En la misma medida que últimamente dejó de sorprender dentro de la cancha con su sello futbolístico y solvencia, River se torna imprevisible en este arranque del año. Preocupado y ocupado por un fútbol que siente ajeno a sus gustos, Marcelo Gallardoestá obsesionado, como todo River, en seguir con posibilidades en la Copa Libertadores. Y en estos tiempos en los que la dirigencia pretende extender su contrato hasta 2017, al Muñeco lo único que le preocupa es encontrar rápido soluciones en esta semana crucial y en la que mañana se medirá con Juan Aurich, en el Monumental, con un solo resultado posible para mantener con vida las chances de avanzar a los octavos de final: ganar.
A partir de la amnesia de juego que padece River y la falta de identidad que demuestra, para Gallardo es imperioso que este equipo se transforme. Que despierte. Que pueda mañana con Aurich y que no se achique ante la misión complicada que le plantea el Grupo 6, en el que ni ganando los dos partidos de local tiene garantizada la clasificación. Es que con los mismos nombres, más las llegadas de Camilo Mayada y de Gonzalo Martínez, es -o parece- otro equipo con respecto al que tantos elogios cosechó en el semestre pasado, llegó a levantar la Copa Sudamericana y recientemente le ganó la Recopa Sudamericana a San Lorenzo.
Nos están haciendo muchos goles y llegando fácilmente porque no estamos atacando bien. No es un problema de los defensores, sino del equipo
Marcelo Gallardo no apunta el bajón futbolístico únicamente al aspecto defensivo, que atraviesa un momento de dudas y percibe vulnerable. Se desprende de las palabras del entrenador que la falta de solidez y la facilidad que encuentran los rivales tiene que ver con los desajustes colectivos, más que con cuestiones individuales. «Nos están haciendo muchos goles y llegando fácilmente porque no estamos atacando bien. No es un problema de los defensores, sino del equipo», analizó después del 3-3 ante Arsenal, en el que River fue rescatado por Rodrigo Mora. Sus autocríticas son fuertes, admite el problema y por delante tiene varios dilemas por resolver en poco tiempo.
Las dudas defensivas. Lo confirmado es que volverán Marcelo Barovero, Jonatan Maidana y… Éder Balanta. De la última línea utilizada frente a Arsenal, ni Gabriel Mercado ni Germán Pezzella ni Ramiro Funes Mori cumplieron con sus papeles. Los tres fueron desairados en varias oportunidades. Por eso la pareja central ante los peruanos será Maidana-Balanta, seguiría Leonel Vangioni por la izquierda, pero por la derecha podría jugar Mayada en la posición de Mercado.
Los problemas en el medio. Gallardo es consciente de que el equipo defiende mal porque cuando ataca, también lo hace mal. En este punto está notando que la salida desprolija, el escaso control de pelota entre los volantes y la poca elaboración, hace que la pelota vuelva rápido y encuentre al equipo desacomodado. Se generan espacios a las espaldas de los volantes y eso provoca una salida desesperada de los defensores para cubrir esas zonas. Seguirá Sánchez, volverá Kranevitter y la duda está entre Gonzalo Martínez o Ariel Rojas.
La función del enganche. Sin Leonardo Pisculichi en el nivel del semestre pasado, Gallardo sabe que pierde en el pase corto y en la habilitación profunda. Anteanoche, en Sarandí, probó con Sánchez de enganche para un juego directo para la velocidad de sus atacantes. No conformó y seguramente Pisculichi estará entre los titulares.
Los delanteros. Rodrigo Mora volvió a ilusionar con el rendimiento del semestre pasado. Las dudas están en Teo Gutiérrez, al que Gallardo cataloga como el delantero más completo y el único capaz de una genialidad salvadora. Por eso, tuvo una charla con el colombiano para resucitar su voracidad ofensiva.
Los dirigentes apuntan a que Gallardo siga siendo el entrenador de River hasta el fin del mandato del presidente Rodolfo D’Onofrio, que concluirá su gestión en diciembre de 2017. Su continuidad parece no estar en discusión. La cabeza de Gallardo está en otra cosa: en encauzar una refundación a tiempo.
Ponzio siente la obligación
Leonardo Ponzio se refirió al partido de mañana frente Juan Aurich, en Núñez. «Sabemos que el jueves tenemos el partido más importante de la Copa hasta ahora y que ganar depende de nosotros, y es nuestra única obligación», dijo..
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