Tras sufrir un desplome de la producción industrial en diciembre pasado, las pequeñas y medianas empresas comienzan a manifestar su preocupación por la posibilidad concreta de tener que afrontar despidos en el corto plazo, entre versiones de que estos serían inminentes, si es que no comenzaron ya. Las pymes padecieron una brutal caída en la producción en el primer mes de gobierno de Javier Milei. Según precisó un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la industria pyme cayó en diciembre un 29,6% interanual, y un 31,7% respecto a noviembre de 2023.
«La significativa depreciación de la moneda, la escalada de la inflación posterior a las elecciones y los cambios en las regulaciones de importación, que impidieron realizar compras durante algunas semanas, entre otras cuestiones, crearon un entorno marcado por la elevada incertidumbre y la disminución del consumo, factores que obstaculizaron los niveles de producción en el conjunto del sector manufacturero. Además, se experimentaron períodos sin cotizaciones, con tasas elevadas de escasez de insumos, lo que llevó a que numerosas empresas suspendieran operaciones durante algunos días o adelantaran las vacaciones de su personal», explicó el informe de la CAME.
El sector evalúa que esta situación, lejos de ser temporal o estacional, llegó para quedarse por lo menos en los meses que vienen. Y, ante este panorama, empiezan a expresar el temor real de tener que reducir sus plantillas en el horizonte próximo. Salvador Femenía, vocero de la CAME, explicó a El Destape que, por ahora, «lo que hicieron las industrias pyme fue adelantar vacaciones» en lugar de echar gente. Sin embargo, nada indica que enero, un mes de tradicional baja de la actividad por motivos estacionales, vaya a ser mejor que diciembre, y alertan por tiempos de zozobra.
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