Nokilaev, según informa el medio ruso Life News, lo último que recuerda es haberla besado. Después se levantó y sintió un fuerte dolor debajo de la cintura y vio sangre en sus pantalones. Fue al hospital y, cuando llegó, el médico que lo examinó le informó que había sido drogado y que le habían cortado los testículos.
«Pensé que solo había sido un corte, pero los médicos me informaron que mis testículos no estaban», informó Nikolaev.
Después de haber pasado varias horas en cuidados intensivos, los doctores lo operaron para cerrar la herida, que había estado cauterizada. Según explicaron los doctores, la persona que lo hizo tenía habilidades, por eso consideraron que podría haber sido un cirujano o un veterinario.
La policía rusa considera que se trata de una organización que roba órganos para venderlos en el mercado negro.
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