El cuadro que no bajaron los Kirchner después del de Videla fue el de Grondona, que era radical y fue entronizado por los militares.Videla terminó preso. Grondona no sólo retuvo el poder: forjó una alianza con los Kirchner que le permitió manejar la plata del fútbol y del Estado asociado al fútbol.
Grondona fue radical y fue peronista. Mejor sería decir que siempre encontró la manera de llevarse bien con los militares, los radicales y los peronistas. Fue siempre oficialista y un político que se valió de todos los medios para eternizarse.
Gobernó con superpoderes como el kirchnerismo: manejaba todos los cargos y los organismos de control. Y armó con el Gobierno el joint venture de Fútbol para Todos. En las escuchas que ha difundido Luis Majul, Grondona dice: «Cristina tiene todo claro. Sabe muy bien que el fútbol es política».
Las escuchas son una biblioteca apabullante de los tejes y manejes de Grondona. Con la política y con el fútbol. Sobre todo con los negocios con la política y el fútbol.
Hay diálogos que parecen sacados de la película El Padrino. Nunca levanta la voz, nunca amenaza. Sugiere o ironiza. Dice Grondona: «El refuerzo más grande que tuvo Boca fue Amarilla». Amarilla es el árbitro que dirigió a Boca-Corinthians en 2013. Boca empató y pasó de ronda. Amarilla no sancionó un penal para los brasileños y anuló mal un gol de Romarinho.
Grondona habla con Alejandro Marón, uno de sus protegidos y presidente de Lanús. Acaba de salir de la Rosada. Está exultante: consiguió más dinero. Y le confía a Marón, «entre vos y yo», que van a cambiar los horarios de los partidos para perjudicar el rating de Jorge Lanata los domingos.
Marón: Con Cristina ¿todo bien?
Grondona: Al pelo hombre…me adora.
Marón: Y sí, le tiene que hacer un monumento, si el único tiro se lo pudo dar con usted (el tiro fue para Clarín).
Grondona: Y aparte sabe muy bien que lo que tiene no sirve para una mierda.
Berni justificará los cambios por razones de seguridad. Marón aprovecha para pedirle a Grondona para evitar un antidoping. Eso también quedará en familia.
Las grabaciones exhiben más astucias chiquitas y trampas grandes. Guillermo Moreno aconsejando a un financista socio de Grondona y procesado por lavado. Burzaco que aparece como dirigente. Y miserias y codicia del propio Grondona con su contador para eludir impuestos.
El fútbol no es política. Por lo menos, no es sólo política. El trabajo en equipo, la genialidad individual, el respeto a las reglas, la creatividad, la pasión de los hinchas no es política. La corrupción es parte de otro juego.
Deja tu comentario!