La Plural, al suspender el encuentro organizado en El Fortín, no dio explicaciones formales. En las horas siguientes, sus voceros aclararon que se inclinaron por un acto masivo, pero en el medio hubo versiones de todo tipo y especulaciones variadas
La decisión de la alianza vernista-marinista de bajar el acto que estaba previsto para anoche en el club El Fortín disparó una ola de rumores e incertidumbres, sobre todo porque no hubo explicaciones oficiales y porque la situación coincidió con dos circunstancias que hacen “ruido” en la Plural: la definición del precandidato a vicegobernador y el alineamiento con un postulante a la Intendencia de Santa Rosa.
En medio de las versiones y especulaciones, se incluyó la chicana oficialista respecto de las “verdaderas” razones para no hacer la reunión: el oficialismo adujo que Verna, Marín y compañía no habían cosechado las adhesiones que esperaban y que por esa razón prefirieron postergar el acto, sobre todo porque al día siguiente (hoy) Compromiso Peronista tendría la chance de hacer una demostración de fuerza en el Club Estudiantes.
La capacidad del club El Fortín es bastante menor a la que ostenta el gimnasio celeste, por lo que en la interpretación del corto plazo el jorgismo podría presentar como una victoria su encuentro relativamente multitudinario.
El vernismo siempre se ha manejado en el misterio y quizá por esa razón prefirió no dar explicaciones públicas de la decisión de postergar el acto, pero justamente por esa falta de precisiones es que se tejieron consideraciones de todo tipo.
Ayer, voceros de la Plural dieron su versión de los hechos: dijeron que en principio el encuentro se había planeado como una “bajada de línea” para dirigentes y militantes cercanos al riñón, pero que la difusión de su realización movió a adherentes del interior de la provincia.
Ante esa supuesta tendencia masiva a acercarse hasta el acto, la Plural habría resuelto postergar el encuentro y reformularlo, para apostar ahora sí a un acto masivo en alguno de los clubes más grandes de Santa Rosa, con todo el merchandising y bajo la promesa de presentar formalmente al otro integrante de la fórmula para la Gobernación.
Justamente esa es una cuestión que mantiene en vilo a la alianza entre la Plural y Convergencia, con el agregado reciente del Nuevo Espacio de Participación (NEP) que comanda Roberto Robledo.
Parece estar claro, en principio, que como parte del acuerdo de los caudillos la precandidatura a la vicegobernación le corresponde a Convergencia, pero lo que no está del todo definido es quién resuelve finalmente el nombre: ¿Verna en persona es el que elige quién lo acompaña? ¿O el senador está obligado a llevar en la boleta a quien Convergencia defina?
Los interrogantes no son menores, porque además impactarán en otras resoluciones futuras, como la lista de candidatos a diputados, o los postulantes locales. Un trascendido indica que Verna vería con buenos ojos que el candidato a vice fuera el actual diputado Mariano Fernández, pero a su vez se insiste en que el marinismo “del riñón” prefiere ubicar en ese lugar a Norma Durango o al propio Espartaco Marín.
Aunque Durango ya aclaró que no quiere ser candidata a intendenta hay vernistas que la siguen impulsando para que sea la representante del espacio, a partir de que tendría en la capital provincial buena imagen, según las encuestas que manejan.
Esa versión cobró fuerza a partir de que habrían existido algunos “ruidos” en la relación entre el vernismo y el intendente Luis Larrañaga. Larrañaga anunció hace semanas, por un lado, su respaldo a la candidatura de Verna, y por otro, un supuesto “acuerdo político” que no se ha visto tan claro, puesto que hay candidatos de la Plural que hacen campaña en pos del municipio, incluso cuestionando muy severamente al jefe comunal.
El colmo, en ese sentido, fue el explícito apoyo de Liliana Robledo, presidenta del Concejo Deliberante, alineándose con Lisandro Ranocchia. Robledo ha funcionado como una concejala opositora. Ranocchia cuenta con el aval de uno de los principales operadores del vernismo santarroseño, Juan Ramón Garay. Garay fue quien tramó la candidatura de Juan Carlos Tierno en 2007 y el que propició a Larrañaga en 2011.
Como ratificando esa falta de confianza entre el intendente y el senador, reapareció la campaña de Javier Schlegel, que estaba retirado pero relanzó su proselitismo en las últimas horas.
El diario
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