
Una nueva provocación del Gobierno en la previa al 24 de marzo
Las negociaciones por la presidencia del PRO
La designación de Mauricio Macri como nuevo líder del partido no estuvo exenta de cruces e intensas negociaciones con Patricia Bullrich. Después de obtener la victoria en la interna del hoy ex Juntos por el Cambio (JxC) y de sumarse a las filas del actual Gobierno, negociación que se dio a título personal, la ministra exhibió aquellas cartas para reclamar el 50 por ciento de lugares en la renovación de autoridades, un requerimiento que tensó los acuerdos hasta último momento.
“El PRO se reordena bajo el liderazgo de @mauriciomacri”.
Entrevista de Jorge Fontevecchia en @mfontevecchiaok. pic.twitter.com/zptcrm6m1u— Humberto Schiavoni (@SchiavoniH) March 21, 2024
Desde el macrismo contemplan a una Bullrich que «confronta por lo bajo y lo alto con Macri» y que busca «retener una cuota de poder dentro del PRO» que entienden no se corresponde con su recorrido y su presente en el partido, al que se sumó más tarde y, recuerdan con cierta picardía, de la mano del exjefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
Las diferencias entre ambos estallaron en diciembre del 2023 con la designación de Bullrich como ministra de Seguridad del libertario, un movimiento que Macri se encargó de aclarar fue un “compromiso personal”. «Hay diferencias con Patricia por haber tomado un camino más personal y alejarse de la lógica colectiva al sumarse a las filas de Milei», recalcan. A partir de esos movimientos, la integración a LLA genera distinto impacto en cada una de las figuras, en donde Macri apuesta a acompañarlo sin ser parte del Gobierno, mientras Bullrich, ya adentro, impulsa una alianza total.
“Macri dice que no quiere un cogobierno pero se la pasó pidiendo cargos que no le dieron”, advierten desde el bullrichismo, desde donde proyectan una elección de medio término con un frente PRO-La Libertad Avanza y no con el sector de la UCR que responde a Martín Lousteau.
Además, de la presidencia, la renovación de autoridades incluyó dos vicepresidencias, la titularidad de la Asamblea, la Secretaría General, consejeros y vocales, que terminaron divididos entre macristas y bullrichistas. En ese tironeo, Rodríguez Larreta se mantuvo al margen, mientras que la diputada María Eugenia Vidal se alineó con el expresidente.
De cara a lo que ocurriría el martes, el domingo Macri se reunió con Larreta en un intento de sumar su apoyo, quien le ratificó que no estaba de acuerdo con entregarle el PRO a Milei porque “va en contra de los valores constitutivos del partido”.
«En principio, Horacio se va a quedar en el PRO aunque sea solo con su banderita», afirman desde su entorno, aunque amplían que “hay muchos dirigentes que piensan como Horacio” pero que la pelea por los cargos los termina acercando a la gestión actual. En su presente, Larreta se mantiene ajeno a las discusiones del partido, mientras sigue trabajando en su propia Fundación, brinda clases en el exterior y también tiene la idea de escribir un libro ligado a su gestión.
La foto completa de las nuevas autoridades ubica a Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y cercana al jefe de gobierno porteño Jorge Macri, como vicepresidenta primera, mientras que Damián Arabia, un hombre de Bullrich y muy resistido por el macrismo, será el vicepresidente segundo. En el caso de la ministra de Seguridad, quedó como Presidenta de la Asamblea del PRO.
“Patricia reclamaba el 50 por ciento de los lugares pero se quedaron con menos del 20”, chicanean desde el macrismo, donde no solo miran los porcentajes sino que hacen hincapié en que los lugares más importantes están ocupados por dirigentes cercanos a Macri.
“Ellos plantearon dirimir la cuestión en interna pero no tienen apoyo de ninguno de los jefes del partido”, añaden y recuerden que a fines de enero, en una especie de operativo clamor, Macri recibió el apoyo de representantes provinciales y exfuncionarios amarillos.
Distinta es la mirada que prima en el entorno de Bullrich, en donde señalan que “jamás objetaron la candidatura de Macri” sino que se buscó “construir un equilibrio de lo que había ocurrido en las PASO” para que “perdedores no se lleven los laureles”. “Ellos quedaron un poco enojados porque no pudieron imponer lo que querían. Dicen que ganaron porque suman a su favor dirigentes que son independientes, incluso algunos que están más cerca de Patricia. Te diría que quedó equilibrado”, resumen.
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