiando, pero parece que los tiempos de la Corte no son los mismos que los de la gente. Cualquier tipo de análisis en cuanto a la reputación de distintos estamentos de la vida social, política o económica del país, en la administración de justicia no goza de buena salud en la reputación de la gente.
Debería haber un mayor involucramiento, porque si no de esa manera no vamos a tener esa hermosa compensación de poder que tiene la Constitución, que es la división de poderes.
Por eso abrazamos esa Constitución y todo lo que nosotros planteamos en el marco de la institucionalidad. Fui parte de firmar el juicio político a la Corte Suprema, sobre todo porque veíamos lesionados derechos de las provincias, pero también porque en el marco de la Constitución es un derecho que nos da ese texto, ¿por qué no lo vamos a usar? Tiene que ver con mejorar la calidad de las instituciones.
Después de tres años, la inflación dejó de ser la principal preocupación de los argentinos: ahora son la pobreza y el desempleo
¿Cómo cree que debería ser el futuro del peronismo? Por un lado se habla de cantar nuevas canciones con el gobernador Kicillof como uno de los posibles futuros referentes del peronismo a nivel nacional, por otro lado hay una tensión con La Cámpora. ¿Cómo cree que debería re-configurarse el peronismo para competir nuevamente a nivel nacional?
No son tiempos de discutir liderazgos, es tiempo de ocuparnos de las necesidades de la gente más que de los intereses personales de los dirigentes. Cuando uno aborda una discusión con nombres propios lo que hace es dividir, y eso debe quedar de lado. El rol que tenemos quienes representamos y fuimos parte de un proyecto electoral, político, económico y social a través de Unión por la Patria tenemos que defender ese modelo, un modelo que votó el 44% de la gente.
Hay que dejar en claro que el país que propusimos no era un relato electoral, es una esencia de lo que nosotros creemos que se necesita en la República Argentina para construir una sociedad desarrollada, inclusiva, armónica con impacto en el territorio e igualitaria desde el punto de vista social.
La discusión es más cuando hay posicionamientos personales, no se busca cierta manera de tener una cohesión desde el punto de vista de defender una oposición ideológica. El peronismo es la última trinchera que tiene la gente para hacer valer sus derechos.
Los gobernadores de UxP hemos tenido una coherencia, una unidad y una solvencia en cuanto a mantener intacta nuestra representatividad, salvo muy raras excepciones. Podemos mantener una coherencia, una homogeneidad en el bloque del Senado y en el bloque de Diputados. Ya habrá tiempo para discutir liderazgos, cuando uno discute liderazgos y habla de nombres propios divide, y hoy no es momento de dividirnos.
ElDiarioDeLaPampa
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