“Si no hago el mantenimiento en el concesionario, pierdo la garantía” o “prefiero llevar el auto a mi taller de barrio y perder la garantía pero gastar menos hoy” son las dos campanas que se escuchan cuando el dueño de un vehículo, especialmente si es 0 km, tiene que decidir si mantiene el auto de manera oficial o lo hace particular.
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El detalle a tener en cuenta es que la garantía del vehículo, que en promedio son los primeros 3 años o 100.000 km, solo se mantiene vigente si se realizan todos los servicios de mantenimiento de ese período en el concesionario oficial. Ahí surge el dilema planteado que luego se replica al ciclo de vida general del auto: ¿Lo llevo al concesionario oficial o recurro a un taller multimarca de barrio? Analicemos ventajas y desventajas de ambas opciones.
La red de servicios oficial cuenta con la gran ventaja de contar con el respaldo de las marcas automotrices, quienes son las encargadas de controlar la performance de su red de postventa, asegurando procesos, la satisfacción de sus usuarios y brindando el soporte en herramental y capacitación constante de los mecánicos que se necesita para brindar un servicio efectivo.
En la actualidad, la electrónica forma una parte muy importante en los autos y mediante distintas máquinas, que provee la marca, se puede diagnosticar con precisión el vehículo en cuestión.
Otro punto fuerte es, si tenemos nuestro vehículo en garantía, cualquier falla de fábrica del mismo que presente, deberá ser reparada de manera gratuita por el concesionario. Además, al momento de realizar los servicios de mantenimiento o reparaciones puntuales, el concesionario debería contar con los repuestos originales, algo que asegurará la calidad final del trabajo.
Una ventaja recurrente es que los mecánicos del servicio oficial están especializados en dichos vehículos, a diferencia de un taller multimarca trabajan solo con esa marca y no varían de mecánicas. Otra ventaja del concesionario oficial es que sus operaciones cuentan con una garantía provista por la marca, en caso de que el trabajo realizado no salga bien. En cambio, en un taller de barrio la garantía será la palabra del mecánico, ya que por el tipo de operatoria que se suele realizar, no hay un documento que avale el trabajo realizado.
El diagnóstico computarizado tiende a ser mejor en el concesionario oficial.
El diagnóstico computarizado tiende a ser mejor en el concesionario oficial.
La gran desventaja del concesionario oficial son sus costos, notoriamente más caros que un taller de barrio. Los estándares que las marcas exigen a la red oficial, sumado a los costos fijos del concesionario, hacen que, por lo general, llevar el auto a la red oficial sea más caro que ir a un taller de barrio. Y en épocas de crisis cómo la que estamos atravesando, este sin dudas es un factor decisor para mucha gente que busca la opción de ahorrar, aun sacrificando ciertas cosas.
Con respecto al taller multimarca de barrio también tenemos algunas ventajas y desventajas. Antes de hablar del tema económico cómo ventaja, mencionemos la posibilidad de tener un trato personalizado directamente con la persona que te va a reparar el vehículo, algo que no sucede en un taller oficial dónde uno generalmente es atendido por un asesor de servicio y luego la tarea la lleva a cabo un mecánico con el cuál, por lo general, no tenemos contacto. En un taller de barrio es hasta posible que nos reciba, atienda y repare la unidad el dueño del local. En segundo punto vamos con la parte económica.
Diferencia de precios
Ante la crisis, en distintos talleres mecánicos de barrio ofrecen un servicio similar a un mantenimiento del vehículo estándar, dónde se reemplazan todos los fluidos y se realiza un chequeo general de la unidad y sus partes. La diferencia de precio es notoria a favor del taller multimarca de barrio. Tomando cómo ejemplo un vehículo compacto (Peugeot 208 – Ford KA – Volkswagen Gol) con 6 años de antigüedad, en un concesionario oficial el servicio de mantenimiento estándar cuesta en promedio $140.000.- y en un taller de barrio, utilizando los mismos fluidos, cuesta en promedio $80.000.- casi la mitad. La ventaja del concesionario es la posibilidad de financiamiento y distintos medios de pago, algo que es más acotado en el taller de barrio.
Un cambio de bujías de un SUV compacto en un taller oficial cuesta en promedio $70.000.-, en cambio en un taller de barrio el mismo servicio se cobra en promedio $40.000.- Un cambio de batería en un sedán del segmento C cuesta en un taller oficial $269.000.- y en un taller de barrio cuesta en promedio $160.000.-
En mi opinión, son dos las desventajas más notorias del taller de barrio con respecto al concesionario oficial. En primer lugar, no contar con todas las herramientas necesarias para atender la reparación de un vehículo en particular, especialmente volviendo a la parte de la electrónica de los vehículos dónde en el taller oficial seguro cuentan con la máquina indicada para realizar un correcto análisis de la unidad y en el taller no oficial pueden no contar con el herramental recomendado por el fabricante. Además, otra desventaja es la disponibilidad de repuestos oficiales, algo que sabemos que el concesionario oficial puede tener en stock, en cambio el taller de barrio generalmente no se maneja con stock y si no consigue el repuesto, caemos en la chance de tener que dejar el auto parado o terminar usando un repuesto genérico, algo que sabemos es un arma de doble filo, seguramente sea más económico, pero no sabemos su eficacia a ciencia cierta.
Por ende y a modo de conclusión, es una decisión muy personal el cuidado que le damos a nuestro vehículo, si el mismo se encuentra en garantía, lo ideal sería poder mantenerla vigente por cualquier eventualidad. Si no es el caso, hay ciertas operaciones (cambio de aceite y filtro) que no requieren tener el instrumental más moderno ni el que provee el fabricante y podemos confiar en la experiencia del taller de barrio, que no por ser no oficial va a realizar un mal trabajo.
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