El hallazgo se produjo por la tarde, alrededor de las 18.15, cuando un hombre de 37 años alertó a las autoridades sobre la falta de respuestas de su vecino a sus llamados, en un complejo de monoblocks ubicado en la calle El Gaucho al 5900.
A raíz de ello, ingresó con el denunciante a la propiedad, cuya puerta se encontraba entornada y sin llave, y notaron la presencia del cadáver de dicha mujer, tirado en el suelo del living boca arriba, con una remera sobre el rostro y en avanzado estado de putrefacción.
A su vez, también encontraron el cuerpo de un hombre, al costado de la cama de una de las habitaciones, en la misma posición e igual estado de descomposición.
Posteriormente los uniformados identificaron a las víctimas, que eran hermanos, como Mónica Cristina Grosso, de 63 años, y Marcelo Fernando Grosso, de 56.
De acuerdo al relato de los vecinos, el hombre vivía en el lugar mientras que ella habitaba en el partido bonaerense de Moreno, pero visitaba a su hermano ya que tenía problemas de salud.
Los policías que luego realizaron las actuaciones en el lugar observaron a simple vista restos de jugos cadavéricos y sangre en la propiedad, pero a raíz del estado de los cadáveres no pudieron determinar la existencia de signos de violencia en las víctimas.
Sin embargo, en la vivienda los agentes observaron desorden a simple vista y falta de aseo, además de no encontrar los teléfonos celulares de las víctimas.
Con estos indicios, además de detectar que la puerta se encontraba abierta y la remera en la cara de la mujer es que los investigadores sospechaban de un doble crimen.
Interviene en la causa la fiscal María Capanegra, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 46, que dispuso una serie de medidas para esclarecer el hecho.
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