Fuentes con acceso a la investigación dijeron a Infobae que en los allanamientos por la fuga de los Lanatta encontraron armas no declaradas en propiedad de Mallo y la de su hija, Brenda Mallo.
En el domicilio de Mallo secuestraron un arma 9 mm y municiones. Luego, en otro allanamiento en la casa de la hija, encontraron un revólver .357 y otro 38, municiones y una picana.
El detenido había sido mencionado durante la investigación por el triple crimen de General Rodríguez dados sus vínculos con los hermanos Lanatta. Sobre él pesa ahora la sospecha de formar parte de la logística externa que permite a los prófugos esquivar a la Policía.
Al menos por ahora, quedó detenido junto a su hija por no poder justificar las armas en su poder, una causa que llevará adelante el juez César Melazo.
«Allanamos para forzar que les suelten la mano. Los están protegiendo, y obviamente en esa protección esta la policía. Apretamos para que nos digan donde están», aseguró a Infobae una fuente de la investigación tras la detención de Mallo, ex barra de Quilmes con fuertes nexos políticos en la zona sur del Gran Buenos Aires.
A Mallo se lo recuerda como el dirigente que organizó la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, un emprendimiento avalado por el kirchnerismo que financió a los barrabravas que viajaron a alentar a la Selección en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Luego del Mundial, su hora de mayor exposición, Mallo quedó aislado del núcleo de Hinchadas Unidas, integrado por clubes como Independiente, Temperley y San Telmo.
Los capos barra de la mesa chica pasaron a considerarlo –según relatan voces que conocen las internas de los violentos del fútbol- un traidor. Llegó a oídos de otros jefes de hinchada que Mallo habría vendido información a organismos de seguridad que llevó a la deportación de varios de sus compañeros. No se buscó una venganza con sangre en su contra: separarlo fue la solución elegida.
Mallo fue procesado en 2013 por orden del juez federal Norberto Oyarbide. En ese caso, era investigado por maniobras fraudulentas de una financiera en las que se habrían empleado cheques truchos.
Con esta medida, ya son dos las personas detenidas en el marco de la causa. La primera fue Marcelo Melnyk, en los papeles el dueño de la pizzería «Faraón» en la localidad bonaerense de Quilmes, que en la semana pasada quedó demorado por ofrecer ayuda a los prófugos.
Operativos
Las detenciones se produjeron tras 37 allanamientos realizados por las fuerzas de seguridad provinciales y federales, que continúan con la búsqueda por las zonas de los partidos bonaerenses de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes.
El megaoperativo para dar con los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, que escaparon hace 8 días de la cárcel de General Alvear, continuó hoy con allanamientos en domicilios de personas con las que mantendrían algún vínculo en la causa por la que fueron condenados.
En tanto, el gobierno bonaerense decidió en las últimas horas el desplazamiento de la cúpula de la Delegación Departamental de Investigaciones de Quilmes por «fallas en los procedimientos» para encontrar a los tres prófugos.
Según confirmaron a la agencia de noticias DyN fuentes vinculadas al gobierno provincial, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, tomó esta determinación luego de que se revelara una presunta vinculación de oficiales de esa dependencia con los delincuentes.
El relevamiento de la cúpula de la DDI de Quilmes se concretó después de que Ritondo haya planteado la posibilidad de que haya «sectores policiales que comparten data con este tipo de mafias en esas zonas del Gran Buenos Aires».
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