El damnificado intentó sacarle su revólver, pero en una maniobra inesperada el ladrón le mordió la mano al kiosquero, rompió la puerta e ingresó al comercio.
El malviviente se apoderó del dinero de la caja registradora y de algunas cervezas, para después escapar corriendo. En la esquina lo esperaba su cómplice a bordo de una moto.
Por su parte, la víctima no resultó con heridas de gravedad más allá de la mordedura.
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