Argentina está en semifinales de la Copa América. Empató 0-0 con Colombia en los 90′ y ganó 5-4 en una serie de penales para el infarto. Brasil o Paraguay, el rival.
El partido, jugado en Viña del Mar, fue dominado ampliamente por el equipo dirigido por Martino, pero no hubo claridad a la hora de la definición. Colombia sólo se dedicó a aguantar con un planteo ultra cauteloso (a los 20 minutos de partido Pekerman sacó a Teo Gutiérrez y puso a Cardona, un volante para tener la pelota) y por momentos demasiado violento, además de una imponente actuación de su arquero David Ospina que salvó a su equipo en al menos tres clarísimas situaciones durante el encuentro.
Argentina fue pura impotencia, lo que sumado a la extrema permisividad del árbitro mexicano Roberto García hizo del partido un espectáculo con demasiados roces. En el primer tiempo, Ospina tuvo una espectacular doble tapada: primero sacó con el pié un cabezazo abajo de Agüero y luego del rebote manoteó el cabezazo de Messi en la boca del arco. Y sobre el final del encuentro alcanzó a manotear un cabezazo de Otamendi que tenía destino de gol: la pelota pegó en el palo, caminó sobre la línea y la terminó sacando Murillo cuando el mismo Otamendi entraba a definir.
La selección subcampeona del mundo se fue quedando si ideas, con Messi demasiado solo y un Di María que lució desconectado como en toda la copa. Sin Pastore como un socio efectivo (y una vez más quedándose sin resto físico), los cambios tampoco aportaron soluciones. Solamente el ingresado Tévez (por Agüero) aportó despliegue y otra jugada muy clara, cuando encaró mano a mano a Ospina provocando un cierre desesperado de Zapata quien casi la introduce en su propio arco y sólo la provindencial salvada de Murillo a centímetros de la línea salvó a los de Pekerman.
En los penales, el fallo del colombiano Muriel le daba ventaja a la «albiceleste». Pero Lucas Biglia tiró afuera el penal que le podía dar la victoria a Argentina y hubo que ir a la serie de un tiro por equipo. Allí, los errores dejaron a los corazones de los hinchas al borde del infarto. Romero se lo atajó a Zúñiga, Rojo desperdició otra chance cuando la tiró al travesaño y Murillo lanzó su penal a las nubes.
Fue Carlos Tévez quien tuvo su reivindicación, después del penal que falló y dejó afuera a la selección en la copa de 2011 en suelo argentino. Aseguró su su tiro ante Ospina y así provocó el merecido desahogo.
Mañana se conocerá el rival en el encuentro que cerrará los cuartos de final, entre Brasil y Paraguay. Pero de todos modos, Martino deberá trabajar sobre el embudo futbolístico que atrapa al equipo en los metros finales del campo rival. Por ahora, se festeja que Argentina ya está entre los cuatro mejores del torneo.
Fuente: ElDiarioDeLaPampa.com.ar
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