El condenado por el homicidio del empresario español Manuel Moneo Simón, Oscar Ceferino Paulino, fue detenido nuevamente por disposición de la Cámara del Crimen 1 de Santa Rosa, y se encuentra alojado en la comisaría de Telén. Paulino deberá completar la condena judicial por el resonante crimen del empresario de 68 años que se produjo el 1 de diciembre de 2005 en el campo La Bolsa, y el cuerpo de la víctima apareció enterrado el 3 de marzo de 2006.
Oscar Ceferino Paulino se encontraba en libertad y estaba trabajando en la comuna de Rucanelo. El miércoles 23 de diciembre fue detenido por disposición de la Cámara del Crimen 1 de Santa Rosa y fue trasladado a la comisaría de la localidad de Telén, donde actualmente se encuentra alojado. «El motivo (de la detención) sería por una cuestión procesal, pero no tenemos demasiadas precisiones», indicaron ayer desde la comisaría departamental de Eduardo Castex.
Las fuentes consultadas señalaron que la detención se concretó sin ningún tipo de inconvenientes, e incluso revelaron que Paulino esperaba ser detenido. «El fue a consultar el día anterior (a la dependencia policial de Rucanelo) si no había notificaciones (judiciales) para él, pero aún no había llegado la solicitud desde la Cámara del Crimen y al día siguiente se lo detuvo sin ningún tipo de resistencia», relataron.
Las fuentes extraoficiales brindaron algunos detalles que clarificaron los motivos de la detención del acusado del homicidio del empresario español. «La Corte Suprema de Justicia desestimó la condena perpetua, pero tendría que cumplir la condena judicial y para acceder al ‘Dos por Uno’ tendría que cumplir cinco o seis meses de detención», indicaron los voceros.
Paulino intenta rehacer su vida en la pequeña localidad de Rucanelo. Y encontró trabajo en el municipio, porque algunos sostienen que tiene una relación de «parentesco lejano» con el jefe comunal local, Pablo Lázaro.
«El abogado ahora estaría solicitando la posibilidad que (Paulino) pueda cumplir el horario laboral en la Municipalidad de Rucanelo, y después regrese a la dependencia policial para cumplir la condena sin perder la fuente laboral. Pero, eso no sé como está, y si podrán avanzar durante la feria judicial», indicaron los voceros consultados por esta corresponsalía.
Crimen y condena.
El empresario español Manuel Moneo Simón tenía 68 años cuando fue asesinado el 1 de diciembre de 2005 en el campo La Bolsa, sobre la ruta provincial 11, cerca de Luan Toro. Allí su cuerpo apareció enterrado, el 3 de marzo de 2006, con golpes en la cabeza y en el rostro y estrangulado con una soga.
En diciembre de 2007, la Cámara en lo Criminal 1 condenó a prisión perpetua por el homicidio doblemente calificado a Paulino, socio del muerto, y a su primo, Roldán Pereira. Durante el proceso ambos se acusaron mutuamente. El tribunal consideró que «el ataque fue en conjunto» y que «existió un pensado proceso de acuerdos y aseguramiento de la situación», atento al lugar y a las imposibilidades físicas de la víctima para defenderse. Los jueces dijeron que el móvil fue el apoderamiento de los bienes del empresario.
Después, a principios de 2009, el TIP (Tribunal de Impugnación Penal) desvinculó de la causa a Roldán Pereira, lo liberó y estableció que no podría volver a ser juzgado por el mismo hecho. Arguyó que el juez instructor, Jorge Luis Howe, violó el derecho de defensa del imputado porque lo indagó como sospechoso de cometer un delito sin el acompañamiento de un defensor.
Justamente en esa declaración Roldán Pereira se autoincriminó al señalar el sitio donde estaba escondido el cuerpo de Moneo Simón. Previamente había sido golpeado por la policía. En la misma resolución, el TIP ratificó la perpetua a Paulino por entender que, más allá de la nulidad de ese testimonio, existían otras pruebas incriminantes, entre ellas las declaraciones del productor Densi Antonio Andrada -fue detenido en un primer momento- y el comisario inspector de la policía de San Luis, René Sergio Basconcelo, quien fue investigado por apremios y torturas.
Corte Suprema.
La defensa de Paulino llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación con un recurso extraordinario y el alto Tribunal resolvió todo lo contrario de lo promovido por la justicia pampeana. Los magistrados Ricardo Lorenzetti, Elena Higthon de Nolasco, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay desestimaron la condena a cadena perpetua del único imputado en la causa, Oscar Ceferino Paulino , revirtiendo las actuaciones de la Cámara del Crimen 1; el Tribunal de Impugnación Penal (TIP) y por el mismísimo Superior Tribunal de Justicia (STJ).
El máximo tribunal del país hizo suya los fundamentos y conclusiones del dictamen del Procurador Fiscal y por tanto declaró procedente el recurso extraordinario federal iniciado por el abogado particular de Paulino, Aldo Walter Díaz, dejando sin efecto la sentencia apelada. Además, solicitó que todo vuelva al tribunal de origen para que, por quien corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento absolutorio.
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