Una madre, Natalia Navarro, no puede estar con sus hijos. Los chicos están en Jacinto Arauz y dicen que la pasan mal. Ella reclama la intervención de Niñez y Adolescencia, pero no la atienden.
Natalia Navarro está luchando desde hace meses por poder ver a sus hijos y solucionar la encrucijada legal en la que quedó. Pero la burocracia y la falta de atención de los funcionarios que se tienen que hacer cargo le ponen cada vez más trabas.
Ella tiene tres hijos, de 5, 7 y 9 años, todos viviendo en Jacinto Arauz con una expareja. A la nena de 9 y el nene de 5 se los llevó en abril, tras una denuncia en Niñez y Adolescencia. El otro chico estaba desde meses antes.
Hasta febrero convivió con un hombre que hoy está preso en la Alcaidía, cumpliendo una condena de 1 año de prisión por violencia de género. Ella era la víctima y su victimario estuvo prófugo un mes desde que lo condenaron, pero aunque reclamó recién le dieron un botón antipánico tres días antes de que se entregara. Entre tanto, le sacaron sus hijos.
Reclamo
Natalia decidió hacer pública su situación y por eso convocó a los medios en su vivienda de la calle Enriqueta Schmidt, donde decidió contar lo que le pasa. Estaba acompañada por familiares y amigos, además de integrantes del grupo de Mujeres Autoconvocadas que también están colaborando con ella.
Mientras vivía una tremenda situación de violencia de género con su ex, de apellido Rodríguez, Miguel Iturbide (el padre de su hijo de 7 años) la denunció por la situación en la que estaban los otros chicos. A partir de un informe de la Dirección de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar, el director general de Niñez y Adolescencia de la Provincia, Ignacio De la Iglesia, firmó una resolución donde ordenaba que los otros dos hijos de Natalia queden bajo la custodia de Iturbide.
El 13 de abril, personal de Niñez y Adolescencia los retiró directamente de los establecimientos escolares a los que concurrían y se los llevaron a Arauz, donde deberían estar durante 90 días en evaluación.
“La pasan mal”
Natalia fue el jueves a ver a los hijos a Jacinto Arauz, y allí ellos le plantearon que no están bien. Lo hicieron delante de una psicóloga de Acción Social. Dijeron que los tratan mal en la escuela y también en la casa donde viven, con la expareja de Natalia, Miguel Iturbide (el hombre que la denunció en abril), y la pareja de éste.
Ese mismo día a la noche, cuando volvió a Santa Rosa, se comunicó con las Mujeres Autoconvocadas, quienes a su vez le transmitieron la situación al defensor de Niñas, Niños y Adolescentes, Juan Pablo Meaca. Este a su vez se comunicó con el director general de Niñez y Adolescencia, Ignacio De la Iglesia, y le pidió que el viernes a primera hora mandara un equipo técnico a Jacinto Arauz para ver en qué condiciones estaban los chicos. Pero hasta ayer no había tenido más novedades.
“No sabemos si el equipo técnico fue o qué pasó. Actuaron rápido cuando la denunciaron a ella, que venía de salir de una situación de violencia con botón antipánico y todo, y ahora no hay ningún tipo de actuación cuando la tía de los chicos ya había manifestado que cuando hablaba por teléfono con ellos le decían que no la pasaban bien”, planteó Cintia Alcaraz, de las Mujeres Autoconvocadas.
Rodríguez está preso desde mayo. Natalia sostiene que ese problema “ya está resuelto”. Incluso, está haciendo un tratamiento psicológico con una profesional que le asegura que está bien, pero no entrega los informes a Niñez y Adolescencia. “Con eso, más este señor preso, cambia la cosa. Pero no, en todos lados se traba”, reclama.
Fuente: ElDiarioDeLaPampa.com.ar
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