en la primera semana de vigencia del tipo de cambio mayorista a $ 350 por dólar, luego de que la oferta de exportadores superara la demanda de divisas, que cayó en los últimos días y que le dio margen a la autoridad monetaria para quedarse con el excedente disponible, según analistas consultados por Télam.
El último lunes el Central abrió la jornada con una devaluación del 22% del tipo de cambio mayorista, una medida que, según dijo el ministro de Economía, Sergio Massa, «el Fondo Monetario Internacional le impuso a la Argentina» como condición para proceder con el esquema de desembolsos pautados con el organismo.
Si bien no fue confirmado oficialmente, se espera que el Fondo envíe unos US$ 7.500 millones antes de fin de mes
de los cuales unos US$ 1.800 millones se usarían para devolver préstamos a Qatar y a la CAF y US$ 4.000 millones para cumplir con vencimientos con el organismo hasta noviembre.
La situación de las reservas
Desde el lanzamiento del último programa de fomento a las exportaciones de economías regionales (maíz, sorgo, girasol y otros), el pasado 24 de julio, el Central acumuló intervenciones netas positivas en el mercado cambiario por casi US$ 1.750 millones.
Sin embargo, las reservas internacionales cayeron US$ 1.651 millones en el mismo lapso, hasta los US$ 23.629 millones, luego de haber cumplido con compromisos de deuda con el FMI y otros organismos internacionales en ese período.
«Lo que se vio esta semana fue una caída fuerte de la demanda privada en el MULC (mercado de cambios), mientras que la oferta mostró cierta estabilidad. Tomando un promedio de los últimos cinco días, la demanda privada llegó el viernes al menor nivel desde fines de marzo y cayó 16% en comparación con la semana previa, mientras que la oferta todavía no parece responder al nuevo tipo de cambio y disminuyó 7,8% contra el promedio de la semana anterior», dijo a Télam Gonzalo Carrera, economista de Equilibra.
En ese sentido, el economista y analista financiero de Romano Group, Salvador Vitelli, analizó que la menor liquidación del segmento agro obedece a que «aún no se ha modificado o derogado el programa de incremento exportador, y muchos productos que estaban incluidos en economías regionales no pueden liquidarse al dólar oficial de 350 pesos, sino que lo tienen que hacer a 340».
De allí que los volúmenes operados en el segmento de contado «están marcando un fuerte cepo en lo que es la liberación de dólares por parte del Banco Central, que le está permitiendo comprar volúmenes que no son demasiado abultados, pero a costillas de menos importaciones», sostuvo.
«Es esperable que haya movimiento de liquidaciones por parte del agro cuando abran la vía luego de modificar esto que, en definitiva, es una traba burocrática que no deja liquidar estos productos al dólar oficial por estar el programa de incremento exportador», añadió Vitelli.
Aún así, dijo ser «prudente» de cara al futuro, ya que el margen de acción del Banco Central estará limitado por las necesidades de mantener las importaciones para que no haya una caída mayor del nivel de actividad y, a la vez, controlar las cotizaciones bursátiles para que la brecha no se dispare.
Por su parte, Leandro Ziccareli, analista y conductor del podcast Financiero, Monetario e Irreverente, consideró que «daría la sensación de que la devaluación no se hizo atacando todos los frentes y que faltó un programa económico que acompañe. Decir que vas a anclar el tipo de cambio, sin mostrar con qué vas a anclar genera ciertas dudas. La primera semana, en términos de que el Central compró más de 650 millones, es positiva», aunque indicó que «habrá que ir día a día, lamentablemente», añadió.
Para Santiago Manoukian, economista jefe de Ecolatina, «no está claro si esta semana hubo una mayor oferta de otros sectores o de un freno a las importaciones«, aunque dijo que lo más probable es que haya habido «una combinación entre las dos».
«El fortalecimiento del sesgo contractivo en la política monetaria, cambiaria y fiscal hacia adelante es uno de los factores que, creemos, va a seguir afectando la actividad económica. Hicimos un ajuste a la baja de nuestra percepción de 2,5 a 2,7 puntos de caída del PIB para este año», analizó.
Según Manoukian, el Gobierno venía privilegiando mantener la actividad económica y el empleo por sobre el nivel de reservas internacionales, pero esa dinámica «encontró claramente un límite y la realidad volvió a imponerse, al tener que aplicar estas medidas que están alineadas con las negociaciones con el Fondo».
«Si el gobierno no quiso ajustar tanto las importaciones antes o hizo mucho uso de yuanes y de crédito comercial, bueno, hacia adelante creemos que esas restricciones van a ser un poco más fuertes«, añadió.
«Probablemente, el Gobierno deberá elegir entre dos opciones malas: mayor recesión, vía imposibilitar importaciones para obtener divisas para contener el dólar paralelo; o mayor inestabilidad en la brecha cambiaria, destinando los dólares para la actividad económica», concluyó Carrera.
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